Acacia Henández Rojas.

LINEA-i

Programa Doctoral – USR, 2000

 

 

El Concepto de Proyecto Factible en la Investigación Educativa

 

            La intención de este papel de trabajo es intentar analizar el concepto de Proyecto Factible, definición comúnmente usada en contextos de investigación, especialmente en el área educativa. El tema se aborda a partir de cuatro subsecuencias de acción o microacciones que conducen al logro de una macroacción o intención final, la cual se traduce en un intento por reformular el concepto de Proyecto Factible. Así, se tiene un acercamiento al contexto de investigación donde se encuentran los llamados Proyectos Factibles; seguidamente se analiza -recurriendo a referentes empíricos- el uso inadecuado del término. A continuación se reformula el concepto objeto de análisis sobre la base de un marco teórico que lo constituye la Teoría de la Investigación (Padrón, 1992) y de la Inteligencia Artificial (Haton y Haton, 1991) y, finalmente se esbozan las características del concepto modificado.

            La vía para abordar el tema en cuestión es desde la razón intersubjetiva, universal y sistemática por lo que, el resultado final puede, en cualquier momento, ser refutado, criticado y factible de ser sometido a contrastación. En general, la idea es reformular la definición con que, hasta ahora, se designan las investigaciones conocidas como proyectos factibles, aportando al contexto de las investigaciones un espacio de conocimientos diferente, claro y sencillo, que contribuya a revisar las normativas que existen sobre la elaboración de esta modalidad de trabajos de grado.

En la búsqueda de relacionar los conocimientos a redes y programas de investigación (en el sentido de Lakatos, 1983), este reporte se ubica en el área de investigación-docencia del Programa Doctoral de la Universidad Simón Rodríguez, por lo que sus resultados podrían estar insertos en las respectivas líneas que agrupan a dicho programa y, en general, a cualquier programa cuyo interés sea la investigación como producción de conocimiento.

1. El contexto donde se ubica la noción de “Proyecto Factible”

            En contextos educativos de Pre-grado (Licenciaturas) y Postgrado (Especialización, Maestría y Doctorado), es corriente observar algunos trabajos o tesis de grado con el título de Proyectos Factibles, los cuales consisten en una propuesta de diseño de un x para ser aplicado a un y, siendo un x un método, un sistema de evaluación, etc., y siendo y la entidad o grupo de individuos a los que se les aplicará x. En oposición a otros trabajos de investigación (de los cuales se hará referencia más adelante), estos tienen las siguientes características:

a) El investigador inicia su estudio partiendo de una situación problemática que puede describirse en dos momentos, según el dominio que el investigador diga tener del tema: en un primer momento se describe la situación problemática en general y en un segundo momento se aplica un diagnóstico de dicha situación, para obtener datos más precisos. En otros casos, el investigador es un conocedor del problema y la situación, ha hecho estudios previos y obvia el diagnóstico, pues los datos que posee le son suficientes como para iniciar la investigación (es el caso particular de docentes, estudiantes o investigadores que tienen muchos años aplicando x método para dar clases, o x sistema de evaluación, y sólo les falta sistematizar y comunicar los resultados).                                           

b) A partir de la macrointención del trabajo de investigación (aplicar x método, por ejemplo), se dedica un apartado especial a ‘vender’ las bondades del mismo. En este punto el investigador debe hacer las veces de ‘buen estratega’ para convencer a un determinado público (toda la comunidad académica) de que el trabajo vale la pena y en consecuencia la propuesta x será eficiente y además efectiva para y.

c) Una vez que se ha cumplido con los puntos comunes al resto de las investigaciones, estos es, objetivos, selección y uso método, selección y uso teorías etc., se comienza a elaborar o diseñar la propuesta, es decir, el Proyecto Factible. Los pasos de esta segunda parte se relacionan estrechamente con los anteriormente desarrollados, son la base del proyecto: se especifica el lugar, institución o grupo donde se aplicará o ejecutará el proyecto, la situación, los objetivos, el método(s), los recursos, el tiempo y el sistema de evaluación para poder considerarlo ‘factible’.

Si el trabajo que el investigador presenta en a) y  b) es adecuado, entonces puede pasar al paso c)  -por supuesto, con todo el rigor que el caso amerita y que no es la intención aquí explicar-, esto es, si la investigación (a) y (b) cumple con un x entonces debe cumplir con un y, que corresponde al paso (c). Más en concreto, el proyecto o propuesta se comienza a elaborar de forma sistemática si se cumple una relación simétrica entre x e y:

x « y

 Esto se traduce como: la propuesta y es posible de diseñar sí y sólo sí se ha definido una situación problemática x, y a la inversa, la situación problemática x es en si misma problemática por lo tanto necesita de una propuesta y como solución.

A grandes rasgos el siguiente gráfico recoge los pasos antes expuestos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 

resumen del proceso de investigación de un proyecto factible

 

            En un sentido formal, los Proyectos Factibles tienen su fundamento, dentro de los límites normativos que rigen nuestra comunidad académica, en los reglamentos internos de cada universidad en particular y, en general, en el Manual de Trabajos de Grado y Maestría y Tesis Doctoral de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (1998: 7):

  El Proyecto Factible consiste en la elaboración de una propuesta de un modelo operativo viable para solucionar problemas, requerimientos o necesidades de organizaciones o grupos sociales; puede referirse a la formulación de políticas, programas, tecnologías, métodos o procesos. El proyecto debe tener apoyo en una investigación de tipo documental, de campo o un diseño que incluya ambas modalidades.

El Proyecto Factible comprende las siguientes etapas generales: diagnóstico, planteamiento y fundamentación teórica de la propuesta; procedimiento metodológico, actividades y recursos necesarios para su ejecución; análisis y conclusiones sobre la viabilidad y realización del Proyecto; y en caso de su desarrollo, la ejecución de la propuesta y la evaluación tanto del proceso como de sus resultados.  

            La intención pues del Proyecto Factible, tal y como se describe arriba y se precisa en el subrayado de la cita, es la de proponer soluciones a problemas y su aceptación como un ‘tipo particular de investigación’ es sustentada por el prestigio indiscutible que el Manual UPEL tiene dentro de nuestra comunidad académica.

Las normas más difundidas provienen de la American Psychological Association (APA)[1], organización de prestigio internacional que se ha encargado de regular la presentación de trabajos académicos. Dichas normas han sido ‘adaptadas’ a las necesidades de nuestra ‘cultura académica’, por la Universidad Pedagógica Experimental Libertador, a través del Instituto de Investigaciones Educativas, con la publicación del Manual de Trabajos de Grado de Maestría y Tesis Doctorales (1990). En nuestra comunidad académica dicho manual goza de prestigio y la reglamentación que se encuentra en el mismo se ha convertido en referencia obligada a los efectos de redacción y presentación de los trabajos de grado. Por su parte, muchas instituciones han elaborado sus propias normas de presentación de los trabajos de grado, pero las mismas no difieren en mucho de las recomendaciones que se encuentran en el Manual de la UPEL, aunque el tesista no podría obviarlas toda vez que constituyen exigencias internas de la institución. (Hernández, A. y Padrón, J., 1977: 8)

 

2. La adecuación de la expresión Proyecto Factible

            En este punto se intenta demostrar en dos sentidos, lo inadecuado que resulta la expresión Proyecto Factible. En un sentido, se hace un análisis del significado de la expresión y en otro sentido se estudia el esquema lógico-estructural típico de los proyectos factibles en relación directa a su significado.

2.1. El Término

Para abordar este punto se define cada palabra que compone el término de acuerdo al concepto encontrado en Microsoft Encarta (1977):

·       Proyecto (lat. Proiectu) adj. geom. Representando en perspectiva. Designio o pensamiento de ejecutar algo. Plan y disposición que se forma para el tratado o para la ejecución de una cosa de importancia.

·       Factible (lat. Ibile) adj. Que se puede hacer.  

            A partir de las definiciones de estos dos términos se infieren los primeros  supuestos del análisis aquí planteado:

(A) Si un proyecto consiste en la elaboración de un plan para realizar luego ciertas acciones, caen dentro de esta definición todos los proyectos previos a la elaboración de los trabajos de grado, independientemente del tipo de investigación a que se refiera. Igualmente, son proyectos los diseños arquitectónicos, las maquetas, los diseños de moda, etc.

(B) Si se elabora un proyecto es porque se tiene, sino la seguridad, al menos la creencia de que éste es posible de llegar a ejecutarse es decir un proyecto es en sí mismo factible, porque existe un ‘mundo posible’ (institución, grupo social, etc.) donde se pueda operativizar. En ese sentido todo proyecto (arquitectónico, de moda, etc.) es factible de realizar y en consecuencia, todo proyecto de investigación es un Proyecto Factible.

(C) Si todo Proyecto es en sí mismo ‘factible’, la combinación de los dos términos resulta redundante o de lo contrario habría que diferenciar entre proyectos factibles y no factibles; estos últimos se ubicarían en el contexto de los ‘mundos no posibles’ y dudamos que exista algún investigador que esté dispuesto a emprender la empresa de ‘investigar lo no factible’.

(D) Tomemos ahora la referencia de Mosterín (1987) respecto a las condiciones de un concepto, referencia que el autor titula Qué verdades hay depende de qué conceptos empleemos.
La extensión de un concepto es la clase de las cosas a las que ese concepto se aplica. Si identificamos los conceptos clasificatorios con sus extensiones, entonces podemos resumir las condiciones formales de adecuación de una clasificación (no solapante) diciendo que la clasificación debe constituir una partición, en el sentido matemático de este término. (Mosterín, 1987: 15).

A partir del concepto teórico de extensión lo que aquí se plantea es el análisis del concepto Proyecto Factible el cual, según su extensión, es aplicable a cierta clase de cosas que son proyectos, que son investigaciones y que son factibles. Ahora bien, como el mismo Mosterín lo afirma: En la ciencia los conceptos clasificatorios no suelen introducirse aisladamente, sino en conjuntos llamados clasificaciones (Idem: 14). La primera inferencia que se desprende de esta afirmación es que existe alguna clasificación donde es posible incluir el concepto objeto de nuestro análisis. Se infiere entonces:

(i) Existe una definición o concepto de Proyecto Factible donde, comúnmente, se incluye un tipo particular de investigación. En esta definición hay unos (x) que tienen la propiedad de ser investigaciones (I), de ser proyectos (P) y de ser factibles (F).

Formalizando:

(xI)((xP)((xF)


Como la definición incluida en (i) no es única o exclusiva, es posible establecer otras definiciones a los efectos de conocer su extensión. Entonces:

(ii) Si ocurre (i) también ocurre que, existen unas x que son investigaciones (I), que son proyectos (P) y que no son factibles (F). Aquí están incluidas las Investigaciones que son Proyectos pero que no son Factibles o mejor aún, son proyectos de investigación que nunca se llevarán a cabo porque no tienen la propiedad de ser Factibles.

Formalizando:

(xI)((xP)((x(F)


(iii) Si ocurre (ii) también ocurre que existen unos x que son Investigaciones, que no son Proyectos y que son Factibles. Aquí están incluidas las Investigaciones que son Factibles de realizar pero que no Planifican. Como siguen teniendo la propiedad de ser Investigaciones Factibles, es de esperar que alguna vez se culminen pero 'muy cuesta arriba' o de manera poco eficiente. Aquí cabría el refrán 'más moscas se atrapan con una cucharada de miel que con un tonel de vinagre' (o mejor con Baigón)

Formalizando:

(xI) ((xF) ((x(P)

(iv) Si ocurre (iii) también ocurre que existen unos x que son Investigaciones que no son Proyectos y que no son Factibles. Si x no tiene la propiedad de ser planificarse para llevarse a cabo, entonces tampoco tiene la propiedad de ser investigación.

Formalizando:


(xI) ((x(P) ( (x(F)

Ahora bien, las inferencias arriba descritas y formalizadas responden, o deben responder, a la colección de objetos que se agrupan bajo la denominación Proyecto Factible. Es decir, dentro de IPF se agrupan:

-los conjuntos de los I que son proyectos y no son factibles

-los conjuntos de I que no son proyectos pero que son factibles

-los conjuntos de I que no son proyectos ni son factibles.

Retomemos, del concepto de extensión, la condición de partición presente en cualquier clasificación y en particular a la clasificación inherente al concepto de IPF. Entonces:
Sea A una clase cualquiera de objetos. Una colección de conjuntos B1... Bn constituye una partición de A si y sólo si (1) cada uno de esos conceptos es un subconjunto no vacío de A, (2) no hay ningún elemento común a dos de esos conjuntos, y (3) cada elemento de A está en alguno de esos conjuntos (Idem:15).

Veamos si nuestro concepto cumple con la condición de ser una partición:
(1) Cada uno de sus conceptos es un subconjunto no vacío. PF no cumple con esta condición en (iv) pues no existe investigación que no se planifique y que además no sea factible.

(2) No hay ningún elemento común a dos de sus conjuntos.

(3) Cada elemento de A está en alguno de esos conjuntos.

Una conclusión general que se obtiene de desmembrar el  término Proyecto Factible es que el mismo es inadecuado porque se aplica a un tipo particular de investigación a la que se le asigna la propiedad de ser factible, con lo que habría que preguntarse si existe algún Proyecto -como sinónimo de Proyecto Factible- que no sea factible o si el resto de los proyectos previos al resto de las investigaciones son o no factibles. La otra incógnita que surge de este análisis es, sí sólo son factibles los resultados (propuestas) a que aluden los llamados Proyectos Factibles y no lo que resulta de otras investigaciones como por ejemplo, los modelos teóricos, los modelos empíricos, en general, los resultados de las investigaciones. En consecuencia, la aplicación del término factible a un tipo especial de investigación pone en entredicho la ‘factibilidad’ de los resultados del resto de las investigaciones en oposición a la ‘factibilidad’ de las investigaciones llamadas Proyectos Factibles.

2.2. El esquema lógico-estructural del Proyecto Factible de acuerdo a su significado

            En el Manual UPEL (1990: 18) encontramos la siguiente referencia en cuanto a lo que debe ser el texto de un proyecto factible:

iii. En los Proyectos Factibles (...)Lo importante es que el esquema general de organización del texto de los Trabajos y Tesis que se elaboren dentro de esta modalidad, permita la presentación sistemática del diagnóstico de la situación, el planteamiento y fundamentación teórica de la propuesta, el procedimiento metodológico, las actividades y recursos necesarios para su ejecución y el análisis de su viabilidad y posibilidad de realización. Además, si el Proyecto incluye o se circunscribe a las fases de ejecución y evaluación de una propuesta, se deben añadir secciones específicas para describir los procesos y los resultados correspondientes a cada una de estas fases.

 

            Veamos como se corresponde cada uno de estos aspectos con los contenidos en cualquier proyecto de investigación:

proyecto factible

proyecto de investigación

Diagnóstico de la situación.

Descripción de la situación problemática: análisis de una situación que presenta un déficit y necesita ser modificada.

Planteamiento y fundamentación teórica de la propuesta

Planteamiento de la situación como problema de investigación.

Selección de teorías de base.

Procedimiento metodológico

Metodología de la Investigación

Actividades y recursos necesarios para su ejecución.

La propuesta.

Viabilidad y posibilidad de realización.

Viabilidad de la propuesta.

Fases de ejecución y evaluación de la propuesta: procesos y resultados por cada fase.

Aplicación y evaluación de la propuesta.

 

            De la correspondencia entre los aspectos que forman parte del texto de un Proyecto Factible y de un Proyecto de Investigación sólo parece haber diferencias de ‘nombres’, pero no se consigue, al menos observacionalmente, una diferencia sustancial que permita sostener que los procesos de elaboración lógico-estructural para ambos casos son diferentes. En ese sentido pareciera existir, además de un uso inadecuado del término, una estructura lógica muy parecida a los proyectos generales previos a los trabajos de grado lo que no justificaría la diferenciación entre una investigación cualquiera y las que tienen como intención elaborar y aplicar propuestas.

3. Reformulación del Concepto

            Hasta ahora se han obtenido conclusiones a partir del análisis de los hechos observacionales que rodean a los proyectos factibles. Ahora se abordan dos teorías importantes que se consideran necesarias para hacer la propuesta antes mencionada: una Teoría de la Inteligencia Artificial y una Teoría de la Investigación. Para ello se parte del principio de que todo proceso de investigación es producción de conocimiento y dicha producción ocurre porque existe una situación que no satisface ciertas condiciones y ella, en sí misma, es fuente de información para iniciar un proceso de investigación que la cambie, transforme o modifique (Chacín y Padrón, 1996). De una manera más concreta el investigador lo que busca es la solución a ‘problemas’.

Esta macro-intención se establece partiendo de la necesidad de aprovechar alguna teoría preexistente para controlar o transformar las situaciones del mundo. Son los discursos investigativos que tienen carácter tecnológico, entendiendo ‘tecnología’ en sentido muy amplio, como sistema de reglas de acción que, una vez puestas en práctica, producen un mejoramiento de determinadas situaciones prácticas.

La macro-intención aplicativa cumple con dos requisitos básicos: primero, tiene que contar con una teoría previa dentro de la Red Pragmática respectiva; segundo, tiene que diseñar, a partir de esa teoría, un sistema de reglas de acción debidamente validado y ensayado, es decir, de eficiencia comprobada. Por esta razón, el discurso investigativo aplicativo se mueve entre dos aguas: el análisis teórico y el diseño práctico eficiente. En este último sentido, este tipo de discurso es también de carácter normativo o prescriptivo. (Hernández, 2000: 138)

 

En alusión a la Teoría de la Inteligencia Artificial de Haton y Haton (1991), los problemas pueden abordarse en un sentido DECLARATIVO (que en Chacín y Padrón se llaman C-Problemas) y en un sentido PREOCEDIMENTAL (o pragmático, que en Chacín y Padrón se llaman P-Problemas):

Un C-Problema se define por referencia a una incompatibilidad entre medio circundante y representaciones de dicho medio o, también entre unas y otras representaciones cognitivas. Por su parte un P-Problema se define en términos de deficiencia de una situación real por relación con una situación posible y con un cierto nivel o estándar de subsistencia. Un C-Problema genera cuerpos informacionales que a su vez permiten detectar P-Problemas y ser aplicados a su resolución (es decir conocimientos que generan acciones y tecnologías de acción). A la inversa, un P-Problema genera C-Problemas (las necesidades de acción urgen a las de producción de conocimientos) y, finalmente, los P-Problemas ya resueltos generan datos para la solución de C-Problemas (todo resultado de la acción promueve reajustes en los cuerpos de conocimiento).

(Chacín y Padrón, 1996: 104)

            La clara diferenciación que el autor hace entre ‘problemas pragmáticos’ y ‘problemas cognitivos’ permite establecer la relación entre problema y tipo de investigación pues, un problema del tipo C-Problema responderá a una forma particular de investigación y un problema de tipo P-Problema también responderá a una forma particular de investigación. Estas ‘formas’ de investigación se corresponden con las fases de investigación que se encuentran en el Modelo de Variabilidad de Padrón (1992), el cual se aborda a continuación.

            En primer lugar se toma como referente del Modelo de Variabilidad de Padrón (1992), las fases sincrónicas y diacrónicas de la investigación. En la fase sincrónica se encuentra el  componente extraestructural y el lógico-estructural de la investigación y en ambos el estilo epistémico tanto de la organización donde se inscribe el estudio como del investigador. “Son configuraciones cognitivas constantes, que definen esquemas operativos típicos de adquisición de conocimientos en el individuo y en las organizaciones” (Chacín y Padrón, 1996: 74). Aquí se conjugan:

à      los intereses investigativos de la organización, es decir, las áreas de estudio que desea abordar

à      la filosofía que sustenta su estructura (misión, visión, etc.)

à      el interés del investigador

à      las áreas de conocimiento que son su dominio

à      su forma o estilo de abordar la realidad

En el componente lógico-estructural se encuentran los tres aspectos que sustentan ‘estructuralmente’ a las investigaciones:

à      lo empírico constituido por el conjunto de eventos observables que le ofrece la situación problemática

à      lo teórico formado por las teorías o modelos, leyes e hipótesis en que sustentará la solución del problema

à      lo metodológico conformado por el conjunto de procedimientos que le facilitarán el paso desde  lo empírico hasta lo teórico para solucionar el problema de investigación.

            Desde la fase diacrónica los trabajos de investigación se relacionan con Programas (en el sentido de Lakatos, 1983) para poder alcanzar un carácter transindividual, con conocimiento-acción pues “toda acción racional se evalúa en atención a su grado de éxito y, a su vez el éxito de toda acción depende de los conocimientos en los cuales se apoya” (Idem: 76). De esta manera, la investigación responde a un conjunto de fases en su desarrollo que pueden ser:

à      Descriptiva (organización de una realidad: estudio de diferencias, semejanzas, representaciones, etc.).

à      Explicativa o constructiva (explicación de la realidad organizada).

à      Contrastiva o de validación (evaluación de las construcciones de la realidad).

à      Aplicativa o Tecnológica (empleo de las construcciones en una realidad).

            Estableciendo las relaciones entre los C-Problemas y los P-Problemas y las fases de desarrollo de la investigación, encontramos que las investigaciones de tipo descriptiva, explicativa y contrastiva plantean C-Problemas, mientras que una fase aplicativa planteará un P-Problema.

            De esta breve revisión teórica se extraen las siguientes deducciones:

·       En toda investigación se cumple una Fase Sincrónica con la que se logra una doble relación: la del investigador con la organización y la de ambos con una estructura lógica que fundamenta el estudio esto es, una situación real (lo empírico), un conjunto de teorías de base (lo teórico) y un conjunto de procedimientos para abordar el estudio (lo metodológico).

·       En toda investigación se cumple una fase diacrónica que entrelaza a la investigación con redes y acciones de conocimiento, para poder desarrollar fases en su proceso, las cuales pueden ser Descriptiva, Explicativa, Contrastiva y Aplicativa. Estas se combinan entre sí, por lo que en una investigación pueden estar presentes todas las fases o sólo algunas de ellas o sólo una de ellas.

·       Las investigaciones denominadas Proyectos Factibles se realizan a partir de la formulación de P-Problemas, esto es, el investigador establece relaciones entre una situación deficitaria  y ciertas posibilidades de modificación, cambio o transformación.

·       Si un P-Problema ofrece opciones de solución a una situación deficitaria, entonces un P-Problema se constituye en la fase de desarrollo de la investigación del tipo Aplicativa donde el investigador seleccionará teorías o modelos para emplearlos en la situación deficitaria y poder así transformarla.

·       Todo P-Problema plantea un cambio, transformación o modificación por tanto todo P-Problema es una investigación de tipo aplicativa y no simplemente un Proyecto Factible.

            Queda teóricamente demostrado la inadecuación del término Proyecto Factible y la sustitución del mismo por el término Investigación Aplicativa.

 

Referencias

 

- Chacín y Padrón (1996): Investigación-Docencia. Temas para Seminario. Caracas: USR.

- Enciclopedia Microsoft® Encarta® 97 © 1993-1996 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.

- Hernádez, Acacia (2000) La Investigación como Discurso. Tesis Doctoral. Caracas: USR.

- Hernández, A. y Padrón, J.: Referencias Básicas en la Producción de una Tesis Doctoral. (Curso-Taller, Nivel General). Caracas.

- Lakatos (1983):

Mosterín, Jesús (1987): Conceptos y teorías en la ciencia. Alianza: Madrid.

-Padrón, José (1992): Aspectos Diferenciales de la Investigación Educativa. Caracas: USR.

- UPEL (1998): Manual de Trabajos de Grado y Maestría y Tesis Doctoral de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador. Caracas: UPEL.

 


 

[1] American Psychological Association, organization for the promotion of psychology as a science, a profession, and a means of promoting human welfare. The organization was founded in 1892 at Clark University, Worcester, Massachusetts, and incorporated in 1925. Voting membership in the association is limited to persons holding a Ph.D. degree in psychology. The association, which has more than 118,000 members, publishes an annual directory and some 28 periodicals, including the Journal of Experimental Psychology, Psychological Abstracts, and American Psychologist. The headquarters of the association is in Washington, D.C.

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