Extracto de Padrón, J. (1996): Qué es un Problema de Investigación, en Chacín, M. y Padrón, J.: Investigación-Docencia, Temas para Seminario. Caracas: Publicaciones del Decanato de Postgrado de la USR. Disponible: http://padron.entretemas.com/Que_es_un_problema.htm
DIFERENCIA ENTRE PROBLEMAS COGNITIVOS (que reflejan una duda o incógnita) Y PROBLEMAS PRÁCTICOS (que reflejan una situación deficitaria o mejorable).
Con lo dicho arriba tenemos ya un
primer acercamiento al concepto de “problema”. Es fácil ver que este
acercamiento sólo ocurre en el nivel de los cuerpos informacionales, o sea, sólo
tiene un alcance cognitivo. Pero
las estrechas relaciones entre conocimiento y acción, tal como vimos antes, nos
hacen sospechar que debe haber también un alcance accional o
pragmático.
Para desarrollar esta
idea volvamos a lo dicho inicialmente, a la idea de la necesidad de cambios
adaptativos y/o transformativos en función de la sobrevivencia. Existe un cierto
nivel relativo de adecuación, o sea, cierto estándar relativo de sobrevivencia
en atención al cual es posible distinguir entre situaciones más o menos
adecuadas o satisfactorias (desde un extremo positivo de progreso hasta un
extremo negativo de riesgo o amenaza, pasando por situaciones intermedias de
simple seguridad o estabilidad). Así, toda situación real es comparable con otra
situación posible, de tal modo que si la primera es inferior a la segunda bajo
la referencia del nivel de adecuación o del estándar de sobrevivencia (que
siempre es relativo), tiene lugar entonces un “Problema”, el cual incluye no
sólo el hecho de que la situación real sea deficitaria con respecto a otra
situación posible, sino también la selección de aquellos pasos estratégicos que
permitan transitar de una hacia otra. Y éste es, precisamente, el sentido
pragmático del término “problema”, estrechamente vinculado a la necesidad de
aplicar cuerpos informacionales disponibles y ya consolidados para la
transformación de situaciones deficitarias en situaciones mejoradas. En efecto,
cada vez que se plantea una meta de cambio es porque la situación vigente
resulta “problemática” (insostenible, deficitaria o, cuando menos, mejorable). Y
surge entonces la necesidad de transformarla, lo cual equivale a plantear una
meta de cambio junto a la necesidad de diseñar una secuencia de pasos para
arribar a dicha meta.
Como puede verse, ambos
sentidos del término “Problema” (para mayor comodidad distingamos
provisionalmente el sentido cognitivo
y el sentido pragmático de ese
término con las convenciones ‘C-Problema’ y ‘P-Problema’,
respectivamente) se hallan íntimamente relacionados entre sí, a modo de ciclo
iterativo. Un C-Problema se define por referencia a una incompatibilidad
entre medio circundante y representaciones de dicho medio o, también, entre unas
y otras representaciones cognitivas. Por su parte, un P-Problema se
define en términos de deficiencia de una situación real por relación con una
situación posible y con un cierto nivel o estándar de subsistencia. Un
C-Problema genera cuerpos informacionales que, a su vez, permiten detectar
P-Problemas y ser aplicados a su resolución (es decir, conocimientos que
generan acciones y tecnologías de acción). A la inversa, un P-Problema
genera C-Problemas (las necesidades de acción urgen a la producción de
conocimientos) y, finalmente, los P-Problemas ya resueltos generan datos
para la solución de C-Problemas (todo resultado de la acción promueve
reajustes en los cuerpos de conocimiento).
Esta diferencia entre
C-Problemas y P-Problemas, así como sus interdependencias cíclicas,
pueden verse en las siguientes formulaciones, típicas de la escolaridad y de los
pasatiempos:
1. Pedrito fue al abastos con la
cantidad de Bs. z. Gastó Bs. y en la mercancía a y Bs. w
en la mercancía b. Recibió de vuelto Bs. x. ¿Cuál es el valor de
x?
2. En la figura A hay cuatro
palillos que representan una pala y un círculo negro que representa una basura
en la pala. En la figura B la basura aparece fuera de la pala. ¿Cómo
pasar de A a B moviendo sólo dos palillos?
3. Supón que tú y yo tenemos
exactamente la misma cantidad de dinero. ¿Cuánto tengo yo que darte para que
llegues a tener Bs. 10 más que yo?
4. Hay dos habitaciones, cada una con
un letrero en la puerta. En la habitación A, el letrero dice: “En esta
habitación hay un tesoro y en la otra, un tigre”. En la habitación B, el
letrero dice: “En una de estas habitaciones hay un tigre y en una de estas
habitaciones hay un tesoro”. Pero uno de estos dos letreros miente. ¿Cuál es
la habitación menos peligrosa?
5. ¿Cómo obtener la cifra más alta
escribiendo tres veces el número 4 sin utilizar ningún signo de operación?
6. En la figura siguiente hay unos
círculos dispuestos en forma de triángulo y, al lado, los números del 1 al 9.
¿De qué modo pueden llenarse los círculos con los números (sin repetición), tal
que cada uno de los lados del triángulo sume 20?
Puede verse que 1, 3 y 4 constituyen
problemas en el sentido cognitivo (C-Problemas), ya que suponen, en principio y
de inmediato, una incompatibilidad entre la realidad planteada y los mapas
representacionales disponibles[8].
La respuesta es un dato, una proposición que completa satisfactoriamente la
descripción del ‘mundo’ que está planteado en la formulación. En el problema nº
1, por ejemplo, el planteamiento es una descripción incompleta de la acción de
Pedrito. Y la respuesta, por su parte, algo así como x = z -y -w, es ya una
descripción completa. En cambio, los problemas 2, 5 y 6 constituyen P-Problemas
porque remiten a la configuración de una acción. En éstos no importa el dato o
la descripción de un ‘mundo’, sino el algoritmo o el heurismo o la ‘receta’ que
define los pasos de una acción según la cual se transforma una situación
planteada como deficitaria en una situación planteada como óptima. Por ejemplo,
en el problema nº 5 lo que importa y lo que se solicita no es la cifra más alta
posible construida con la triple escritura del número 4, sino el modo en que es
posible lograr eso. Por eso, la respuesta correcta es algo así como: escribir
un 4 como base, luego otro 4 como potencia y un último 4 como potencia de la
potencia, donde lo que interesa es la secuencia de pasos y no los tres 4
ordenados correctamente (esto último es la demostración de la respuesta, pero no
la respuesta que se solicitaba; esto resulta más evidente en el problema nº 2,
donde no basta que presentemos de una vez la figura B, sino que es necesario
mostrar cómo se mueven los dos palillos para obtener esa figura B).
Las interrelaciones
cíclicas entre problemas cognitivos y pragmáticos pueden quedar claras si se
advierte que los C-Problemas generan representaciones descriptivas y
explicativas del mundo, mientras que los P-problemas generan
representaciones normativas o prescriptivas de acción. Además, los
P-problemas constituyen aplicaciones de datos cognitivos (obtenidos a
partir de C-Problemas) a cambios situacionales. Esto equivale, simplemente, a lo
siguiente: para transformar una situación o para formular normas de actuación
(P-Problemas) es necesario disponer previamente de descripciones y explicaciones
adecuadas de dicha situación (C-Problemas) y, a la inversa, el ensayo de
prescripciones de actuación (P-Problemas) es indispensable para reajustar las
descripciones y explicaciones situacionales (C-Problemas). Es esta diferencia la
que nos permite hablar de “Ciencia” y “Tecnología”, en el sentido de
conocimiento descriptivo-explicativo que sirve de fundamento al conocimiento
aplicativo-prescriptivo. El problema nº 5, por ejemplo, siendo de carácter
pragmático o prescriptivo, es imposible de resolver sin que previamente hayamos
construido el concepto de ‘potencia’. El problema nº 1, en cambio, siendo de
carácter cognitivo, nos permite construir aplicaciones sobre la mejor manera de
definir las compras y los gastos, etc.
Una diferencia formal o
lingüística entre C-Problemas y P-Problemas es, tal como puede verse en las
muestras 1-6, que los segundos obedecen a (o pueden ser transformados en) la
forma general
¿ cómo hacer para que
j
?,
donde
j
es una función
proposicional que describe un logro o situación deseada[9].
Todo C-Problema, en cambio, obedece a (o puede ser transformado en) formas
generales del tipo siguiente:
¿qué (o cómo) es x
? (donde x es un individuo o entidad)
¿cuál(es) x
satisface(n) el conjunto de propiedades F ?
¿Por qué q? (donde
q es una proposición que describe un evento o una relación entre eventos)
¿En qué medida es
verdadero q?
¿Qué relaciones vinculan
a p y q ? (donde p es otra proposición que también describe
un evento o una relación entre eventos)
Resumiendo, las
diferencias principales entre C-Problemas y P-Problemas están, por un lado, en
que los primeros exigen respuestas descriptivas o explicativas, mientras que los
segundos exigen respuestas prescriptivas. Por otro lado, los primeros tienen una
función general básica, mientras que los segundos tienen una función aplicativa.
Y, finalmente, hay típicas diferencias en su forma lógico-lingüística.