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José Padrón G.

INTERVENCIÓN EN EL FORO "RELACIONES UNIVERSIDAD-LÍNEAS", 18-04-04

 

Parece haber hasta ahora en este foro un acuerdo general en que las relaciones disfuncionales entre la universidad y sus líneas se explican a partir de las relaciones entre 'burocracia' y 'academia'. Esto ha sido expresado muy directamente por Alicia, Ninoska y Ana Rosa. Y yo estoy de acuerdo (si no estuviera, me contradiría con lo que había dicho sobre ablandamiento académico y endurecimiento burocrático). Pero me gustaría resumirlo y detenerme en algunos detalles.

1. Creo que la Burocracia puede definirse como la subestructura o el aparato de 'oficina' dentro de una organización (trámites, controles, seguimientos…). Como dice Ninoska, la Burocracia es el sistema de alcabalas (con sus patrullas, vigilantes, etc.) para el tránsito o flujo de trabajo por las carreteras de la organización. Dicho así, la Burocracia no es en sí misma mala o negativa. Al contrario, debería ser algo muy positivo. Pero se torna perversa cuando pretende imponerse por encima del flujo de trabajo, cuando concibe su función como una oportunidad de poder y dominación y cuando, por tanto, ya no opera en función de la fluidez del tránsito sino en función de obtener ventajas propias particulares, llegando a devorar el propio flujo de trabajo de la organización. La metáfora es buena, porque, de hecho, eso tiende a ocurrir en las alcabalas de tránsito. Más aún, eso suele ocurrir en general en toda "alcabala" o en todo aparato de oficina. Cuando hice el documento de "referencias para una revisión del postgrado USR", en una nota al pie de página, escribí eso mismo, llamándolo el "Complejo del Mostrador": 'La metáfora radica en la imagen del pequeño empleado ubicado detrás de un mostrador o taquilla de atención al público, el cual llega a sentirse grande y omnipotente cuando ve que en sus manos está la solución del problema de algún cliente o usuario, problema que en sí mismo podría resultar cotidiano y banal, pero que, para el usuario y según las circunstancias, llega a convertirse en delicado y crítico (abordar el avión estando en una lista de espera, conseguir una entrevista de importancia, ser exonerado de una multa...). Entonces, de empleado subalterno y mal pagado, el individuo llega prácticamente a comportarse como un dios ante el desesperado usuario, ejerciendo toda una relación de dominación, aunque sólo sea circunstancialmente. Junto a algunas secretarias, oficiales de tránsito, empleados de líneas aéreas, etc., también algunos docentes son descritos por el Complejo del Mostrador, especialmente cuando se trata de cosas como aprobar un proyecto de tesis u obtener una calificación.' Lo que no me imaginé para la fecha en que escribí eso es que no son sólo las secretarias ni los fiscales de tránsito ni, en general, los empleados de baja categoría, sino que los rectores, decanos, etc., tienden a ser la representación más evolucionada y sofisticada del "complejo del mostrador". Son todavía peores que los humildes oficiales de tránsito. Ahora me doy cuenta de que ese complejo del mostrador en realidad es la base de la perversión de la Burocracia, algo así como su génesis: cuando el burócrata se da cuenta de ciertas oportunidades de poder, entonces no sólo la ejerce, sino que la refina, la consolida y la convierte en todo un sistema de dominación que tiende a crecer y a engullir cada vez más, con un hambre insaciable. Es dentro de esa perversión de la Burocracia donde tienen lugar las cosas que Ninoska describe sumamente bien: 'Una estructura burocrática trabaja con una lógica de estancos, se dirige al desarrollo de tareas y funciones y uno de sus ejes estructuradores es la jerarquía, que demandan obviamente un sujeto no deliberante sino disciplinado y no contestario. La autoridad y el poder que se adscribe a una posición de mando tiene su pivote central en el acaparamiento de la información, de manera que el poder se concentra en la medida en que la autoridad conoce las piezas de juego pero no las da a conocer; esto representa una tremenda discrecionalidad que abre las compuertas a la irracionalidad de la aparente racionalidad en que se basan las decisiones que se toman.' Esto me parece una descripción admirable de la Burocracia perversa. Por eso dice Ninoska que 'la estructura burocrática de una institución como la universitaria no es el espacio posible para lograr lo que propone la Dra Inciarte' (aunque sé que Alicia jamás se imaginó lo contrario, sino que sólo apuntaba a una situación ideal, sin Burocracia perversa). Pero sí es cierto que, mientras las instituciones universitarias se desarrollen dentro de una Burocracia perversa, la Academia no tendrá ninguna oportunidad. Con esto entramos en una definición de 'Academia', que es el otro miembro del binomio sobre el cual todos en este foro, aparentemente, estamos basando nuestras explicaciones al problema de las relaciones universidad-líneas. Pero antes, me interesa repetir que, teóricamente, hay una Burocracia 'sana' y hay una Burocracia 'perversa' (para los teóricos de la Organización y la Gerencia sería un trabajo interesante explicar cómo, bajo qué condiciones y procesos, se pasa de la una a la otra).

2. La Academia constituye en las instituciones universitarias lo que en las organizaciones en general se concibe como 'flujo de trabajo', como proceso sustantivo y como esencia de la 'misión' organizacional. Lo particular de la Academia está en sus nexos con el Conocimiento y las Tecnologías, dotados de altos niveles de socialización y sistematización. Pero estos nexos se remiten originalmente a dos instancias: la instancia de PRODUCCIÓN de Conocimientos y Tecnologías y la instancia de DIFUSIÓN o ENTREGA de los mismos hacia las comunidades, especialmente en la modalidad de formación de los miembros de esas comunidades. Vemos que la primera instancia equivale a la función de INVESTIGACIÓN y que la segunda corresponde a la función de DOCENCIA. Pero ambas instancias obligan a una tercera instancia y quedan enlazadas mediante ésta: la EXTENSIÓN, correspondiente a aquella función que hace los puentes entre los Conocimientos-Tecnologías y las Comunidades. No hace falta esforzarse mucho para entender que estas tres instancias o funciones son estrechamente interdependientes y que, si una de ellas marcha mal, también las otras marcharán mal.
Pero, igual que en el caso de la Burocracia, la anterior es una versión 'sana' de la Academia. Hay también una versión 'perversa'. Esta Academia perversa se revela cuando esas tres funciones van desligadas. El caso típico es cuando la Docencia engulle a las otras dos funciones, generando el fenómeno perverso de la 'profesionalización' o de la Academia exclusivamente profesionalizante. En ese caso, la institución universitaria sólo se dedica a generar egresados, a graduar gente, dejando de lado la Investigación y la Extensión. Así el 'Curriculum' se convierte en el rey sol de la Academia, devorando las otras dos funciones. ¿Y cómo se generan estos graduados, cómo se gradúan, con qué 'Conocimientos' y 'Tecnologías' se forman? No es, por cierto, con los Conocimientos y Tecnologías provenientes de la función de Investigación de la propia Academia, sino con los que provienen de la Investigación de los países industrializados dominantes, de las grandes Academias imperialistas. Los currículos universitarios están TOTALMENTE plagados de contenidos importados de esos grandes centros de dominación, de modo que los egresados universitarios, los profesionales del país, vienen a ser una réplica del modelo de profesionales impuesto desde esos grandes centros, obedientes y disciplinados ante los requerimientos de los países industrializados. ¿Qué queda entonces para la función de Investigación? Nada. Se convierte en un adorno. Eso explica por qué puede llegarse a desatender y hostilizar a los investigadores y a las líneas de investigación. Eso explica por qué sí disponen de dinero para pagar clases y facilitadores, pero no para pagar investigadores ni asistentes de investigación (con la solemne excepción de aquellos burócratas que ingresan haciéndose pasar por investigadores y de aquellos asistentes de investigación que les contratan a estos mismos burócratas para que éstos amplíen aun más su poder burocrático y su vanidad personal). Desde esa óptica la verdadera investigación no hace falta, es un estorbo, una vez que la Academia perversa, 'curriculera', hace alianzas con la Burocracia y centra su interés en PROFESIONALIZAR, sin saber tampoco para qué (de hecho, ¿alguien alguna vez ha oído o leído alguna respuesta institucional a la pregunta de para qué queremos doctores, por ejemplo?). Dentro de esta perspectiva, priva la figura de un cierto 'investigador' experto en iluminismo o en réplicas de investigaciones foráneas, cuyo ideal es publicar en revistas indexadas para luego optar a los premios de PPI y CONABA, con los cuales la Burocracia se siente 'Investigadora'. La función de EXTENSIÓN, por su parte, resulta la más humillada, pisoteada y vejada, pasando a ser una simple agencia de recreación, deporte y relaciones públicas (no voy a detenerme en esto, pero el problema de Extensión es algo mucho más profundo e importante de lo que parece).

3. Pasando ahora a las relaciones entre Burocracia y Academia, nos vemos obligados a cruzar también las variantes 'sana' y 'perversa', al modo de una matriz 2x2. Lo que quiero decir es que entre una Burocracia sana y una Academia sana no hay problemas. Ése es el ideal al que se refería Alicia, me parece, y es también el ideal de una sociedad realmente productiva y soberana. Entre una Burocracia perversa y una Academia perversa tampoco hay problemas en el sentido de que no hay conflictos, aunque viene siendo lo peor que podamos imaginar y viene siendo, creo, el camino que progresivamente han venido recorriendo nuestras universidades. Las relaciones entre una Burocracia sana y una Academia perversa serían conflictivas y sólo se darían si finalmente llegara a este país una autoridad con la suficiente entereza, honestidad y sabiduría como para hacer cambiar a nuestras academias. Si eso ocurriera, utópicamente hablando, la burocracia sana terminaría venciendo la academia perversa y ese tipo de relación nos llevaría al ideal de 'sano' con 'sano'. Pero la relación más realista que estamos viviendo es la que se da entre una burocracia perversa y una academia sana. Vale la pena concentrarse en esta última relación, porque eso es lo que nos está ocurriendo. ¿Cómo funciona esta relación? En el plano empírico (ubicándome en el nivel 2 de los temas de este foro) uno puede ver cómo, por ejemplo, en el postgrado de la USR ha aumentado significativamente la cantidad de secretarias y de asistentes y se han multiplicado las "alcabalas" de Ninoska, mientras que se han eliminado, selectivamente, los contratos a profesores contratados por HP para investigación (la atmósfera me recuerda a la antigua cultura de la vieja PDVSA: reuniones en el hotel vecino, con sus respectivos refrigerios y mesoneros, antesalas y lobbies con las autoridades, el énfasis en las formalidades y en la llamada "majestad del cargo", etc.). ¿No implica todo eso un gasto de dinero y recursos muchísimo mayor que el se requeriría para atender las líneas de investigación? La única explicación a esto es que el foco y la prioridad está en el fortalecimiento de la Burocracia, basada en una Academia profesionalizante y exclusivamente docente (o sea, perversa), en detrimento de la Academia sana. Esto explica bastante las relaciones entre las universidades y sus líneas de investigación. Cualquiera podría decir que esto es sólo en la USR y que se trata de un caso aislado. Yo no creo…, y podríamos discutirlo con datos observacionales a mano. Como por ahora, para no alargarme, no quiero mencionar otros casos que también conozco, voy a remitirme sólo a dos hechos genéricos, constatables en todos los doctorados en ciencias sociales de este país: el primero es el "ablandamiento académico" (que se revela en el gran auge del esoterismo, el palabrerío, el iluminismo y la psicoterapia de vivencias en los seminarios doctorales); el segundo es un hecho muy viejo y universal: cada vez que hay unas jornadas de investigación, las 'autoridades' abren el acto con una retórica típica, dan sus discursos grandilocuentes… y luego se retiran del evento aduciendo sus solemnes compromisos burocráticos. Esto podría ser un dato banal, pero para mí es sumamente revelador: sus prioridades andan por otros lados, pero no por el lado de la investigación, respecto a la cual no se enteran por dónde anda ni cuáles son sus problemas.

Otra cosa importante dentro de esta relación 'Burocracia perversa / Academia seria' es lo que decía Alicia en una de sus intervenciones: los burócratas (estamos hablando de los perversos) no saben de investigación, ya que dedicarse a la conquista del poder es incompatible con dedicarse a resolver problemas científicos. La prueba está en las producciones: comparemos las producciones escritas de los burócratas con las de los académicos y veremos una enorme diferencia, no tanto en cantidad, sino en calidad. El burócrata no escribe (tiene sus propias secretarias que les escriben los discursos). De allí que el académico serio sea su peor enemigo: es el que le puede quitar prestigio y brillo (dado que ante el mundo luce más la sabiduría que la habilidad), de donde surge esa dialéctica en que el burócrata trata primero de comprar al académico y, si no lo logra, le declara la guerra. Es por eso por lo que aquel amigo gringo me escribía que "conocimiento no es poder" (distinto a lo que sostiene Lyotard), sino un tipo especial de riqueza que suele llegar a ser el peor enemigo del poder.

4. Una última cosa: ¿de dónde resulta el paso de una Burocracia sana a una Burocracia perversa y de una Academia sana a una Academia perversa, junto con todas las combinaciones que salen de esa matriz 2x2? Yo comencé a pensar desde hace muy poco que todo depende de una visión de la sociedad, de la cual se deriva una concepción de la universidad y, de allí, una visión de la Investigación. Se trata de la contraposición entre los modelos INDIVIDUALISTA y COLECTIVISTA. Es en el modelo individualista donde surgen los deseos de poder y de dominación (burocracia perversa) y donde surgen las concepciones profesionalizantes de la Universidad (Academia perversa), las cuales confluyen en una única cosa: ascender a la cima a como dé lugar, sin importar los medios, aunque sean perversos. Si quieren más detalles sobre este punto 4, pueden revisar el documento que está en http://padron.entretemas.com/Inv_TransfSoc/index.htm