Document created: 5 March 04
Air & Space Power Journal - Español Primer Trimestre 2004

Palabras y Armas

El Poder del Discurso

Teniente Coronel Edith A. Disler, USA

http://www.airpower.maxwell.af.mil/apjinternational/apj-s/1trimes04/disler.html

Por lo tanto las nuevas formas de pensar, o el paradigma de complejidad, pueden crear un modelo y un entendimiento de los grandes conflictos regionales que no se podrían desarrollar siguiendo nuestro paradigma científico tradicional y sus modelos simples, lineales y universales. Guiado por la estética de la complejidad y la especificidad, la nueva forma de pensar desarrolla modelos que fortalecen nuestro entendimiento con un mayor número de variables; que crean profundidad y sofistificación con variables independientes; que describen sistemas abiertos sujetos a condiciones globales; y que capturan los fenómenos políticos y económicos como productos de la era en que ocurren. Operando en los espacios libres, la nueva forma de pensar nos reta a defender nuestros patrones de pensamiento vigentes durante 300 años: ¿Son la simplicidad, la linealidad y la universalidad la única forma de pensar acerca del mundo?

—Dr. Gerry Gingrich
National Defense University

Siguiendo el “paradigma científico tradicional y sus modelos simples y lineales” que Gingrich cita arriba, en la Fuerza Aérea enfocamos la guerra moderna con una propensión a ensalzar las virtudes de la tecnología en los aviones de ataque, las plataformas de reconocimiento e incluso el trabajo personal asistido por computadoras. Valoramos la información de tiempo real con la que se toma decisiones y planean respuestas y deploramos la burocracia que debemos navegar para comprar el equipo necesario que nos facilite la información en tiempo real. Los miembros de la Fuerza Aérea se comunican diariamente en persona, por e-mail y por teléfono. Sin embargo, descuidamos el estudio de lo que el control de satélites de inteligencia, el vuelo de los aviones de ataque, el trabajo personal asistido por computadoras e incluso la burocracia tienen en común—el discurso. Sea interpretando una foto satelital, asimilando la información en una pantalla elevada o comunicándose como un oficial de acción del Pentágono, los miembros militares no son sino seres humanos, que actúan dentro de un establecimiento social específico mediante el uso del discurso. El análisis del discurso incluido en nuestras interacciones diarias es, según este artículo, la operación en las “áreas de ‘espacios libres’ del pensamiento y descubrimiento no cubiertas por el antiguo pensamiento y las disciplinas académicas tradicionales.”1 Este artículo explorará la compleja red de discursos que en conjunto dan y producen la acción humana, poniendo atención particular en los fundamentos teóricos de tal análisis y la estructura del análisis propuesto por el análisis del discurso mediado.

Sistemas de Comunicaciones
 versus Comunicación

Los estrategas y teóricos militares han dedicado volúmenes a la función de la tecnología de información en la estructura actual de la defensa, pero menos atención al impacto de esas tecnologías sobre los individuos que las utilizan. Como señala el investigador principal de INSS Martin Libicki,

“La información siempre ha sido parte del conflicto, pero en los tiempos pasados se ha circunscrito casi por completo al nivel humano: quién es el enemigo, cuáles son sus intenciones, qué puedo ver o escuchar de él, y cuál es la mejor manera de confundirlo. Hoy, la información analógica de nivel humano se complementa con una gran cantidad (quizás en exceso) de información generada por máquinas, que puede procesarse aún más y distribuirse por medios electrónicos”.2

Pero, hasta que las plataformas tecnológicas puedan emprender la guerra entre ellas sin la intervención del ser humano, tenemos que aceptar el hecho de que la guerra aún la luchan las mentes “analógicas de nivel humano”, asistidas por un número creciente de herramientas culturales avanzadas. Por esa razón, deberíamos detenernos a considerar las formas en que los varios discursos, incluyendo las palabras escritas, habladas, imágenes y otras señales se combinan y nos inducen a realizar determinada acción.

En el estudio RAND de 1996: El Grupo de Combate Aéreo Virtual: La Promesa de las Tecnologías de Información, los autores predicen una era en que miembros dispersos de un grupo de combate aéreo puede reunirse como un grupo virtual, usando comunicaciones en red y tecnologías de información.3 Entre otras ventajas, señalan los autores, se encuentra la capacidad de mantener a la gente alejada del peligro y minimizar el número de personas necesarias. Añaden que “La unidad militar debe entender su entorno, tener algún conocimiento de la posición y las intenciones del enemigo, ser capaz de evaluar sus propias fortalezas y debilidades, y estar enterada de lo que están haciendo las otras fuerzas amigas. En este aspecto, la comunicación es fundamental”.4 ¿Pero qué es comunicación?

Para la mentalidad militar, la “comunicación” puede implicar la red apropiada de enlaces satelitales seguros e inseguros, cables de fibra óptica o frecuencias de radio; para el lingüista, sociólogo o sicólogo cognoscitivo la comunicación es un asunto más bien humano. Algunos teóricos militares se las arreglan para mantener control de esta dimensión humana. El autor del Instituto de Estudios Estratégicos Nacionales (INSS) David Alberts dice: “Aún no se han determinado los conceptos de comando apropiados para un campo de batalla rico en información, incluso en el nivel más básico. Se han señalado problemas relativos a los efectos potenciales negativos de la mayor visibilidad en las operaciones en todos los niveles, incluyendo el potencial para exceso de información, especulaciones, microgestión, represión de iniciativas y distracción”.5 Estas complicaciones enfatizan el hecho que los sistemas de comunicación pueden estar funcionando bien, pero no así la comunicación. En este caso es interesante encontrar una estructura mediante la cual podamos examinar la confluencia de tecnología y discursos para determinar exactamente lo que causa “el exceso de información, la especulación, la microgestión, la represión de iniciativas y la distracción”. La solución puede ser parcialmente tecnológica, y ciertamente es también un asunto de percepción humana.

Un problema con la concentración en la tecnología es la premisa fundamental de la metáfora del “conducto de transmisión”. Es la noción de que la comunicación viaja del emisor al receptor, como por un tubo, siendo el idioma (o ceros y unos digitales) el conducto de transmisión. Los filósofos y teóricos han explorado desde hace mucho tiempo las complejidades de la comunicación y la interacción mucho más allá del modelo de comunicación emisor—receptor. La comunicación no es tan simple como la noción emisor—receptor; por lo tanto, nuestra tecnología de emisor—receptor no es realmente la gran panacea que deseamos para las acciones militares contemporáneas y del futuro. Los usuarios e inventores de la tecnología de información están más interesados en saber cómo pasar más información por el tubo. Por otro lado, los estudiantes de lingüística y sociología se interesan más en cómo entienden los humanos la información cuando ésta es generada, escuchada o leída; cómo se puede impactar al discurso en varios puntos del camino; y cómo ese discurso produce acciones humanas específicas.

Considere el trabajo del filósofo Mikhail Bakhtin quien explora en gran profundidad la realidad de que todas las interacciones son “dialógicas”. Es decir, cada expresión es influenciada por expresiones previas y una variedad de suposiciones culturales y personales. Bakhtin dice, “La expresión viviente que ha adquirido significado y forma en un momento histórico particular y en un entorno socialmente específico, no puede dejar de rozar las miles de hileras dialógicas vivientes, entretejidas por el sentido socioideológico alrededor del objeto dado de una expresión”.6 En otras palabras, una expresión no es estática. Las palabras comunicadas por operadores que están en un lugar a un grupo aéreo virtual en otro lugar pueden tener importancia distinta en momentos y lugares distintos para operadores con distintas capacitaciones, experiencias, misiones y órdenes de tareas.

A medida que se interpretan, se reacciona y se transfieren esas palabras (o imágenes) a otros operadores, el significado invariablemente cambiará en el camino. En el diálogo, dice Bakhtin, las palabras viven una “doble vida”. Eso se debe, en un contexto combinado, a que no se puede adoptar o interpretar las palabras de otro, “sin perder sentido y tono”.7 Aunque se puede emitir una orden escrita o verbal, el que la ejecuta no puede captar todo el “sentido y tono” de lo que está en la mente del comandante, algo creado dialógicamente a partir del conocimiento y la experiencia del comandante. Esta diferencia puede o no afectar las acciones concretas tomadas en respuesta a la orden. Normalmente una orden es considerada objetiva por naturaleza, aunque Bakhtin afirmaría que el dialógico inherente a su emisión lo vuelve relativo, “subjetivo, sicológico y (frecuentemente) aleatorio” en carácter.8 Esta subjetividad nunca se podrá eliminar por completo, al igual que la tecnología nunca será perfecta.

Una fuente de la subjetividad de interpretación es la mente humana y los procesos sicológicos particulares de cada individuo. L. S. Vygotsky, un contemporáneo de Bakhtin, puso énfasis particular en la dimensión social de la conciencia.9 Uno de los temas de Vygotsky es “su afirmación que los procesos sociales y sicológicos humanos son fundamentalmente moldeados por los ‘recursos mediacionales’, especialmente el idioma, que ellos emplean”.10 Por consiguiente, en el dominio de la tecnología militar, las computadoras del grupo aéreo virtual o las plataformas de “sensor a disparador”, el sistema de comunicaciones satelitales (SATCOM) y los cables de fibra óptica son sólo recursos de transmisión, herramientas culturales o sistemas de señales que ayudan a dar forma a los procesos mentales humanos. El examen de tales recursos mediacionales es clave para interpretar la acción humana. Tal como afirmó Vygotsky, “Al ser incluida en el proceso del comportamiento, la herramienta [señal] sicológica altera el flujo y la estructura de las funciones mentales. Lo hace mediante la determinación de la estructura de un nuevo acto instrumental, tal como una herramienta tecnológica altera el proceso de una adaptación natural mediante la determinación de las operaciones de trabajo”.11 En otras palabras, el entorno y la tecnología de una interacción afectan el proceso de interpretación y por ende la acción.

La noción de intertextualidad—un término acuñado por J. Kristeva en respuesta a las interpretaciones de las audiencias occidentales de Bakhtin, se refiere al ajuste de textos y expresiones realizado por textos y expresiones previos.12 Esta noción es crítica para los teóricos y estrategas militares. Tal como observa Fairclough, “El concepto de intertextualidad apunta a la productividad de los textos, a cómo pueden ellos transformar textos previos y reestructurar convenciones existentes para generar textos nuevos”.13 Lejos de ser esotérica, la intertextualidad es una condición clave de toda capacitación y operación militar. Por ejemplo, los miembros militares son adiestrados mediante el discurso en el salón de clase, la instrucción práctica y por textos escritos tales como órdenes técnicas, instrucciones de operación y listas de comprobación. Las estrategias y tácticas, consignadas a órdenes de advertencia y órdenes de tarea, no son otra cosa que retextualizaciones de doctrina escrita y plan de acción político, para un momento y lugar específico. Cuando los operadores en el campo ejecutan las acciones que se les ha asignado, eso es el resultado de años de formación dialógica e intertextual de su propia comprensión de sus deberes, obligaciones e interacciones.

Podemos utilizar las experiencias de Bakhtin, Vygotsky, Kristeva, Fairclough y otros a medida que examinamos las capas del discurso que impactan las acciones que emprendemos. Es necesario realizar este análisis a medida que la Fuerza Aérea adopta tecnologías de información claves. Tal como señala David Alberts,

“Como no podemos detener, disminuir o controlar la explosión de la información ni evitar totalmente las consecuencias no previstas, debemos diseñar una estrategia para introducir tecnologías de información que a) identifique y anticipe las repercusiones negativas y nos habilite a evitar esas repercusiones o minimizar sus impactos, b) reconozca y aproveche las oportunidades inesperadas, y c) equilibre los riesgos asociados con el fracaso en lograr estos dos objetivos”.14 

Un análisis minucioso de las redes de discurso usadas en las tecnologías de información ayudará a evitar problemas y podrá tal vez conducir a oportunidades inesperadas.

Análisis del discurso mediado—
Una estructura de estudio

Considere la siguiente aseveración: “Ahora se acepta ampliamente dentro del Ministerio de Defensa de los Estados Unidos que sus capacidades militares serán decisivas en la medida que Estados Unidos pueda mantener la dominación de la información sobre sus adversarios existentes y potenciales. Sin embargo, detrás de esta simple formulación, hay un conjunto de interrelaciones complejas entre conocimiento y acción”.15 Son exactamente aquellas interrelaciones complejas las que examina el campo de análisis del discurso mediado, que según el lingüista Ron Scollon, “adopta la posición de que la acción y el discurso social están inseparablemente vinculados por un lado,16 pero que por el otro estos vínculos a veces no son directos ni evidentes, y por lo tanto requieren una teorización más cuidadosa”.17 En general, el análisis del discurso mediado examina la interrelación entre individuos, prácticas o acciones sociales y varias formas de texto—es decir, discurso.

Vemos un análisis como ese en “Cognición Distribuida en una Cabina de Piloto de Aerolínea” de Hutchins y Klausen.18 En este estudio de interacción de la tripulación en un simulador de vuelo de Boeing 727 de NASA, los autores exploran las formas en las que el adiestramiento y la interacción (verbal y no verbal) se combinan para “construir un entendimiento compartido de la situación en la que se encuentran los que interactúan”.19 Específicamente, dado el orden a veces aleatorio de tareas en las operaciones en la cabina del piloto y los varios métodos de comunicación entre los miembros de la tripulación, una mirada rápida del primer oficial al capitán le avisó al capitán que debía responder a una transmisión de control de tráfico aéreo cuando el primer oficial pensó que el tiempo de respuesta era excesivo. Sin embargo, el primer oficial también pudo darse cuenta, simplemente mirando la cara del capitán que éste no estaba seguro de la altitud que el control de tráfico aéreo les había autorizado a mantener. Por tanto, respondiendo según la práctica social creada de forma intertextual e interdiscursiva mediante adiestramiento y operaciones, el primer oficial simplemente dice, “tres dos cero”, proporcionando de esta manera la información que el capitán debe transmitir al control de tráfico aéreo. A este entendimiento compartido entre los interactuantes se le denomina intersubjetividad. Tal entendimiento compartido debe ser conocido por los miembros de la Fuerza Aérea, ya que es la base del concepto de tripulación.

El análisis de Hutchins y Klausen es, ciertamente, mucho más profundo y detallado que el que se presenta aquí. La idea es que, en su estudio de la interacción de una tripulación de 727, resaltaron la importancia de las señales o indicios que posiblemente no se podrían reproducir mediante máquinas. También tratan sobre formas en que las máquinas advierten a los interactuantes sobre lo que ellos llaman la cognición distribuida. Por ejemplo, las palancas de control mecánicamente articuladas permiten que los miembros de la tripulación monitoreen visualmente las entradas en formas que los controles de palanca lateral no pueden hacerlo. O, que conjuntos dobles de instrumentos idénticos aseguran que el capitán y el primer oficial trabajan con la misma información y la misma visualización relativa de esa información mientras realizan sus tareas. Las estaciones de trabajo de las tripulaciones aéreas más nuevas tienen sistemas de computadoras para gestión de vuelo independientes para cada miembro de la tripulación y no necesariamente visualizan la misma información, desconectando por tanto la cognición distribuida. Tal como señalan los autores, “El problema es si el sistema puede o no interactuar con los pilotos en la forma que ellos interactúan entre sí. Con interactuantes humanos, hemos visto que las representaciones compartidas intersubjetivamente permiten que una mirada silenciosa en un contexto particular tenga el significado de un pedido de información específica. Esta clase de fenómenos es un recordatorio de la complejidad y sutileza de la interacción humana. Es difícil imaginar qué clase de máquina podría producir esta clase de interacción”.20

Generalmente damos por descontado un entendimiento de tales sutilezas. Sin embargo, son tales sutilezas las que fácilmente se pasan por alto cuando buscamos una solución puramente tecnológica a la transferencia de información. Al diseñar un grupo aéreo virtual, por ejemplo, se debe estudiar detenidamente las clases de señales interactivas que los operadores usan para comunicarse de modo que al trastornarse en tiempo y espacio, se pueda compensar por la falta de señales interactivas.

Análisis del discurso
mediado aplicado: Una visión del
trabajo del personal

Este artículo ha tratado con amplitud el análisis del discurso mediado como un método de analizar a los humanos en interacción social. Es hora de examinar con más detenimiento el esquema para el análisis. Clave para este esquema es recordar que en el análisis del discurso mediado, la unidad de análisis es la acción mediada—la mirada rápida del primer oficial en el escenario del simulador, explicado anteriormente, que dio lugar a una respuesta del capitán. De hecho, el aspecto más difícil de la aplicación de este esquema puede ser en realidad reducir una serie de acciones hasta una acción específica ejecutada. Por ejemplo, la acción de lanzar un misil es demasiado nebulosa y compleja. El proceso debe dividirse en acciones componentes más pequeñas; cada una de esas acciones puede analizarse posteriormente de acuerdo con el esquema del análisis del discurso mediado. En lo que resta de este artículo se delinearán algunas consideraciones claves dentro del esquema del análisis del discurso mediado y se aplicará el esquema a la acción específica de abrir un e-mail y determinar la red de discursos y prácticas sociales que producen tal acción.

Scollon delineó los conceptos claves del análisis del discurso mediado de la manera siguiente:21

1) La acción mediada es la unidad básica de análisis. Es el momento en que un individuo, como ser social, emprende una acción en una “dialéctica entre [la] acción y los recursos materiales” que la median.

2) La acción mediada ocurre en un lugar de acción. Este es el punto en el que la acción pasa a ser “el centro de atención de los participantes relevantes” en un “momento único en la historia”.

3) Los recursos mediacionales son los objetos materiales usados para llevar a cabo la acción mediada e incluyen los factores materiales asociados con los actores sociales que participan. La intertextualidad y la interdiscursividad/dialogicalidad son inherentes en los recursos mediacionales.

4) En el análisis del discurso mediado una acción mediada debe verse como “una interacción necesaria de prácticas sociales y recursos mediacionales que por sí mismos reproducen grupos sociales, historias e identidades”.

5) Una acción implica la intersección de varias prácticas discursivas y no discursivas. A esta intersección se le denomina el nexo de la práctica.

Se explora mejor este esquema a través del ejemplo de una acción específica.

A fines de agosto del 2002, una oficial de la Fuerza Aérea se conectó a su servidor de e-mail. En la lista de mensajes nuevos había uno de un sargento primero jefe del Instituto de Tecnología de la Fuerza Aérea (AFIT) de la Base Aérea Wright-Paterson, en Ohio. El e-mail estaba dirigido a todos los oficiales de enlace de las instituciones civiles, y tenía adjunto un documento de una página firmado por el comandante en jefe de la Fuerza Aérea (CSAF). Este documento vino como parte de una serie de documentos llamados la “Imagen de la Visión del CSAF”. El subtítulo del documento que la oficial guardó en su disco duro y trajo a la pantalla pulsando las teclas requeridas fue “Un Lenguaje Expedicionario”. ¿Qué serie de eventos debió darse para que esa oficial pulsara una tecla en la computadora y leyera ese documento? De acuerdo con los oficiales del Pentágono entrevistados, la siguiente es una lista abreviada de las prácticas sociales vinculadas que produjeron esta acción mediada:

• Un oficial asignado a la Oficina del Subsecretario de la Fuerza Aérea para Asuntos Internacionales (SAF/IA), en un esfuerzo por resaltar la necesidad de oficiales capacitados en idiomas, redactó una versión del documento “Un Lenguaje Expedicionario” que se debía propagar como un NOTAM del CSAF. Ese es el título abreviado del aviso a los aviadores (NOTAM) que periódicamente envía el comandante en jefe de la Fuerza Aérea, y que posteriormente se hace conocido como la Imagen de la Visión del Jefe.

• Este esfuerzo se canceló mientras se implementaba—los miembros del personal del CSAF citaron otros mensajes NOTAM con mayor prioridad relativa.

• Aproximadamente un año más tarde, después de los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001, al aumentar el interés de los oficiales superiores en las capacidades lingüísticas del cuerpo de oficiales se resucita el documento “Un Lenguaje Expedicionario” y la noción de diseminarlo como un tema en la serie Imagen de la Visión del CSAF.

• Se entrega al Grupo de Oficiales Superiores del CSAF un paquete que contiene una hoja resumen para oficiales, un documento de puntos importantes, un resumen de informaciones y cambios para el encargado de operaciones del aire y el espacio (XO) y el encargado de personal (DP), y un borrador de “Un Lenguaje Expedicionario”.

• El paquete, junto con una nueva edición del documento preliminar, es remitido al CSAF a través de su asistente administrativo y el oficial ejecutivo.

• El CSAF proporciona comentarios, se realizan más ediciones y el documento corregido se devuelve al CSAF para que lo firme.

• Una vez firmado, el personal de relaciones públicas e información distribuye el documento, usando la red electrónica establecida, a los mandos mayores (MAJCOM) y otros receptores.

• El Comando de Educación y Adiestramiento Aéreo (AETC), como un MAJCOM, recibe el e-mail del jefe y usa su red de distribución normal que incluye al AFIT como uno de los destinatarios.

• Como la oficial de la Fuerza Aérea del comienzo de este ejemplo pertenece al AFIT, el e-mail dirigido a todos los oficiales de enlace de instituciones civiles le llega, y ocurre la acción mediada.

A pesar de esta larga serie de acciones, recuerde que la acción mediada finita que se está analizando es la última pulsada en la laptop que causó la apertura del documento “Un Lenguaje Expedicionario”. Cualquier persona familiarizada con la serie de eventos que se realizan para crear un e-mail, adjuntarle un documento y enviarlo, sabe que se requiere de una larga serie de acciones de un actor social. Se podría, por supuesto, retroceder hasta la construcción física o los trabajos electrónicos de la computadora que originó el e-mail. El mero hecho de que el e-mail llegara a la oficial demuestra que ella estaba participando en varios discursos que facilitaron esa acción, entre ellos el discurso de la computadora y el discurso institucional en la Fuerza Aérea. Obsérvese que la oficial pudo haber decidido borrar el mensaje sin abrirlo y leerlo, tanto el mensaje como el adjunto.

La acción irreversible, en tiempo real que ocurrió para que la oficial leyera “Un Lenguaje Expedicionario” incluyó colocar el cursor de pantalla en una casilla con la palabra “abrir” y pulsar el área del ratón en la laptop en un sitio de acción específico. Tal como señala Scollon, éste es sólo un momento cuya “interpretación se encuentra dentro de las prácticas sociales vinculadas con ese momento único”.22 En otras palabras, esta acción discreta no es el resultado final, sino un resultado de la larga serie de eventos que condujeron a la creación y publicación del documento. Las prácticas sociales vinculadas en el momento que se abrió el documento “Un Lenguaje Expedicionario” incluían (1) la práctica de conectar miembros militares mediante listas de contacto e-mail estructuradas de acuerdo con la cadena de comando, (2) la práctica de redactar y revisar un documento a través de la jerarquía del cuartel general de la Fuerza Aérea, y (3) la práctica de operar una computadora para poder leer un e-mail y sus adjuntos electrónicos.

Los objetos materiales o recursos mediacionales involucrados en el acto de abrir un e-mail pueden parecer relativamente discretos—el actor social, sentado en una silla frente a una computadora, pulsó algunas teclas que produjeron una imagen con palabras en un lenguaje que el lector pudo interpretar. Pero la interacción dialéctica de las estructuras que dieron lugar a un mensaje interpretable de computadora incluyó una serie interminable de recursos mediacionales. Los objetos materiales que participan en el proceso incluyeron múltiples computadoras personales, hojas de resumen para el personal y documentos de puntos importantes, una carpeta de documentos procedimentalmente correcta, una pluma para que el jefe firme la versión final de “Un Lenguaje Expedicionario”, un escáner para digitalizar el documento, cables para pasar la imagen digital a la computadora que comenzó la distribución, y muchas otras computadoras para distribuir el mensaje electrónico, y finalmente, computadoras correctamente configuradas para que los destinatarios puedan leer el e-mail y el adjunto del jefe. Se podría en efecto mirar más de cerca y descubrir muchos otros recursos mediacionales usados en este proceso.

Es obvio que para que la oficial abra el mensaje del jefe había, como indica Scollon, “una intersección necesaria de prácticas sociales y recursos mediacionales que por sí mismos reproducen grupos sociales, historias e identidades”.23 Aunque podría ser menos evidente para aquellos inmersos en el proceso, el hecho de que el e-mail fuera abierto por la oficial asignada al AFIT es testimonio de la profundidad en la que el sistema de jerarquía de los militares se ha internalizado en los miembros de la Fuerza Aérea. El uso reiterado de la jerarquía de la Fuerza Aérea dentro del proceso anterior—en la creación, rechazo inicial, resurrección, presentación, revisión y diseminación del documento—fue ciertamente un refuerzo interdiscursivo e intertextual de la Fuerza Aérea como grupo social con una historia y una identidad. Las palabras en el documento y el sistema de procesos con los que se creó y diseminó reflejan la ideología y estructura de la institución.

La cultura de la institución es similarmente manifiesta en el nexo de las prácticas que influencian la acción de la oficial que abre el adjunto del e-mail del jefe. Esas prácticas sociales aceptables y relevantes incluyen el uso de una computadora; hojas de resumen para oficiales y documentos de puntos importantes; un flujo disciplinado de información, coordinación y proceso de aprobación en la cadena de comando; diseminación electrónica por la cadena de comando, y así sucesivamente.

Conclusión de la discusión

El proceso de crear “Un Lenguaje Expedicionario” y la acción más puntual de pulsar las teclas de la computadora que abrieron el documento fue impactado en muchos puntos durante el proceso. Mientras que la diseminación en toda la Fuerza Aérea de la Imagen de la Visión del Jefe ocurre en virtud de la gravedad de un documento firmado por el jefe del comando conjunto de la Fuerza Aérea, nunca se sabrá si cada uno de los aviadores lo leerá. Aunque algunos destinatarios podrían pulsar la tecla de borrar sin leerlo, la mayoría se sentiría obligada a leer cualquier e-mail firmado por el jefe—ya que han internalizado las expectativas de los miembros y la cadena de comando de la Fuerza Aérea. Los comandantes, oficiales, miembros enlistados y otros actores sociales podrían leer el documento y suscribirle varios niveles de importancia y validez según su propio conocimiento, hábitos y las prácticas sociales de su propia unidad. Los lectores incorporan sus propias interpretaciones al documento—una realidad, según las entrevistas, prevista por los creadores del documento, pero quizás no prevista por el personal del jefe. Al final, podemos apreciar el alcance del efecto que “Un Lenguaje Expedicionario” tendrá sobre sus diferentes lectores: transferencia de conocimientos, cambio de actitudes, y las acciones que se podrían tomar. Recuerde que éste no es un documento de tiempo de guerra, producido en condiciones menos que ideales y con sensibilidad de tiempo, una red de sistemas de computadoras rápidamente conectadas en red, y un generador eléctrico potencialmente no confiable.

Recuerde también que incluso las más simples acciones mediadas de computadora que realiza el ser humano—abrir un e-mail—son complejas y altamente demandantes, incluso en un entorno controlado y confiable. En el entorno mucho más complejo del campo de batalla expedicionario, el comunicador debe tener en consideración un sistema de acciones mediadas mucho más grande, lugares de enfrentamiento, recursos mediacionales, práctica y estructura sociales, y el nexo de la práctica. Teniendo en cuenta con anticipación los mínimos detalles, se puede controlar la “especulación, la microgestión, el silenciamiento de iniciativas y la distracción” reconocidas por Alberts como problemas potenciales en un “campo de batalla rico en información”, y minimizar sus efectos.24

Notas

1. Gerry Gingrich, “Complejidad Simplificada: El Pensamiento en los Espacios Libres”, Strategic Forum, no. 139 (mayo de 1998), en línea, Internet, 17 de abril del 2003, disponible en http://www.ndu.edu/inss/strforum/forum 139.html.

2. Martin C. Libicki, “Information Dominance (Dominación de la Información)”, Strategic Forum, no. 132 (noviembre de 1997), en línea, Internet, 17 de abril del 2003, disponible en http://www.ndu.edu/inss/strforum/ forum132.html.

3. Arthur Huber y otros, The Virtual Combat Air Staff: The Promise of Information Technologies (El Grupo de Combate Aéreo Virtual: La promesa de las Tecnologías de Información), Informe RAND MR-759-AF (Santa Mónica, California: RAND, 1996), en línea, Internet, 17 de abril del 2003, disponible en http://www.rand.org/publications/MR/ MR759/.

4. Ibíd.

5. David S. Alberts, The Unintended Consequences Of Information Age Technologies (Las Consecuencias Involuntarias de las Tecnologías de la Edad de la Información) (Washington, D.C.: NDU Press, 1996), en línea, Internet, 17 de abril del 2003, disponible en http://www.ndu.edu/inss/books/ books/uchome.html

6. M. M. Bakhtin, The Dialogic Imagination (La Imaginación Dialógica), editores Michael Holquist y Vadim Liapunov, trans. Kenneth Brostrom (Austin: University of Texas Press, 1981), 276.

7. Ibíd., 284. 

8. Ibíd., 282.

9. James V. Wertsch, “Mediated Action and the Study of Communication: The Lessons of L.S. Vygotsky and M. M. Bakhtin (La Acción Mediada y el Estudio de la Comunicación: Las Lecciones de L.S. Vygotsky y M. M. Bakhtin)”, Communication Review 1, no. 2 (1995): 134.

10. Ibíd., 136.

11. Ibíd., Vygotsky tal como lo cita Wertsch, 136.

12. Norman Fairclough, Discourse and Social Change (El Discurso y el Cambio Social) (Cambridge, Inglaterra: Polity Press, 1992), 101.

13. Ibíd., 103.

14. Alberts.

15. Libicki.

16. Lilie Chouliaraki y Norman Fairclough, Discourse in Late Modernity: Rethinking Critical Discourse Analysis (El Discurso en la Modernidad Reciente: Reconsideración del Análisis del Discurso Crítico), (Edinburgh: Edinburgh University Press, 2000). 

17. Ron Scollon, Mediated Discourse: The Nexus of Practice (Discurso Mediado: El Nexo de la Práctica) (New York: Routledge, 2001), 1.

18. Edwin Hutchins y Tove Klausen, “Distributed Cognition in an Airline Cockpit (Cognición Distribuida en una Cabina de Piloto de Aerolínea)”, en Cognition and Communication at Work, editores Yrjö Engeström y David Middleton (Cambridge: Cambridge University Press, 1996), 23; and Hutchins also en línea, Internet, 17 de abril del 2003, disponible en http://www.cc.gatech.edu/classes/ AY2003/ cs6795_spring/cockpit-cog.pdf

19. Ibíd. 

20. Ibíd., 24–25.

21. Ronald Scollon, Mediated Discourse as Social Interaction: A Study of News Discourse (El Discurso Mediado como Interacción Social: Un Estudio del Discurso de las Noticias) (New York: Longman Group, 1998), y Mediated Discourse: The Nexus of Practice (Discurso Mediado: El Nexo de la Práctica).

22. Scollon, The Nexus of Practice (El Nexo de la Práctica), 4.

23. Ibíd.

24. Alberts.


Colaborador

La Teniente Coronel Edith A. Disler, USAF (Licenciatura, University of Michigan; Maestría, University of Arkansas en Little Rock; Maestría, Naval War College) está completando sus estudios de doctorado en lingüística en Georgetown University. Después volverá a la Academia de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos para desempeñarse como profesora asociada de inglés. La coronel Disler ha servido como miembro del grupo de combate del misil Titán II en la Base de la Fuerza Aérea en Little Rock, como profesora asistente de inglés en la Academia de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, como asistente ejecutiva al ministro y viceministro de defensa, como redactora de discursos del ministro de la Fuerza Aérea, y como inspectora de control de armas convencionales para la Agencia de Reducción de Amenazas para la Defensa, en la Base de la Fuerza Aérea Rhein-Main en Alemania. Ha presentado ponencias en varias ocasiones en conferencias profesionales y ha publicado numerosas revisiones de libros. Recientemente contribuyó con el capítulo “Los Militares” a la obra Unpeaceful Metaphors (Metáforas No pacíficas), editada por Abdul Karim Bangura. La coronel Disler es graduada distinguida del Cuerpo de Entrenamiento de Oficiales de Reserva de la Fuerza Aérea y graduada de la Escuela de Oficiales de Escuadrón, del Air Command y Staff College, del College of Naval Command y Staff y del Air War College.

Declaración de responsabilidad:

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