EJEMPLOS DE LA IMPORTANCIA DEL CONTEXTO:

"Sucede que me canso de ser hombre"

En un recital de poesía (Neruda)

Un paciente ante el psiquiatra

"Ud. debe definitivamente renunciar a la carne"

Un médico al paciente

Un cura en un confesionario

 

MUESTRAS DE ADECUACIÓN/VIOLACIÓN AL CONTEXTO:

Contexto comercial (en un supermercado). La cajera al cliente:

 "Son 21.000 bolívares, señor"

"Mi novio está enfermo y estoy desesperada, señor"

Contexto deportivo. Un narrador de fútbol.

"El número 13 adelanta por la izquierda..."

"Me duele mucho la cabeza. Desde los 13 años sufro de jaqueca."

 

PRESUPOSICIONES Y CAMPOS PRESUPOSICIONALES:

El empleado, a la entrada de la oficina del jefe.

- ¿Puedo pasar?

- La puerta está abierta

En el aeropuerto, a su llegada a Buenos Aires, el escritor Azorín fue abordado por un periodista.

PERIODISTA: ¿Y cómo llegó Ud. a ser homosexual?

AZORÍN: Preguntando, así como Ud.

En una revista ("Discovery"), en la sección de Cartas.

“Me siento feliz de ver que discovery ha dado cierta importancia al hallazgo de un esqueleto de un ser humano de anatomía moderna en Egipto (Descubrimientos, La tumba de un niño, diciembre). Pero debo aclarar que mi cargo académico está en la Katholieke Universiteit Leuven y no en la Universidad Católica de Jovaina. Esta es una institución independiente de la nuestra, situada en otro campus.

Atentamente, Pierre Vermeersch, Bélgica”.

 

 

ANOMALÍAS RESPECTO AL CONTEXTO

“Uds. son unos estafadores” (dicho por el anunciante a los televidentes en una cuña publicitaria)

El enunciado resulta anómalo o lingüísticamente inaceptable, pero no por su inconsistencia con el contexto, ya que, en general, las acusaciones de estafa y de estafador tienen lugar típicamente en situaciones comerciales y por referencia a la macro-función de Comprar/Vender. Pero su inconsistencia es con respecto al rol determinado por esa macro-función. En efecto, esa misma expresión sería aceptable si hubiera sido proferida por el televidente (es decir, por el comprador potencial), pero no por el vendedor, cuyo rol consiste en persuadir hacia la venta del producto y no en insultar o acusar.

“Y ahora, pasen al paredón, donde todos Uds. serán fusilados” (dicho por el guía turístico a los visitantes de un museo)

El enunciado resulta anómalo por su inconsistencia con respecto al contexto, pero no con respecto al rol del hablante (cuya misión es la de guiar).

“Era de noche y, sin embargo, llovía…

Una manada de cerdos volaba de flor en flor” (versos de Quevedo)

 

El enunciado, aunque resulta inaceptable o inconsistente internamente, por referencia hacia las mismas estructuras semánticas (“llovía” es perfectamente compatible con “era de noche”, por lo cual no se justifica el “sin embargo”; y los cerdos no suelen volar ni mucho menos entre flores), a pesar de ello resulta aceptable y consistente con respecto al contexto (literatura) y al rol del hablante (un poeta que crea mundos estéticos,  irónicos o sarcásticos).