a. Uno de los trucos retóricos de los neosofistas consiste en invertir sucesivamente el orden de las palabras. Por ejemplo: “En esta sociedad, ya que los pobres no pueden tener lo mucho que quieren, deben vivir queriendo lo poco que tienen”

b. En el discurso de nuestros líderes políticos tradicionales, fuertemente emparentados con la neosofística, se recurre constantemente a la repetición de un mismo significado: “Te lo exige nuestra nación, nuestro país, nuestra patria, nuestra querida Venezuela”

c. La principal característica del discurso neosofista es su intención de conmover y su orientación al ánimo, jamás la intención de manejar datos cognitivos ni la orientación a la esfera intelectual.

d. Evidentemente, el discurso neosofista suele rehuir el medio escrito, donde ellos se exponen al análisis y al descubrimiento de sus trampas. Prefieren el contacto en vivo, porque allí pueden manejar las entonaciones de la voz, los gestos histriónicos y los recursos fonéticos.

e. El “Tremendismo” de la neosofística consiste en que la selección léxica se orienta al sentido de sorpresa, peligro inminente, desesperación, angustia, caos, etc. Las palabras “muerte” y “crisis” son probablemente las de mayor frecuencia estadística en los textos neosofistas.

f. Otro truco neosofista es, en situaciones especiales, el de anteponer el adjetivo al nombre. Jamás dirán “concepto nuevo” ni “paradigma nuevo”, sino “nuevo concepto” y “nuevo paradigma”. Tampoco dirán “la crisis interminable” sino “la interminable crisis”.