Hernández Rojas, Acacia (2000): Derivaciones de orden pragmático. Cap. V. Derivaciones y Construcción Teórica. En: La Investigación como Discurso. Tesis Doctoral. Caracas: UNESR. Pp. 107-158.


 

 

Símbolos y abreviaturas:

x: Texto o documento

I: Texto o documento investigativo

P: Proceso investigativo

D: Discurso

S: Significado

SINTAXIS DE LA INVESTIGACIÓN

 


2.3. derivaciones de orden sintáctico

(iii) Todo Texto (x) que se origina de un Proceso Investigativo (P), posee una forma particular de lenguaje (sintaxis) adecuado a los significados que se quiere trasmitir y en dependencia de las intenciones y del contexto de acción discursiva (D) donde se produce.

Una vez que, dentro de un contexto de acción discursiva, se define un sistema de intenciones de acción (pragmática) y una vez que, en atención a ello, se establece una modelización o representación mental de la realidad que se pretende transmitir (significados, semántica), queda entonces por producir una estructura de señales, una estructura de lenguaje (del tipo que sea) que permita trasladar esos contenidos representacionales de un sujeto a otro. La sintaxis es el concepto convencional que, en una Teoría del Discurso, analiza esa particular estructura de señales, esas estructuras de lenguaje.

A diferencia de las estructuras pragmáticas y semánticas, las estructuras sintácticas sí resultan observables una vez que son transportadas por un medio físico (ver más adelante). Esas estructuras sintácticas son justamente las que nos permiten deducir los datos pragmáticos y semánticos no observables que están allí encerrados y que funcionan como generadores de la sintaxis y de la física del D.

Tomando en cuenta que el texto o documento investigativo típico se produce en forma escrita, conviene entonces, para la construcción de este modelo, considerar cuáles son los elementos sintácticos del D Investigativo en cuanto documento escrito. Pero lo más importante es presentar las correspondencias entre lo pragmático-semántico, por una parte, y lo sintáctico, por otra. O sea, es imprescindible que este modelo explique de qué modo las estructuras sintácticas de un D Investigativo revelan los datos pragmáticos y semánticos vistos antes o de qué modo estos datos generan determinadas formas sintácticas en un D.

En modo muy general podemos decir que los elementos sintácticos de un texto escrito son las palabras, las frases, las oraciones, los párrafos, las sub-secciones y secciones, los capítulos, las partes y los tomos. Una primera necesidad de este modelo es explicar de qué posibles maneras se entretejen estos elementos en el D Investigativo, de modo que éste refleje sintácticamente las estructuras pragmáticas y semánticas vistas en las secciones anteriores (una advertencia colateral que debe hacerse es que este estudio no pretende abordar el Discurso desde una óptica netamente lingüística, como ya se dijo, sino desde un punto de vista de las Ciencias Sociales en su sentido más amplio; y, siendo la sintaxis el punto más fuerte desde una óptica lingüística, deberá ser, en cambio, el punto menos técnico si adoptamos un punto de vista más bien social y educativo, que es el caso de este trabajo; ésa es la razón por la que no pretendemos un tratamiento técnico de la sintaxis investigativa, cosa que correspondería a los lingüistas, sino un tratamiento global e integrado a las necesidades de la formación de investigadores, siempre por referencia a las necesidades de nuestra Línea de Investigaciones). 

De una clara definición y aplicación de los dos componentes anteriores, se produce un D con información coherente y sistematizada. Esta coherencia y sistematización es posible a partir de la formulación de un conjunto de elementos sintácticos (de lenguaje) que se encuentran en estrecha relación con la construcción de los mesosignificados descriptivos, teorizantes y procedimentales vistos anteriormente.

Esto es posible por la vinculación que ocurre entre estructuras semánticas y estructuras sintácticas es decir, si existe una estructura de significado que permite la construcción de D, también existe una estructura sintáctica que posibilita la comprensión del significado. Parece importante subrayar que esta manera de explicar la sintaxis asociada a la estructura integral del texto en oposición al análisis exclusivo y aislado de la oración y sus componentes, se encuentra en  los estudios de Petöfi (1971), Van Dijk (1972, 1977), Dressler (1972), entre otros. De acuerdo a esta forma de abordar el análisis de un discurso es posible establecer vínculos entre lo sintáctico, lo pragmático y lo semántico. Se tienen entonces los siguientes grupos de derivación:

A. ESTRUCTURAS SINTÁCTICAS INVESTIGATIVAS DEPENDIENTES DE LAS ÁREAS SEMÁNTICAS

El hecho de que los D investigativos tengan que procesar representaciones mentales (semánticas) en las tres áreas vistas antes (empírica, teórica, metodológica) debería revelarse en especiales construcciones sintácticas. Las que consideraremos fueron ya postuladas en MVIE por medio de formalización lógica y en este estudio ampliaremos algunos de sus aspectos y las expondremos desde un punto de vista no formal.

 - Sintaxis DEPENDIENTE DE UN ÁREA SEMÁNTICA empírica Y de mesointenciones DescriPTIVAS

Al pretender describir una realidad y al modelarla mentalmente tal como es percibida por los sentidos, sólo se pueden construir oraciones referenciales que puedan ser sometidas a los valores de verdad lógica o sea, que de ellas podamos saber en qué medida son verdaderas o falsas. Las construcciones desiderativas, por ejemplo (como “ojalá amanezca pronto”), o valorativas (“qué hermoso está el día”) o normativas (“tienes que venir ya”), etc., no pertenecen a una sintaxis de este tipo, ya que no logran satisfacer las intenciones descriptivas ni son eficientes para representar la realidad tal como ésta puede ser observada intersubjetivamente.

Cuando se dice que estas construcciones deben ser susceptibles de “valores de verdad lógica”, se entiende que dichos valores van de 0 a 1, lo cual incluye aproximaciones y probabilidades, del tipo “Un 80% de los votantes se inclina por el candidato tal” (cuando en realidad, si se trata de una encuesta, se está hablando del 80% de la muestra consultada). Lo que se quiere es excluir aquellas construcciones en las cuales no hay posibilidad de decidir si en alguna medida son verdaderas o falsas.

Por otra parte, las palabras y frases que intervienen en las construcciones sintácticas tienden a asociarse a referentes concretos, más que a referentes abstractos. Por ejemplo, palabras como “estatura”, “peso”, “salario”, “rendimiento”, suelen ser más eficientes descriptivamente que palabras como “fervor”, “patriotismo”, “entusiasmo”, “nostalgia”, etc. Cuando el D Investigativo se ve en la necesidad de describir rasgos muy abstractos (como, por ejemplo, “creatividad”, “criticidad”), se suele recurrir entonces al previo establecimiento de factores, parámetros o criterios de definición del rasgo, de modo que se haga más concreto su tratamiento descriptivo. Los usuales términos de “unidad de análisis”, “categorías de análisis”, “indicadores de variable”, etc., son un indicio de este rasgo semántico-sintáctico del D Investigativo.

Finalmente, la sintaxis descriptiva-empírica regularmente forma sus encadenamientos o secuenciaciones mediante conjunciones o uniones de frases y de oraciones (básicamente la conjunción “y” o las comas y puntos cuando equivalen a dicha conjunción). Esto es así porque la intención descriptiva y la modelación empírica suelen excluir las inferencias, las justificaciones, las argumentaciones y demás mecanismos que bloqueen la intersubjetividad mediante intervención de los puntos de vista individualistas del investigador (los cuales se expresan sintácticamente en sintaxis del tipo, “si..., por tanto”, “...pero...”, “...a pesar de...”, etc. En tal sentido, este tipo de sintaxis es el mismo que se les pide a los testigos de los procesos judiciales orales, cuando se les exige que se limiten a describir lo que vieron u oyeron, pero no lo que infieren, imaginan o desean/rechazan que haya ocurrido.

La siguiente cita pretende ilustrar este tipo de sintaxis. Nótese el recurso de encadenamiento entre frases y oraciones:

¿Qué queremos decir aquí con «experiencia»? A grandes rasgos podemos dar dos sentidos posibles a «experiencia» en este contexto, uno más amplio y otro más restringido.

Según el sentido amplio, con «experiencia» se abarcan todos los hechos que -en el lenguaje ordinario llamaríamos hechos de observación: hechos acerca de objetos materiales tales como sillas y mesas, acerca de acontecimientos físicos tales como destellos luminosos y también acerca de sensaciones y de otras experiencias, así como de sus objetos o contenidos. En el sentido restringido, aquella palabra abarca sólo esta última clase de hechos: hechos que constituyen los datos del conocimiento inmediato, directo, indudable, incorregible (por citar los adjetivos que emplean los filósofos). Entre estos últimos, los que acepten la tesis fenomenista de que el conocimiento de objetos y acontecimientos materiales es analizable de una u otra forma a base del conocimiento de sensaciones o sus objetos (datos sensoriales) tenderán a usar el sentido más restringido de «experiencia», mientras que los que admitan la tesis realista de que los objetos materiales son lógicamente independientes de la sensación tenderán a emplear el término de «experiencia» en el sentido más amplio. (Braithwaite, 1965: 19).

 

- SINTAXIS DEPENDIENTE DE UN ÁREA SEMÁNTICA TEÓRICA Y DE MESOINTENCIONES EXPLICATIVAS

Al pretender explicar por qué ocurre una clase de hechos o bajo qué mecanismos se genera o a qué otra clase de hechos se orienta, etc., y al representar mentalmente las relaciones no observables, abstractas y universales que ligan entre sí a las clases de hechos, sólo se pueden construir frases, oraciones y párrafos encadenados mediante condicionales o estructuras de antecedencia-consecuencia, como por ejemplo “si tal cosa, entonces tal otra”, “dado que tal cosa, luego tal otra”, “tal cosa en función de tal otra”, “tal cosa implica (o supone) tal otra”.

Aunque haya frases, oraciones y párrafos encadenados por conjunción (en un sistema de simple unión o sucesión de enunciados referenciales), la secuencia completa tiene carácter de supuesto previo, premisa o antecedente en función de una consecuencia o conclusión. En este caso, no debe olvidarse que en la sintaxis condicional (y en general en las estructuras discursivas) tanto el antecedente como el consecuente pueden estar formados no sólo por una frase u oración, sino también por un párrafo, por una sección y aun por capítulos completos.

Así, los nexos condicionales (y de cualquier tipo, generalmente) no sólo pueden ser oracionales o a nivel de frase sino también macro-textuales. Es posible entonces que una sección o un capítulo, siendo en sí mismos referenciales o descriptivos, funcionen como parte de una superestructura textual de tipo explicativo (condicional). Lo importante es que la sintaxis generada por intenciones explicativa y por semánticas teóricas tiene forma condicional, que expresa relaciones no observables (pero apoyadas en la experiencia acumulada o en la argumentación).

Sumado a esto, otro rasgo importante es que las palabras y frases en función explicativa remiten no a entidades ni a rasgos singulares, sino a clases amplias de entidades y de rasgos, que pretenden un alcance más allá de circunstancias temporales y de espacio. No se hace referencia, por ejemplo, a “tal niño en tal pueblo en tal fecha” (lo cual sí podría funcionar en la sintaxis descriptiva, empírica), sino a la clase universal de aquellos niños con tales clases universales de características.

La siguiente cita puede ilustrar este tipo de construcción lingüística. Véanse los recursos de encadenamiento:

¿Qué es lo malo de la pseudociencia? No sólo ni precisamente el que sea básicamente falsa, puesto que todas nuestras teorías factuales son, a lo sumo, parcialmente verdaderas. Lo malo de la pseudociencia es, en primer lugar, que se niega a fundamentar sus doctrinas y que no puede, además, hacerlo porque rompe totalmente con nuestra herencia - científica -cosa que, por cierto, no ocurre en las revoluciones científicas, todas las cuales son parciales, puesto que toda nueva idea tiene que estimarse por medio de otras que no se ponen en discusión en el contexto dado. En segundo lugar, que la pseudociencia se niega a someter a contraste sus doctrinas mediante la experimentación propiamente dicha; además, la pseudociencia es en gran parte incontrastable, porque tiende a interpretar todos los datos de modo que sus tesis queden confirmadas ocurra lo que ocurra; el pseudocientífico, igual que el pescador, exagera sus presas y oculta o disculpa todos sus fracasos. En tercer lugar, que la pseudociencia carece de mecanismo autocorrector: no puede aprender nada ni de una nueva información empírica (pues se la traga sin digerirla), ni de nuevos descubrimientbs científicos (pues los desprecia), ni de la crítica científica (pues la rechaza con indignación). La pseudociencia no puede progresar porque se las arregla para interpretar cada fracaso como una confirmación, y cada crítica como si fuera un ataque. Las diferencias de opinión entre sus sectarios, cuando tales diferencias se producen, dan lugar a la fragmentación de la secta, y no a su progreso. En cuarto lugar, el objetivo primario de la pseudociencia no es establecer, contrastar y corregir sistemas de hipótesis (teorías) que reproduzcan la realidad, sino influir en las cosas y en los seres humanos: como la magia y como la tecnología, la pseudociencia tiene un objetivo primariamente práctico, no cognitivo, pero, a diferencia de la magia, se presenta ella misma como ciencia y, a diferencia de la tecnología, no goza del fundamento que da a ésta la ciencia. (Bunge, 1989: 55)

 

- SINTAXIS DEPENDIENTE DE UN ÁREA SEMÁNTICA METODOLÓGICA Y DE MESOINTENCIONES OPERATIVAS

Al pretender justificar la validez de un D exponiendo el sistema de trabajo utilizado, se suelen construir frases, oraciones y párrafos encadenados mediante conectores de sucesión (temporal, espacial...), incrustamiento de suboraciones de modalidad temporal, instrumental, estratégica, (así como, por ejemplo, “tal cosa, luego la otra”, “tal cosa, mediante tal otra cosa”, “tal cosa, haciendo de tal modo tal otra cosa”) y, especialmente, los conectores de funcionalidad (“x para obtener y”, “x como vía o medio para y”) . Esos suelen ser los recursos sintácticos específicos para reseñar acciones o pasos, formular estrategias, indicar vías de justificación, indicar maneras de formulación de constructos, señalar modos de relacionar enunciados, para argumentar causas y así sucesivamente.

Aunque la enorme mayoría de los D Investigativos ubican en un capítulo especial la “metodología”, sin embargo, muchas veces se producen construcciones sintácticas metodológicas muy focales en relación con la necesidad de justificar algún enunciado o hallazgo particular.

Las siguientes citas pueden ilustrar este tipo de sintaxis. La primera de ellas se refiere, como acabamos de decir, a una sintaxis metodológica muy focal o particular, mientras que la segunda ilustra una sintaxis metodológica ubicada dentro de toda la sección documental destinada a exponer la “metodología”:

Para evitar lo que hasta ahora ha sido una tergiversación continua, quizá merezca la pena reiterar que una gramática generativa no es un MODELO del hablante o del oyente, sino que intenta caracterizar en los términos más neutrales posibles el conocimiento de la lengua que proporciona la base para el uso real de la lengua por un hablante-oyente. Cuando decimos que una gramática GENERA una oración con cierta descripción estructural, queremos decir simplemente que la gramática asigna esta descripción estructural a la oración. Cuando decimos que una oración tiene cierta DERIVACIÓN respecto a una gramática generativa determinada, nada decimos sobre la manera en que el hablante o el oyente habrían de proceder, de modo práctico y eficiente, a construir tal derivación. Estas son cuestiones de la teoría del uso LINGÜÍSTICO -LA TEORÍA DE LA ACTUACIÓN-. Sin duda, un modelo adecuado del uso lingüístico incorporará, como componente básico, la gramática generativa que expresa el conocimiento-de-la-lengua del hablante-oyente; pero esta gramática generativa no prescribe, en sí misma, el carácter o funcionamiento de un MODELO PERCEPTUAL del oyente o un MODELO PRODUCTUAL del hablante. (Chomsky, 1976:10-11).

 

El Método Comparativo Continuo (MCC) de Glaser y Strauss (1967) se utiliza aquí en combinación con los niveles de interpretación propuestos por Argyris y Schön en la estrategia denominada Escalera de la Inferencia, puesto que los cuatro (4) niveles del segundo guardan una estrecha similitud que permite combinar los elementos de una y otra estrategias (ver Figura 6). En efecto, las cuatro etapas del MCC, a saber, a) la comparación de incidentes aplicables a cada categoría, b) la comparación e integración de las categorías y de sus atributos, c) la delimitación de la teoría, y, d) la elaboración escrita de la teoría, representan una vía para el trabajo inductivo que puede reforzar o complementar los niveles de la escalera de la Inferencia los cuales son los siguientes: a) un primer peldaño representado por los datos que son observables en forma relativamente directa, constituido fundamentalmente por las expresiones orales o escritas de los sujetos, por sus acciones o por los resultados tangibles de sus acciones; b) un segundo peldaño constituido por el significado que estos datos tienen en su contexto cultural, tanto para el investigador como para cualquier miembro del grupo u organización en estudio; c) un tercer peldaño que consiste en la interpretación de los anteriores significados, desde la perspectiva del concepto de Teoría en Uso y de las nociones de lógica tácita, racionalidad tácita o principios epistémicos de la acción; y; d) finalmente, el máximo nivel de abstracción constituido por la interpretación de todo lo anterior en términos de los modelos de la Teoría en Uso de los grupos estudiados. (Picón, 1994:72-73).

 

            La manera como se dispone la sintaxis en el D está en estrecha dependencia de la manera como se encadena su semántica. Esta sintaxis no sólo es igualmente recursiva sino que, además, la misma se presenta en forma combinada o separada en atención a la macrointención de D. Siendo así, dentro del D descriptivo se puede encontrar una sintaxis metodológica seguida de una sintaxis explicativa (por ejemplo, x Ùy®z), una sintaxis explicativa seguida de una sintaxis descriptiva (por ejemplo, y®zÙx) o, por el contrario, sintaxis separadas unas de otras para destacar sus diferencias. Sin embargo, una constante de estas sintaxis, encadenadas o separadas, es su recursividad, pues en el texto se hace siempre uso de uno u otro enunciado de acuerdo a la necesidad de informar.

B. ESTRUCTURAS SINTÁCTICAS INVESTIGATIVAS DEPENDIENTES DE CUATRO MACROINTENCIONES BÁSICAS Y UBICADAS EN EL NIVEL MACROTEXTUAL (con referencias a los Estilos Epistémicos)

En secciones anteriores mencionamos cuatro tipos elementales de investigación (tomadas de la estructura diacrónica del MVIE) y las conceptuamos como cuatro macrointenciones fundamentales del D Investigativo: D descriptivos, D Explicativos, D Contrastivos y D Aplicativos.

Aparte de eso, hasta ahora al hablar de construcciones sintácticas sólo nos hemos referido a unidades menores, a nivel de frase o a nivel oracional o Interoracional. En esta sección, en cambio, explicaremos la sintaxis correspondiente a las macrointenciones indicadas en el párrafo anterior, pero haciendo referencia a elementos sintácticos mayores, en el nivel macrotextual (capítulos).

            Antes, hay que explicar un aspecto general referido a la sintaxis macrotextual general de todo D investigativo.

            La macrointención de D determina la estructura de presentación de la sintaxis en partes o bloques informacionales que se estructuran en capítulos, subcapítulos, etc., de acuerdo a su sistema de intenciones. Ahora bien, en dependencia con esta intención esta variedad en la forma de presentación es bastante amplia y difícilmente se llega a establecer una regla única de organización del D, aunque en líneas generales todo D tiene un espacio introductorio, un espacio de desarrollo y un espacio de cierre.

a) En el espacio introductorio se encuentra gran parte de la información que denota la pragmática del D: la declaración de la macrointención del D, la ubicación de la investigación dentro de una institución o academia, el tipo de usuario o sector a quien va dirigido, el requerimiento a que obedece el estudio (ponencia, tesis, artículo, etc.), la posición epistemológica del investigador, su compromiso o responsabilidad como persona frente al estudio, entre otros.

b) En el espacio de desarrollo se ubican las tres sintaxis antes vistas: describir, teorizar, describir procedimientos.

c) Finalmente en el espacio de cierre se secuencian o encadenan las mismas sintaxis en atención a la necesidad de ilustrar o destacar los logros de D.

Ahora bien, esta estructura macrosintáctica general tiene sus distintas manifestaciones en dependencia de la macrointención. En particular, veremos cómo son estas manifestaciones para los D Descriptivos, Explicativos, Contrastivos y Aplicativos.

- LA SINTAXIS MACROTEXTUAL DE LOS D EXLUSIVAMENTE DESCRIPTIVOS. Los bloques de texto en que se divide el documento (capítulos, en el caso de las tesis y libros; secciones en el caso de los artículos especializados) suelen seguir una secuencia como la siguiente:

- Introducción: con lo dicho arriba.

- Planteamientos centrales de investigación: por lo común definen los objetivos, el problema, las limitaciones y alcances, los supuesto iniciales, los antecedentes de la investigación.

- Cuadro Teórico, Referencial, Conceptual: se relacionan las necesidades del bloque anterior con ciertos fondos de tipo teórico-conceptual-referencial que permiten extraer los parámetros para la descripción (e, incluso, en muchos casos los parámetros para la metodología).

- Formulaciones metodológicas: se reseña el esquema de trabajo, el modo en que se lograron los objetivos de trabajo, así como las categorías de trabajo, las instrumentaciones, etc. Estas formulaciones metodológicas se refieren a los modos de recoger y organizar los datos, a las vías de hallazgo y a los modos de validación de resultados.

- Exposición de Resultados o Hallazgos: se exponen las descripciones logradas con el trabajo investigativo.

- Cierre: se sintetizan los logros y se establecen las vinculaciones a que haya lugar con respecto al programa de investigación y a otras necesidades de tipo explicativo, contrastivo y aplicativo.

Como se verá en la última sección, las sintaxis particulares al interior de todos estos bloques, lo mismo que sus mecanismos de encadenamiento, varían de acuerdo al código utilizado y en dependencia del estilo epistémico. (Para ilustración de lo dicho hasta aquí, véanse las muestras seleccionadas como corpus de trabajo de este estudio).

- LA SINTAXIS MACROTEXTUAL DE LOS D EXLUSIVAMENTE EXPLICATIVOS

            Los bloques macrotextuales suelen seguir una secuencia como la que se reseña a continuación:

- Introducción (ver arriba)

- Planteamientos centrales del trabajo (ver arriba)

- Hechos o situaciones bajo estudio: es la parte empírica, descriptiva, del trabajo, sin la cual no sería posible saber qué es lo que se intenta explicar. Para desarrollar este punto, el investigador puede valerse de alguna investigación descriptiva previamente elaborada dentro de su propio programa o puede él mismo abarcarla completamente (en cuyo caso sólo este bloque incluiría toda la secuencia macrotextual señalada arriba).

- Contexto, marco o base Teórica: a diferencia de las investigaciones exclusivamente descriptivas (donde este bloque viene a ser más bien a una amalgama conceptual-teórico-referencial), este bloque es eminentemente “teórico”, en el sentido estricto filosófico de la palabra, y cumple varias funciones, de acuerdo al estilo epistémico preseleccionado. Por ejemplo, en los estilo empirista-inductivo e introspectivo-vivencial (fenomenológico), este bloque funciona como “marco” teórico es decir, como cuadro de inserción para la investigación, desde donde ella arranca y hacia donde ella dirige sus hallazgos, siendo más bien un equivalente al sustrato teórico que comparte todo el programa de investigación o la Línea o el grupo académico al que pertenece el individuo investigador. En el estilo racionalista-deductivo, este bloque funciona como “base” teórica y no como contexto de salida-llegada: funciona como punto a partir del cual se inician las deducciones o derivaciones que pretenden resolver el problema de investigación. Un detalle específico de este estilo es que previamente se formula una o más hipótesis teóricas muy abarcantes, las cuales ligan los datos empíricos del tercer bloque (hechos bajo estudio) con datos teóricos preexistentes, los cuales, justamente, son los que conforman esa “base” teórica.

- Formulaciones metodológicas: aproximadamente las mismas de arriba, con ciertas excepciones derivadas del estilo epistémico preseleccionado. Por ejemplo, una sintaxis macrotextual que resulta típica del estilo empirista-inductivo es que este bloque coincide con el célebre “diseño de la investigación”, que a su vez tiene una sintaxis mesotextual bien definida: lenguaje de variables, subvariables e indicadores; párrafos definidores de la situación experimental; párrafos que formulan el estadígrafo (o “estadístico”); enunciados de las hipótesis alterna y nula (que son de carácter singular y empírico). El tipo de D asociado a este estilo hace que este bloque resulte más cargado y más extenso que los demás bloques (que en MVIE se denominan “investigaciones metodológicamente carga­das”, por referencia a las “teóricamente cargadas” y “empíricamente cargadas”). Por su parte, en el estilo introspectivo-vivencial, este bloque sigue también una sintaxis mesotextual casi siempre bien definida, aunque con menor fuerza que en el estilo empirista: párrafos o secciones que definen algunas corrientes de pensamiento con implicaciones metodológicas (tales como “cualitativismo”, “triangulación”, “hermenéutica”, “de­cons­truccionismo”, “dialéctica”, “pensamiento com­plejo”), párrafos que precisan escena­rios, categorías y unidades de análisis, párrafos en que se diseñan experiencias de convivencia, co-participación o intervención, listas de instrumentaciones derivadas de las anteriores implicaciones metodológicas (“historias de vida”, “entrevistas a profundidad”, “autobiografías”, “relatos libres”, etc.). En el estilo racionalista éste es uno de los bloques menos extensos, dada la dificultad de detallar las operaciones de tipo mental que subyacen al trabajo deductivo (mientras que en los anteriores estilos las operaciones metodológicas suelen ser de orden material, experiencial y observable, con implicaciones de movilización, contactos, traslados, ejecuciones prácticas).

- Exposición de Resultados o Hallazgos: en el estilo empirista-inductivo, este bloque contiene datos que favorecen a una de las dos hipótesis centrales (alterna y nula). En el estilo racionalista, este bloque reseña un modelo o un sistema teórico que imita el funcionamiento de los hechos bajo estudio (expuestos en el segundo de estos bloques textuales). En el estilo introspectivo-vivencial, este bloque expresa una interpretación de los hechos bajo estudio (ver arriba), validados por un trabajo exitoso de intervención basado en dicha interpretación.

- Cierre (ver arriba)

- LA SINTAXIS MACROTEXTUAL DE LOS D EXLUSIVAMENTE CONTRASTIVOS

Los bloques del texto se encadenan según una secuencia como la siguiente:

- Introducción (véase arriba)

 - Planteamientos centrales del trabajo (véase arriba)

- Contexto o base teórica: se muestra todo aquel cuadro de teorías bajo el cual se justifica la contrastación planteada y desde el cual se asumen los criterios del trabajo de validación.

- Teoría(s) bajo estudio: en este bloque textual se expone la(s) teoría(s) que ha(n) sido seleccionada(s) para ser evaluada(s) o contrastada(s).

- Formulaciones metodológicas: se presenta el esquema de trabajo para el logro de los objetivos (contrastar una o más teorías previamente existentes). Suelen plantearse operaciones de dos tipos: de contrastación con los hechos (validación empírica) y de contrastación intra e Inter-teórica (validación teórica).

- Exposición de Resultados o Hallazgos: se muestran los logros del trabajo de contrastación.

- Cierre (ver arriba).

- LA SINTAXIS MACROTEXTUAL DE LOS D EXLUSIVAMENTE APLICATIVOS

La secuencia de bloques textuales es aproximadamente como la que sigue:

- Introducción (ver arriba)

- Planteamientos centrales de trabajo (ver arriba)

- Situaciones problemáticas: se describen los hechos que en el plano de la práctica resultan deficitarios o mejorables, bajo determinados párametros de análisis. Nótese que, a diferencia de los anteriores tipos de investigación, aquí el problema no es una pregunta (no es una incógnita cuya respuesta se desconoce) sino una situación que resulta insatisfactoria o que puede llegar a ser más satisfactoria. Muchos textos de este tipo logran esta descripción situacional mediante la exposición de los resultados de un diagnóstico llevado a cabo en el transcurso de la investigación, como paso previo para justificar el diseño aplicativo que presentan como resultado de investigación.

- Base teórica: se expone la teoría (o las teorías) que soporta el diseño aplicativo y de la cual se deriva la nueva propuesta de acción o de instrumentación, aquélla cuya implementación pretende mejorar la situación deficitaria expuesta en el bloque textual anterior.

- Formulaciones metodológicas: se exponen las operaciones a través de las cuales se llegó a derivar la propuesta aplicativa presentada como resultado de investigación y a través de las cuales se validó su efectividad. Suelen ser distintas las formulaciones metodológicas según el estilo epistémico preseleccionado y según se trate de ciencias materiales o humanas: en estas últimas suelen formularse operaciones conducentes al mejoramiento de situaciones de acción social, mientras que en las ciencias materiales suelen definirse operaciones conducentes al diseño y uso de un sistema instrumental (medicinas, equipos, aparatos). En cuanto al estilo de pensamiento, se varía entre métodos experimentales controlados, métodos lógico-formales y métodos experienciales según se trate, respectivamente, del empirismo, racionalismo y vivencialismo.

- Exposición de Resultados o Hallazgos: se presenta el sistema, propuesta o diseño aplicativo que pretende mejorar la situación problemática planteada al principio. Se presentan también los resultados de la validación del sistema.

- Cierre (ver arriba)

C. ESTRUCTURAS SINTÁCTICAS DEL DISCURSO INVESTIGATIVO ASOCIADAS A SISTEMAS LINGÜÍSTICOS Y A ESTILOS EPISTÉMICOS

Igualmente, el D investigativo presenta diferentes estructuras sintácticas dependientes del código o sistema lingüístico utilizado. A su turno, la utilización de uno u otro de esos códigos va en dependencia del estilo epistémico. Cuando decimos “código” o “sistema lingüístico” nos referimos al tipo de lenguaje: verbal, icónico, gráfico-diagramático, sonoro y lógico-matemático. Además, hay que tomar en cuenta las nociones de “Hipertexto” y “Supralenguaje”, de un lado, y de “Hipotexto” y “Sublenguaje”, de otro lado. El hecho es que, como uno de los rasgos de las nuevas tecnologías comunicacionales, ahora es posible combinar diferentes sistemas lingüísticos (“supralenguaje”) en una sola acción discursiva (que genera un “hipertexto”). Siendo así, el conjunto total de la sintaxis discursiva se teje dentro de una gran estructura hipertextual (basada en un sistema supralingüístico) dentro de la cual se entrelazan diferentes piezas (hipotextos) construidas por recurso a distintos sistemas lingüísticos o códigos (sublenguajes). Todo esto es posible en la medida de las capacidades materiales del Medio Físico en el cual sea transportado el texto. Ya desde hace muchos años, en este siglo, el cine viene siendo un medio físico adecuado para construir estructuras sintácticas hipertextuales (tomadas de un supralenguaje) combinando distintos hipotextos (tomados de distintos sublenguajes): el sonoro (la música y el sonido no verbal), el verbal (oral y escrito), el icónico (imágenes fijas y móviles) y, a veces, el gráfico-diagramático.

En el caso del D Investigativo, su forma más regular, por ahora, está limitada a las capacidades del medio físico impreso, las cuales ofrecen la oportunidad para una sintaxis hipertextual basada en los siguientes sublenguajes:

Como se puede ver, aquí lo que se ha abordado es el otro vértice del triángulo de Odgen y Richard es decir, el símbolo. El componente donde queda explicado cómo se escribe (o se dice) un D.

Referencias: