Abbagnano, Nicola (1986): “Método”, en Diccionario de Filosofía. México. FCE. 802-803

 

El término tiene dos significados fundamentales: 1) toda investigación u orientación de la investigación; 2) una particular técnica de investigación. El primer significado no se distingue del de "investigación" o "doctrina". El segundo significado es más restringido e indica un procedimiento de investigación ordenado, repetible y autocorregible, que garantiza la obtención de resultados válidos. Al primer significado se refieren expresiones tales como "el M. hegeliano”, “el M. dialéctico”, etc., o también "el M. geométrico", "el M. experimental", etc. Al segundo significado se refieren ex presiones tales como "el M. silogístico", "el M. de los residuos" y en general las que designan procedimientos de investigación o de control particulares. Tanto Platón como Aristóteles adoptaron el término con ambos significados. En el uso moderno y contemporáneo prevalece el segundo significado. Pero es necesario observar que no hay doctrina o teoría, ya sea científica o filosófica, que no pueda ser considerada según el aspecto de su orden de procedimiento y, por lo tanto, denominada M. Así, por ejemplo, Descartes expone el mismo contenido del Discurso del M. en la forma de las Meditaciones metafísicas y de los Principios de filosofía: lo que por un lado era M. por el otro era doctrina. Y en general no hay doctrina que no pueda ser considerada y denominada M. si se la considera como orden o procedimiento de investigación. Por lo tanto, la clasificación de los M. filosóficos y científicos sería sin más una clasificación de las doctrinas respectivas. Con referencia a las doctrinas que con mayor frecuencia o razón se denominan M., véanse los artículos respectivos: ANÁLISIS; AXIOMÁTICA; CONCOMITANCIA; CONCORDANCIA; DEDUCCIÓN; DIALÉCTICA; DIFERENCIA ( DEMOSTRACIÓN; INDUCCIÓN; PRUEBA; RESIDUOS; SILOGISMO; SÍNTESIS, y además los artículos dedicados a las disciplinas en particular: FILOSOFÍA; FÍSICA; GEOMETRÍA; LÓGICA; MATEMÁTICA ; CIENCIA, etcétera.

Metodología. Con este término se pueden entender cuatro cosas diferentes: 1) la lógica o la parte de la lógica que estudia los métodos 2) la lógica trascendental aplicada; 3) conjunto de los procedimientos metódicos de una ciencia o de varias ciencias; 4) el análisis filosófico de tales procedimientos.

1) La lógica ha sido entendida como M. en la edad poscartesiana. Dice la Lógica de Port Royal: "La lógica es el arte de conducir bien a la propia razón en el conocimiento de las cosas tanto para instruirnos a nosotros mismos como para instruir a los demás En el mismo sentido Wolff definió la lógica como "la ciencia de dirigir la facultad cognoscitiva hacia el conocimiento de la verdad". Este concepto de la lógica aparece también en la definición que Stuart Mill da de ella como "la ciencia de las operaciones del entendimiento que sirven para la valoración de la prueba".  Por otro lado, la M. ha sido considerada también como una parte de la lógica.

2) La M. fue entendida por Kant como lógica trascendental aplicada o "práctica”. Constituye la segunda parte principal de la Crítica de la razón pura cuya finalidad es "la determinación de las condicionales formales de un sistema completo de la razón pura" y comprende una disciplina, un canon, una arquitectónica y, por último, una historia de la razón pura. Kant mismo confronta esta parte de su obra con la lógica formal aplicada o práctica: "Desde el punto de vista trascendental -dice- haremos lo que en las escuelas se ha intentado hacer bajo el nombre de lógica. práctica, con respecto al uso del entendimiento en general, pero que se ha hecho mal porque, no limitándose a un modo especial de conocimiento intelectual (por ejemplo, al puro) y ni siquiera a determinados objetos, la lógica general no puede hacer otra cosa que proponer títulos de métodos posibles y de expresiones técnicas".

3) Con el nombre de M. se indica a menudo actualmente el conjunto de los procedimientos de comprobación o de control en posesión de una determinada disciplina o grupo de disciplinas. En este sentido se habla, por ejemplo, de la "M. de las ciencias naturales" o de la "M. historiográfica". En este sentido la M. es elaborada en el interior de una disciplina científica o de un grupo de disciplinas y no tiene otra finalidad que la de garantizar a las disciplinas en cuestión el uso, cada vez más eficaz, de las técnicas de procedimiento de que disponen.

4) Por otro lado y en estrecha relación con la M. en el sentido precedente, la M. se ha ido constituyendo como disciplina filosófica relativamente autónoma y destinada al análisis de las técnicas de investigación adaptadas en una ciencia o en pluralidad de ciencias. El objeto de la M. en este sentido no son los "métodos" de las ciencias, es decir, las clasificaciones amplias y aproximativas (análisis, síntesis, inducción, deducción, experimento, etc.) en que caen las técnicas de la investigación científica, sino precisamente sólo estas técnicas, consideradas en sus estructuras específicas y en las condiciones que hacen posible su uso. Tales técnicas comprenden, obviamente, todo procedimiento lingüístico u operativo; todo concepto, como también todo instrumento, de los cuales una o más disciplinas se valen para la adquisición y el control de sus resultados. En este sentido, la M. es la heredera: a) de la metafísica, porque a ella competen los problemas concernientes a las relaciones entre las ciencias y las zonas de interferencia (y a veces de contraste) entre ciencias diferentes; b) de la Gnoseología, en cuanto sustituye la consideración del "conocimiento" entendido como forma global de la actividad humana o del Espíritu en general, por la consideración de los procedimientos cognoscitivos en uso, en particular, en uno o más campos de la investigación científica. La M. en este sentido, se Llama también "crítica de las ciencias". Aun cuando el trabajo que ha hecho en esta dirección y que inició en los primeros decenios del siglo, sea ya ingente, falta hasta ahora una determinación precisa de la tarea y de las orientaciones de esta disciplina.