En Padrón, José (1998): La Estructura de los Procesos de Invcestigación.  USR, Decanato de Postgrado, Caracas, abril de 1998.

Publicado en: REVISTA EDUCACIÓN Y CIENCIAS HUMANAS. Año IX, nº 17 julio-diciembre de 2001, p. 33

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2. LA ESTRUCTURA SINCRÓNICA DE LOS PROCESOS DE INVESTIGACIÓN

                La consideración elemental dentro de este otro criterio de diferenciación es que todo proceso investigativo es un sistema de operaciones materiales y lógico-conceptuales desarrollado por uno o más individuos, pero siempre dentro de un entorno o contexto socio-psicológico y espacio-temporal que funciona como condicionante fundamental de dicho sistema de operaciones. Es decir, en toda investigación particular se distinguen dos grandes componentes de tipo sincrónico: uno que se refiere a los procesos operativos internos (de carácter material y lógico-conceptual), en virtud del cual las investigaciones muestran variaciones de tipo lógico, y otro que se refiere a los factores externos del entorno (de carácter socio-psicológico y espacio-temporal), en virtud del cual los procesos de investigación muestran variaciones de tipo socio-contextual que, a su vez, determinan distintas configuraciones en el otro componente. Llamamos Componente Lógico al que se refiere a las operaciones internas de la investigación y Componente Contextual al que se refiere a los factores circundantes del entorno. Veamos uno y otro por separado.

2.1. El Componente Contextual

Éste representa el conjunto de factores que condiciona todas las posibles variaciones de los procesos de investigación en sus estructuras lógico-conceptuales y materiales. La noción de Contexto es susceptible de ser analizada en distintos niveles de cobertura o alcance: en una de las dimensiones más abarcantes, podemos imaginar un contexto muy amplio, cuyos límites cubren todo la cultura mundial en un gran período histórico (por ejemplo, el mundo actual o el mundo en la época del Renacimiento, etc.). En una dimensión de esa magnitud es donde esta estructura sincrónica se conecta con la estructura diacrónica, vista en el apartado anterior. En efecto, dentro de la estructura diacrónica los Programas de Investigación, en su sentido más global, funcionan como parte importante del Componente Contextual dentro de esta estructura sincrónica.

Pero también podemos hablar de Contexto en una dimensión menos amplia, remitiéndonos, por ejemplo, a la sociedad venezolana, a las condiciones y circunstancias de sus instituciones y movimientos académicos, a los Programas de Investigación desarrollados actualmente en Venezuela, a sus distintas Líneas y Grupos de Investigación, etc. En una dimensión intermedia como ésta, el Contexto contiene factores que definitivamente configuran y promueven variaciones importantes en las investigaciones que se llevan a cabo, hasta el punto de que toda investigación que se produzca actualmente en el país, por modesta que sea, reflejará inevitablemente, en mayor o menor medida, los datos y condiciones de la sociedad venezolana en esta época.

Y, finalmente, podemos hablar de Contexto en una dimensión bastante específica, donde aparece siempre una Institución o una Organización, en cuyo seno se generan los trabajos particulares de investigación, ejecutados por uno o más individuos (tal como las tesis de postgrado o los trabajos de ascenso de los profesores, en una universidad). Nos detendremos en esta dimensión contextual, donde aparecen, en primer lugar, una serie de factores organizacionales (que constituyen el Subcomponente Organizacional según el Modelo VIE) y, en segundo lugar, una serie de factores atribuibles a las personas, a los autores de las investigaciones (que constituyen el Subcomponente Personal, en el Modelo VIE). La idea que interrelaciona estos dos subcomponentes es que la configuración que muestren los trabajos de investigación va a depender de una combinación entre los factores propios de la organización y los factores provenientes de la persona que ejecuta una investigación.

Ahora bien, ¿sobre cuáles áreas se manifiestan o impactan tanto los factores del Subcomponente Organizacional como los factores del Sucomponente Personal? Brevemente, podemos hacer referencia a cuatro de esas áreas, que en VIE se conciben como Núcleos de Variabilidad que actúan desde el Componente Contextual en su dimensión más específica.

- El Estilo de Pensamiento: tanto la organización como el individuo tienen una particular forma de resolver problemas, de aprender, de abordar el mundo, de razonar, etc. El estilo de pensamiento es una especie de personalidad intelectual o de idiosincrasia cognitiva, que se va forjando desde la cuna y que, una vez consolidado, filtra todas las experiencias de descubrimiento e invención. Dado que las Organizaciones aprenden y aun recuerdan y olvidan, igual que las personas (ver referencias más detalladas en Douglas, 1996, y Picón-Medina, 1994) entonces también las organizaciones filtran sus experiencias intelectuales a través de un cierto Estilo de Pensamiento.

¿Y cuáles son, concretamente, los posibles estilos de pensamiento? Una de las hipótesis menores deducibles dentro del Modelo VIE es que los Enfoques Epistemológicos, los mismos que analizamos anteriormente, se corresponden uno a uno con los mismos Estilos de Pensamiento y que, cuando en una determinada época histórica o en un determinado Programa de Investigación predomina un cierto Enfoque Epistemológico, es básicamente porque se impuso el correspondiente Estilo de Pensamiento del o de los investigadores que lideraron el momento histórico y el respectivo Programa de Investigación dentro de los cuales actuaron. Si esta hipótesis es correcta (véase Rivero, 1998, para argumentos detallados a favor de esta hipótesis), entonces hay que admitir que una clasificación de Estilos de Pensamiento puede derivarse de la misma clasificación de Enfoques Epistemológicos, tal como puede examinarse en una comparación de la Tabla 1 con la Tabla 2.

Estilo

Factor cognitivo predominante

rasgos básicos

Descripción analógica

Figuras ejemplares

Inductivo-concreto

Los sentidos, la percepción sensorial.

-Tienden a la ejecución técnica

- Son observadores acuciosos

- Son prácticos

- Se orientan al mundo circundante

- Construyen mediante generalizaciones a partir de los casos concretos.

El Homo faber, el ingeniero, el inventor, el “hombre con la lupa”, el dato concreto

Sto. Tomás (“ver para creer”), Diógenes el Cínico, Bacon, Locke, Guttemberg

Deductivo-abstracto

La razón, los mecanismos de razonamiento

- Tienden al concepto

- Son pensadores finos

- Son teóricos

- Se orientan al mundo de las ideas

- Construyen mediante derivación a partir de conocimientos generales

El Homo sapiens, el lógico, el pensador, el “hombre con la red”, la idea abstracta

Descartes (“cogito, ergo sum”, Aristóteles, Leibnitz, Darwin, Einstein

Introspectivo-vivencial

La conciencia, las vivencias del ‘yo’ interno

- Tienden al sentimiento, al fenómeno interno.

- Son intuitivos

- Son empáticos

- Se orientan al mundo de la sensibilidad

- Construyen mediante introspección a partir de vivencias internas.

El poeta, el soñador, el adivinador, el apóstol, el “hombre con el corazón”, la experiencia íntima

San Agustín (“Las Confesiones”), Platón, Don Quijote, Husserl. Dilthey, Heidegger 

Tabla 2: Estilos de Pensamiento

(Tomado de Hernández, A. y Padrón, J. (1996): Referencias Básicas en la Producción de una Tesis Doctoral.  Material para Curso-Taller. San Juan de los Morros: Colegio de Economistas).

 

- Los cuerpos filosóficos y culturales: para el caso de las organizaciones, este núcleo de variabilidad viene a ser una combinación entre los conceptos ordinarios de Filosofía y Cultura Organizacionales, mientras que para las personas es una combinación de la Filosofía y Cultura Individuales (este concepto equivale al de “Conjunto Epistémico”, dentro de una Teoría de la Acción; ver detalles en Van Dijk, 1977, y Padrón, 1996). Se trata de un sistema constituido por subsistemas de valores, de normas y de presuposiciones. El hecho es que estos cuerpos filosóficos y culturales definen patrones que están en la base de los objetivos y metas y que filtran los intereses tanto de las organizaciones como de las personas.

- Los Cuerpos Informacionales: tanto las organizaciones como los individuos tienen y desarrollan un cierto campo de conocimientos que constituye su especialidad. Así como de las personas suele decirse que “sabe de tal cosa”, también las organizaciones se distinguen por algún “saber” especial. Los tipos de cuerpos informacionales que manejen la organización y el investigador adscrito a ella, constituyen factores determinantes de los tipos de investigación que se generen en ese contexto.

- Los Cuerpos procedimentales: tanto las organizaciones como las personas privilegian ciertas tecnologías de acción. Esto se refiere al manejo de instrumentos y equipos, al dominio de rutinas de desempeño, al control de ciertos procesos y, en síntesis, al campo del “Know How”. Por su parte, también esta conjunción entre los cuerpos procedimentales propios de la organización y aquéllos otros que son propios del individuo, constituyen factores que determinan configuraciones específicas en los trabajos de investigación que se desarrollen dentro de esta dimensión contextual.

Todas estas áreas o núcleos de variabilidad funcionan tanto para el Subcomponente Organizacional como para el Subcomponente Personal. Cada área contiene la combinación de factores provenientes de la organización y del individuo investigador. Las coincidencias entre valores organizacionales y valores personales para cada área o núcleo determina influencias compactas y consistentes sobre las estructuras lógicas de los trabajos de investigación. Las discrepancias, en cambio, promueven influencias heterogéneas sobre dichas estructuras. El modo en que se relacionan todos estos factores Contextuales se representa en el Diagrama 1.

 

Diagrama 1: relaciones entre los núcleos de variabilidad dentro del Componente Contextual

 

2.2. El Componente Lógico

Mientras la estructura descrita en 2.1 representa las fuentes de variación ubicadas en dimensiones Contextuales, asociadas a factores de tipo socio-psicológico, en la estructura que describimos ahora se representan las variaciones que tienen lugar al interior del propio sistema de operaciones investigativas, en primer lugar por efecto de las condiciones del Contexto y, en segundo lugar, por efecto de las configuraciones de los mismos subcomponentes internos del sistema investigativo en sí mismo. Esto quiere decir que, en términos generales, el trabajo de investigación es un resultante de las condiciones contextuales ya explicadas y que, a su vez, en términos más específicos, es también un resultante de ciertas acomodaciones o relaciones internas entre sus propios elementos constituyentes. Veamos, entonces, cuáles son estos subcomponentes del Componente Lógico y algunas de las relaciones que los vinculan.

- El Subcomponente Empírico: en el área de las ciencias fácticas, toda investigación parte siempre de una realidad que se plantea como objeto de estudio. De hecho, los procesos investigativos son esencialmente una búsqueda de esquemas que nos ayuden a conocer mejor algún sector de la realidad, con el objeto de poder subsistir ante esa realidad cada vez más eficientemente, de lograr sobre ella un control cada vez más potente y de obtener cada vez mayores ventajas en nuestras interacciones con dicha realidad. Así, el ideal de los procesos de investigación consiste en producir las mejores explicaciones teóricas posibles acerca de algún sector de la realidad (o sea: los más confiables conocimientos posibles), tales que de ellas puedan derivarse eficientes prototipos de cambio, control, transformación, manejo y comportamiento, en general.

Ahora bien, al hablar de realidad se hace referencia al mundo en que vivimos por dentro y por fuera (cosas, personas, estados interiores, eventos...), al medio ambiente material o humano y, en general, a todo aquello que se nos presente ante nuestro pensamiento como un objeto distinto a él mismo en un momento dado (aún cuando sea nuestro propio pensamiento). En un sentido epistemológico, el término “experiencia” viene, precisamente, a reflejar esa particular relación intelectual en que algo (elemento de “objetividad”) se nos presenta ante nuestro pensamiento como una cosa extraña o distinta a nuestro propio pensamiento (elemento de “subjetividad”) y, simultáneamente, como algo que también podría ser extraño o distinto al pensamiento de los demás seres humanos puestos en nuestras mismas circunstancias (elemento de “intersubjetividad”). De ese modo, la “experiencia” consiste en una relación (de alcances cognitivos) entre, primero, nuestro propio pensamiento como individuos (en el que nos comportamos como “sujetos”); segundo, alguna cosa cualquiera que se presenta como extraña a nuestro propio pensamiento (que se comporta como “objeto” y que solemos llamar “el mundo”, “la realidad”) y, tercero, el pensamiento de las demás personas que pudieran estar en nuestra misma situación (que se comporta como referencia para nuestro propio pensamiento y que marca una sub-relación de “intersubjetividad” según la cual sabemos que no alucinamos, que no somos un sujeto único, sino que formamos parte de unos mismos patrones de pensamiento). Así, pues, mientras el concepto de “realidad” (o de “mundo”) remite a una especie de separación entre nosotros y algo más allá de nosotros, el concepto de “experiencia” remite a una vinculación epistemológica entre ambas cosas, pero siempre y exclusivamente por mediación de una referencia ubicada en las demás personas que podrían estar al lado de nosotros. Y de ese concepto de “experiencia” se deriva el calificativo de Empírico. Así, cuando hablamos del Subcomponente Empírico de los procesos de investigación, nos estamos refiriendo a un sector de la realidad que se presenta como extraño e interesante al pensamiento de un investigador, bajo la presunción referencial de que también resulta extraño e interesante para los demás investigadores y para la humanidad en general.

En toda investigación dentro de las ciencias fácticas, y bajo las consideraciones que se acaban de señalar, se delimita y precisa este sector experiencial o empírico que se ha de considerar como relevante y digno de ser estudiado. Partiendo de esa delimitación, se definen las categorías de observación y, en general, se utilizan las mismas operaciones antes explicadas respecto a las investigaciones descriptivas. La selección de una cierta área empírica, así como sus mecanismos referenciales intersubjetivos y las operaciones de clasificación, definición, agrupación, etc., van predeterminados por los datos del Contexto, de modo que el Estilo de Pensamiento, los Cuerpos Filosóficos y Culturales, los Cuerpos Informacionales y los  Cuerpos Procedimentales, tanto de la Organización como de la Persona que investiga, son lo que en última instancia influye en la selección que hace el investigador de un determinado sector empírico y de las formas de tratarlo.

Por ejemplo, si tanto la Organización como la Persona coinciden en un Estilo de Pensamiento del tipo Inductivo-Concreto (lo cual remite a un Enfoque Epistemológico del tipo Empirista-Inductivo) y si además, en consecuencia y sucesivamente, coinciden en los demás núcleos de variabilidad del Componente Contextual que se asocian a ese Estilo de Pensamiento (y al respectivo Enfoque Epistemológico), entonces muy probablemente el trabajo de investigación seleccionará un área empírica muy concreta y palpable, vinculada a fenómenos que llaman la atención desde el punto de vista medicional, operacional e instrumental. Si coinciden en un Estilo de Pensamiento del tipo Deductivo-Abstracto (lo cual remite a un enfoque Racionalista-Deductivo), entonces muy probablemente el trabajo de investigación seleccionará un área empírica muy general y abarcante.  

- El Subcomponente Teórico: toda investigación maneja contenidos teóricos, no observacionales, que se correlacionan con los contenidos empíricos, observacionales, del subcomponente anterior. En general, y refiriéndonos a los procesos transindividuales de investigación, este subcomponente teórico constituye el hallazgo final de las operaciones de búsqueda. En este sentido, las teorías constituyen los productos más valiosos del proceso.

                El subcomponente teórico abarca dos tipos de contenido: los contenidos que sirven como insumo a la investigación, aquéllos de donde parte el trabajo y donde se ubica (conocimientos universales y abstractos de entrada), que a menudo se catalogan como “marco teórico”, y los contenidos que funcionan como elaboración propia o como hallazgo original del trabajo (cuando se trata de investigaciones explicativas y contrastivas). En el Modelo VIE, el primer tipo de contenidos es llamado Teorías de Entrada o a-Teorías, mientras que el segundo tipo es llamado Teorías de Salida o v-Teorías. Esta distinción se basa en el hecho de que ninguna investigación comienza de cero, sino que se vale siempre de conocimientos previamente elaborados (de Entrada) para producir nuevos conocimientos (de Salida).

- El Subcomponente metodológico: las correlaciones o asociaciones que realiza el investigador desde unos elementos empíricos hasta unos elementos teóricos se deben a una serie de operaciones materiales y lógico-conceptuales, típicamente concebidas como Método. El subcomponente metodológico agrupa todas esas operaciones, las cuales permiten no sólo vincular un modelo explicativo a un determinado sector empírico, sino también organizar y sistematizar los datos del subcomponente empírico (descripciones, clasificaciones, etc.), por un lado, y los elementos del subcomponente teórico, por otro (formulación de hipótesis, inferencias, construcción de conceptos, etc.). Vinculados a este subcomponente metodológico se hallan también las instrumentaciones, las técnicas, los equipos, los procedmientos, etc.

El subcomponente metodológico puede concebirse en tres instancias: métodos de recolección y organización de datos (ligados al tratamiento del subcomponente empírico), métodos de construcción teórica y métodos de contrastación o validación de los hallazgos (ligados al tratamiento del subcomponente teórico). Por ejemplo, la inducción y la deducción son métodos exclusivos de la instancia de construcción teórica, mientras que las clasificaciones, las agrupaciones de datos en variables, las mediciones, etc., son métodos de la instancia de recolección de datos (de tratamiento empírico); por su parte, las experimentaciones, las pruebas lógico-formales y las validaciones por expertos son métodos de contrastación de hallazgos.

 

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REFERENCIAS

Dijk, T., Van (1978): Texto y Contexto. Madrid: Cátedra.

Douglas, M. (1996): Cómo Piensan las Instituciones. Madrid: Alianza.

Hernández, A. y Padrón, J. (1996): Referencias Básicas en la Producción de una Tesis Doctoral.  Material para Curso-Taller. San Juan de los Morros: Colegio de Economistas.

Padrón, J. (1992): Aspectos Diferenciales de la Investigación Educativa. Caracas: USR.

_______   (1996): Análisis del Discurso e Investigación Social. Caracas: Publicaciones del Decanato de Postgrado, USR.

Picón-Medina, G. (1994): El Proceso de Convertirse en Universidad. Caracas: UPEL-USR.

Rivero, N. (1998): Enfoques Epistemológicos y Estilos de Pensamiento. Tesis Doctoral en curso. Caracas: USR (mimeo).