La escuela ha
muerto http://www.mundolatino.org/textos/escmuert.htm
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El esquema escolar de la modernidad obedece y sirve
a la racionalidad de tipo cientifista y técnico instrumental. La
sociedad moderna, montada sobre el mito del progreso y con basada en la
ética de empoderamiento sobre la naturaleza, necesitaba trabajadores
calificados para lograr el dominio total del mundo. Pero en América
Latina nunca hubo ni la calidad, ni la cantidad necesaria para lograrlo.
El esquema de desarrollo mundial donde nosotros estamos del lado de la
dependencia lo hace imposible. Para que aumente nuestro estandar de vida
debe primero aumentar el de los Estados Unidos. Un estancamiento de su
economía comprime la nuestra. Y cuando alcanzamos los niveles de los
Estados Unidos, por ejemplo de los años sesenta, ellos ya han triplicado
los suyos, abriéndose más y más la brecha. El resultado es absurdo y parece no tener por dónde romperse. El único camino que preveo es de cambiar de cultura. Nuestra cultura tiende a homogeneizarse siguiendo los patrones de la modernidad importada de los países desarrollados, modernidad que ha mitificado tanto la promesa de un progreso sin fin como la suposición de la inagotabilidad de la naturaleza. Para mantener el progreso y dominar la naturaleza, la escuela tiene entre sus fines la formación de sujetos tecnologizados. De allí surgieron los modelos escolares : el educador debe volverse tecnológico y el alumno resultante, "objeto" de la pedagogía, en un autómata procesador y diseñador de operaciones. El mecanismo para lograrlo es la escolaridad instruccional : alumnos cargados de información, currículos saturados de datos y cifras. Se transmiten conocimientos y formas de trabajo para sostener los esquemas de la gran producción, pero el hombre alumno no se construye ni se apropia de si mismo. Es un aliens. Y aunque la escuela ya no sea memorística, los nuevos modelos educativos no han cambiado la filosofía de fondo que los anima. |
Es por esto que se puede pensar que en la sociedad
actual y mucho más en la futura, las forma escolar heredada de la
sociedad industrial pesa poco a favor y mucho en contra de la educación.
Para las sociedades post-industriales, la solución debe ser liberar a la
educación de la escuela, para que podamos aprender fuera de sus rígidos
marcos (aulas-jaulas) la verdad acerca de nosotros mismos, del entorno y
de nuestra relación con él. El reto es la construcción de estos nuevos
espacios educativos que contribuyan a la creación de una nueva cultura :
la del hombre reconciliado con su interior y armonizado con su entorno.
Nuestros hijos deben poder suscribir pronto la afirmación de Margared
Mead y entre todos podamos cantar responsos a la escuela. Y que descanse
en paz. © Jorge Echeverri González |