ARQUÍMEDES
Entre los trabajos más famosos de Arquímedes se encuentra La Medición del Círculo, en la cual situó el valor exacto de entre los valores 3 / y 3/ (el método seguido fue circunscribir e inscribir círculos en polígonos regulares de 96 caras). Arquímedes demostró, entre otros muchos resultados geométricos, que el volumen de una esfera es dos tercios del volumen del cilindro que la circunscribe. Este fue considerado, por el propio Arquímedes, como su logro más significativo, prueba de ello es que está una representación del cilindro conteniendo la esfera en el epitafio de su tumba. Su fascinación por la geometría fue descrita por Plutarco: Muchas veces los
sirvientes de Arquímedes lo llevaban a los baños en contra de su voluntad,
Arquímedes descubrió teoremas fundamentales relacionados con el centro de gravedad de figuras planas y sólidos. Su teorema más famoso proporciona la relación de peso volumen de un cuerpo cuando es sumergido en un líquido, y es llamado Teorema de Arquímedes. Escribió varias obras las cuales se han ordenado según la época en que fueron escritas: 1. Esfera y cilindro. Arquímides demostró que la superficie de una esfera es
cuatro veces la de uno de sus círculos máximos. Calculó áreas de zonas
esféricas y el volumen de segmentos de una esfera. Demostró que " El
área de un casquete esférico es igual a la superficie de un círculo
que tiene por radio la recta que une el centro del casquete con punto
de la circunferencia basal". El método que empleó consiste en calcular los perímetros de los polígonos regulares inscritos y circunscritos a un mismo círculo. Admite, sin demostrarlos, los principios siguientes:
Las habilidades mecánicas de Arquímedes, unidas a su capacidad de abstracción de los fenómenos que observaba en la naturaleza y a su poder de teorización, le permitieron la construcción de ingeniosas máquinas. Arquímedes pasó algún tiempo en Egipto, donde inventó un aparato denominado "tornillo de Arquímedes" que funcionaba como una bomba de agua y el cual es aún utilizado en algunas partes del mundo. En otra de sus obras se refiere a la mecánica, especialmente a los principios de la palanca. Su punto de partida lo constituyen dos principios fundamentales, que bien pueden considerarse como axiomas del mecánica.
Basándose en estos dos principios estableció las leyes de la palanca. Conocida es su famosa fase para hacer resaltar la aplicación de la palanca como máquina multiplicadora de fuerza: Deduce un punto de apoyo y os levantaré el mundo" Cuenta la historia que Arquímedes un día que se encontraba en el baño observó que sus piernas podía levantarla fácilmente cuando estaban sumergidas. Esta fue la chispa que le permitió llegar a lo que ahora conocemos como "Principios de Arquímedes". Fue tan grande el entusiasmo que le produjo el descubrimiento de su principio que tomó la corona en una mano y salió desnudo del baño corriendo por las calles de Siracusa y gritando su célebre exclamación de júbilo: " ¡ Eureka!, ¡ eureka! "que quiere decir "ya lo encontré". Lo que había hallado era un método para determinar la densidad de los cuerpos tomando como unidad la del agua. Es cierto que los conocimientos y descubrimientos matemáticos de Arquímedes son notables; sin embargo, son tal vez más importantes sus aportes y descubrimientos hechos en la Física". En efecto, fuera del principio de la hidrostática ya nombrado anteriormente y de cuya importancia no es necesario insistir, inventó un sistema de poleas, el torno, la rueda dentada, el tornillo sinfín y una serie de por lo menos cuarenta inventos. Entre ellos es curioso mencionar un tornillo sinfín que se usaba para extraer el agua que había entrado a un barco, a los campos inundados por el Nilo, etc. En el campo militar se le debe la invención de catapultas, de garfios movidos por palancas para inventos mecánicos y ópticos logró defender durante tres años a Siracusa que estaba sitiada por los romanos. Dícese que empleando espejos "ustorios" que son espejos cóncavos de gran tamaño, logro concentrar los rayos solares sobre la flota romana incendiándola. Arquímedes fue muerto durante la captura de Syracusa por los Romanos durante la Segunda Guerra Púnica, siendo Arquímedes asesinado por un soldado a pesar de haber ordenado el cónsul Marcelo respetar la vida del sabio.. Plutarco nos legó un relato de su muerte: Siguiendo su destino,
Arquímedes se encontraba muy distraído trabajando en un problema
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