TIM BERLING

Los investigadores han descubierto lo que podría ser un enlace entre la gordura durante la mitad de la vida y los patrones de sueños de los hombres a medida que envejecen.

Un estudio de la Universidad de Chicago observó durante un período de 14 años los patrones de sueño de 149 hombres entre las edades de 16 y 83 años. Encontraron que al llegar a los 45 años es casi imposible para ellos caer en un sueño profundo. Y es, durante este tiempo de sueño profundo, que los hombres producen las hormonas de crecimiento que previenen la obesidad y mantienen la masa muscular.

El estudio mostró que en general las horas pasadas durmiendo permanecieron constantes para los hombres entre 35 y 50 años de edad, pero el sueño profundo era difícil de alcanzar. Esto ocurría al tiempo que los niveles de hormonas de crecimiento disminuían casi 75%.

En un editorial que acompañaba el estudio en The Journal of the American Medical Association (AMA), El Dr. Marc R. Blackman de la Escuela de Medicina de la Universidad de John Hopkins alertó que un número de preguntas continúan sin respuesta, entre ellas el que podría ser que la falta de buena cualidad de sueño pueda ser producida por la reducción de las hormonas y no viceversa. El estudio tampoco examinó los efectos de los reducidos niveles de testosterona que presentan los hombres de más edad.

A pesar de eso, él ve implicaciones en el estudio. "Las alteraciones de la calidad del sueño relacionadas con la edad pueden contribuir a cambios concomitantes en la composición y funciones del cuerpo", dijo Blackman. "Claramente, más investigaciones en esta prometedora área son necesarias como un importante beneficio potencial para la parte de la población que entra en años.

El estudio implica que nuevos tipos de ayuda para dormir o inyecciones de hormona de crecimiento pueden retardar el proceso de envejecimiento.