Becerra, A.  (1990): El Problema de Investigación. Caracas: UPEL. Mimeo.

En Torno a la Idea General de Problema

            Observemos que el Problema es el leit-motiv y punto de partida de toda investigación, llámese teórica experimental o aplicada; más aún, casi siempre resulta que la elección de un problema por un estudioso, es al mismo tiempo la  posible elección y adquisición de un compromiso con una línea o programa de investigación. Por cierto, lo usual en los seres humanos es también verse envueltos permanentemente en todo género de problemas: disgustos personales, insatisfacciones familiares, conflictos laborales, tensiones y búsquedas profesionales, y otros. De allí que una constante de la personalidad humana, profesional y social de un investigador, o de cualquier persona, lo sea su actitud psicológica ante situaciones problemáticas, su manera de enfrentarse a los hechos, a la realidad y a la fantasía. Todo lo cual se puede evidenciar por:

1) Su disposición y capacidad objetiva para detectar y reconocer situaciones problemáticas;

2) Su determinación para enfrentar las situaciones problemáticas;

3) Su disposición a la adquisición de compromisos y obligaciones;

4) La capacidad que tenga para tomar decisiones autónomamente;

5) Su preparación y competencia en la resolución de algún tipo de problemas;

6) Su competencia para evaluar y criticar objetivamente soluciones propias; y

7) Su condición personal para reconocer y asimilar soluciones ajenas

Rasgos y Objetividad de los Problemas

            Según Bunge (1968), los rasgos generales que caracterizan a un problema de investigación son:

1. Su pertenencia a un objeto de estudio e investigación identificado explícitamente, y su reconocimiento ideativo en términos de enunciados interrogativos, dubitativos e imperativos, es decir, de preguntas e interrogantes, o como hipótesis, que se formulan debidamente;

2. EI acto psicológico de actuar y proceder como genuina expresión de la necesidad de reconocer y resolver una situación humana y profesionalmente fuera de lo común; y

3. EI carácter enunciativo lógico del problema en cuanto tal como expresión de una actitud ante un hecho que altera, distorsión, viola, afecta, cambia o modifica, algún aspecto de una realidad concreta.

            Por otra parte, se dice que una situación problemática es objetiva en el sentido de que casi siempre ha de ser compartida por más de una persona. De manera que no surge un problema por el mero capricho o decisión personal del estudioso o investigador, sino como consecuencia de una situación o hecho consecuencia de algo que se requiere conocer con propiedad. No obstante, todo problema también Ileva en su seno una carga real de subjetividad social, sólo que ha de ser compartida por algún otro humano interesado y/o afectado. Su

estudio ha de ser oportuno por cuanto .la mayoría de los problemas existentes casi siempre depende de condiciones y circunstancias propias de una época, de determinadas situaciones y requerimientos dados cuyo valor está sujeto a una degradación progresiva.

            Así pues, lo que constituye un problema en un momento dado podría no serlo en otro momento, o en otras circunstancias. Por cierto que en la actividad cotidiana y, en general, en la vida diaria, se tiene la costumbre dizque de “resolver" problemas por transolapamiento o evasión; es decir, por cambio de las condiciones o de la situación que originan el problema -las reglas del juego-, o revistiéndola arbitrariamente de alguna otra forma de manifestación no problemática. Tal práctica es inadmisible en la Ciencia, más no así en educación donde no es raro encontrar hechos como esos.

            Advirtamos que algunas veces una situación normal e, incluso, irregular, se extrapola impropiamente hacia otras regiones, dimensiones y magnitudes, o se generaliza indebidamente hacia otros sectores del saber y del hacer, pretendiendo con ello hacer estimaciones cuantitativas, o prever circunstancias problemáticas, pero lo que resulta no necesariamente es un problema en sí, para esa situación y circunstancias específicas, sino una suposición o conjetura a la que se le atribuye convencionalmente el carácter de problema; empero suele ocurrir que a la postre, bajo determinadas condiciones, se transforme en una verdadera fuente de problemas. Tal es el caso, por ejemplo, de estudios de fenómenos cuantitativos que experimentan variaciones cualitativas, estudios de factibilidad, proyecciones de mercado, estimaciones de inversiones, determinación de actitudes sociales, y otras. Esto también ocurre con mucho mayor frecuencia en el campo de la investigación educativa que en el de las ciencias fácticas y formales.

El Concepto Epistémico de problema

            Como la marcha. cognoscitiva en un problema es producto de una asimetría  súbita y temporal en el acto de conocer, entonces un problema de investigación, epistemológicamente es en sí mismo, el conocimiento de un desconocimiento en algún asunto. Esto, traducido al lenguaje de la investigación corresponde a un desequilibrio cognoscitivo más una tensión intelectual interior proveniente del componente sicológico personal.  

            La asimetría súbita es la que inicialmente evidencia en el sujeto cierta diferencia informacional entre dos estados cognoscitivos, aparentemente sin sentido conceptual ideativo: uno, en el que se detecta, reconoce o desconoce lo que pasa es decir, en que se percibe una rareza, anormalidad, irregularidad, imperfección e insatisfacción personal o colectiva, pero en el que se puede entender o hasta desconocer en qué consiste aquello y  cómo tratarlo; y el otro, en el que se cubre o proporciona una cantidad y tipo de información que disipa la diferencia informacional inicial y completa el estado cognoscitivo en el cual el sujeto ya no percibe problema(s), porque temporalmente todo adquiere sentido cognoscitivo o carece de interés para él. Hay que agregar que también está presente una relación de cognoscibilidad entre los dos estados, la cual comprende los procesos de desarrollo, constructividad y transformación de la apariencia inicial del problema (Fig. Nº 3).  

            En definitiva, un problema de investigación constituye, primeramente, una situación objetiva que se presenta y evidencia como dificultades cognoscitivas, carencias de información contradicciones ideativas, o necesidades diversas, no solucionables espontánea y trivialmente, sino superables sólo mediante un reflexivo estudio o investigación teórica, empírica o aplicada, que se efectúe oportunamente.

            Tal situación se propone o enuncia entre los operadores de interrogación: ‘¿?’. Su expresión formal es: (¿x?)(.....P(x)....)., donde x es lo que se desconoce y P(x), el predicado respectivo que le acompaña.

            En este tipo de actividad intelectual se establecen dos tipos de cadenas cognoscitiva y lógica. La cognoscitiva establece las secuencias de movimientos cognoscentes que van desde lo que sea considerado como un objeto de conocimiento hasta que se adquiera una concepción racional de él.  

 

Objeto ® Problema ® Investigación ® Resolución ® Disolución

 

Figura Nº 4: Cadena cognoscitiva de un Problema

            La cadena lógica se fundamenta y consolida por medio de una secuencia de pasos que se fijan por la estructura sintáctica del lenguaje, y en la cual se ordenan sistemáticamente las ideas, conceptos, datos y concepciones del quehacer científico.  

 

PREDICADOS ® CONCEPTOS ®JUICIOS ®INFERENCIAS

 

Figura Nº 5: Cadena lógica de un Problema

            Finalmente, apoyándonos en las ideas de Piaget (1982), se puede confirmar que un Problema es también en cierta medida, la expresión dialéctica de un desequilibrio cognoscitivo en el conocimiento de la identidad establecida de un hecho, objeto, fenómeno, proceso, etc., el cual se establece por identificación de diferencias y por construcción de falsas implicaciones, tiende a una normalización, o equilibración cognoscitiva, lógica y semántica, mediante compensaciones y reequilibraciones en toda la situación involucrada. Más precisamente, una asimetría en el conocimiento que circunstancialmente se tenga de ellos, la cual se disipa parcialmente cuando en dicho proceso de equilibración se supera el desconocimiento cognoscitivo que le caracteriza en un momento dado.

El esquema Epistémico de una Situación Problemática

            Como muy acertadamente señalaron Polya, Newel, Simon, y otros investigadores del programa de investigación en Resolución de Problemas, y como ya se expuso, en una situación problemática están presentes, desde un punto de vista informacional, tres partes bien diferenciadas: estado inicial (planteamiento del problema), estado final (solución del problema) y procedimiento de resolución (método o técnica de resolución).

            EI estado inicial contiene la información percibida súbitamente, la dificultad racional, la tensión interior, es decir, lo dado o conocido al sujeto cognoscente en el instante de la percepción. En él se presenta el problema como un acto psico-lógico en forma de enunciado interrogativo o dubitativo. Así mismo, en este estado se da una momentánea anticipación resolutiva del problema que vislumbra aproximadamente cómo podría ser su estado final o su posible solución. Por ello el siguiente paso está dado por:

            EI estado final, el cual contiene, además de lo intuido en el acto de la percepción como anticipación resolutiva, la información inicialmente desconocida y la posteriormente descubierta durante el proceso de resolución. Con esta última se cubre convencionalmente el desequilibrio cognoscitivo inicial, debido a lo cual el sujeto de pronto le ve sentido a las acciones y hechos cognoscitivos realizados; entonces le atribuye a lo obtenido el carácter de solución por lo que pareciera que desapareciera la situación de problema.

            EI procedimiento de Resolución es la reacción cognoscente del sujeto al desequilibrio cognoscitivo que se da en él al tomar conciencia plena de la situación cognoscente en que se ve envuelto. Se expresa como una vía o camino hacia algún estado de solución. Tal reacción cognoscente se manifiesta inicialmente como una marcha cognoscitiva que se emprende en forma aleatoria, titubeante, en zig zag, ensayando y errando, mediante preguntas y conjeturas que acerca del problema se plantean. Y finalmente, como un conjunto de acciones metodológicas que conectan estructuralmente los dos estados del problema hasta convertirlo en una representación conceptual de él apta para emprender nuevas marchas cognoscitivas y darles un uso no necesariamente gnoseológico.

            También es bueno hacer notar que al percibirse un problema siempre se establecen momentos cognoscitivos, entre los cuales hay una longitud o distancia cognoscitiva que depende principalmente de la formación y preparación que tenga el investigador para un momento y problema dados: será tanto más larga cuanto mejor formado y preparado se esté, la distancia desaparecerá cuando aparentemente no existan problemas.

            La distancia cognoscitiva crece continua y progresivamente con la marcha cognoscitiva que se emprende. Por lo tanto en cada investigación que se lleve a cabo el individuo crece en lo cognoscitivo constantemente.

Problemas Reales y Problemas de Investigación

            Según esta interpretación epistémica del concepto de Problema, en una situación problemática se pueden encontrar Problemas Reales que se presentan objetivamente, pues en ellos se manifiesta lo que el problema es en sí, tal cual es, no lo que se cree ver; por lo tanto son independientes del sujeto cognoscente. Y una o muchas versiones subjetivas de su percepción, tratamiento y superación cognoscitiva, que inicialmente muestran lo que se cree que es. Entonces constituyen los Problemas de Investigación.

            Los primeros se dice que son problemas reales por cuanto en un contexto de justificación cognoscitiva con vigencia y validez colectiva o comunal, y bajo un sistema axiológico presente, evidencian una auténtica diferencia informacional entre dos momentos cognoscitivos: ( DI= Información final - Información inicial).

            Al principio, tal diferencia está asociada o es inherente al objeto de interés o de estudio y no depende del sujeto en sí, sino de los patrones, paradigmas y realizaciones conceptuales que al tratar de aprehender y concebir la situación problemática dada, se emplean eventualmente en calidad de instrumentos mentales del sujeto.

            La percepción de este tipo de problemas, a nuestro entender, se debe a dos razones: a) A la confrontación o “choque” repentino e imprevisto entre los instrumentos mentales aludidos del sujeto investigador -en razón de las imperfecciones momentáneas que posee- y la realidad en la cual de pronto se ve inmerso, y

b) A la inconformidad del sujeto con la realidad presente y su deseo de modificación o perfeccionamiento creativo que se Ileva a cabo intencionadamente.

            En relación con esto último nótese que incluso un problema real es un aspecto parcial de una determinada realidad, tiene por lo tanto existencia por sí mismo. En tal sentido, se puede estudiar en su manifestación, esencia y solución.

            En los dos primeros casos: manifestación y esencia, el estudio proporciona un conocimiento objetivo y relativo, mientras que en el tercero, como toda la acción racional que conduzca a la solución del problema llevará impresa siempre una alta dosis de subjetividad personal y colectiva, entonces el conocimiento que se produzca tendrá ese mismo carácter subjetivo. Nótese que quien estudie la Naturaleza en sus múltiples formas de presentación, así

como algunos aspectos del hombre y la sociedad, se ocupa de problemas reales y producirá un conocimiento significativamente objetivo, mientras que quien realice investigaciones con problemas inventados o con pseudo problemas, producirá conocimientos y soluciones que siempre estarán impregnadas de una gran carga de subjetividad social.

            Los Problemas de Investigación, en una primera aproximación, son cognoscitivamente relativos, ya que comprenden los esfuerzos conscientes o respuestas y soluciones cognoscitivas del investigador a problemas reales que hayan sido detectados por él, o que le hayan sido presentados por otros individuos y que luego los haya reconocido como tales en el marco de sus adquisiciones conceptuales previas.

            El estudio de dichos problemas persigue la superación de brechas, dificultades, necesidades o desequilibrios, entre los dos momentos cognoscitivos en cuestión a través de la incorporación lógica de aquel conocimiento con el cual se darán inicialmente en forma inductiva y luego de manera deductiva, justificaciones razonables acerca de por qué eso resulta la posible "solución" o superación del problema, o por que ya no habrá problema en su versión original.

            En el Problema de Investigación se indica lo qué hay que hacer y cómo hacer, para ir metódica y consistentemente desde la situación inicial percibida o dada, desde lo enunciado, hasta lo que convencional o consensualmente sea admitido como solución de él.

            Conviene advertir, por una parte, que cuando los Problemas de Investigación no se asocian  a problemas reales, entonces se convierten en verdaderos pseudoproblemas pues no se orientan tempranamente hacia la resolución de alguno de ellos en forma objetiva. En el mejor de los casos la resolución de un problema conducirá al conocimiento de un problema real y, por la otra, a que un problema real, por decisión metodológica del investigador, también llegue a convertirse en un verdadero problema de investigación. De esta manera la marcha cognoscitiva que se siga tendrá una longitud mayor que en caso de asociarse tempranamente a un problema real.

            Lo característico del Problema de Investigación es el desarrollo de un proceso de resolución, en el cual se dan los pasos de una marcha cognoscitiva que se emprende por medio de preguntas y supuestos que, conjuntamente con métodos, técnicas y procedimientos racionales, penetra hacia el "interior" del problema, procesa la información que se recaba durante la marcha, permite una organización compatible con la estructura del problema, y finalmente, le da un acabado formal en término de una respuesta, solución o resultado. Esta, por lo común, ha sido prevista anticipadamente en forma aproximada en las preguntas e hipótesis de trabajo. Cuando la longitud o distancia cognoscitiva entre el estado inicial y final carece de incertidumbre cognoscitiva y resolutiva, es decir, está compuesta de pasos algorítmicos que en forma segura conducen siempre al mismo resultado, entonces no hay investigación en el estricto sentido de la palabra, porque lo esencial es la aplicación efectiva del procedimiento y no la generación de nuevo conocimiento. Lo que sí hay es pura aplicación normativa de acciones procedimentales efectivas con ausencia de incertidumbre cognoscitiva. No olvidemos que en cierto sentido un algoritmo es una de las vías más cortas y  seguras para llegar siempre al mismo resultado, el cual puede ser correcto o incorrecto. Por eso, cualquier trabajo que tenga esa forma de resolución es una investigación trivial o simplemente de rutina.

            La respuesta es la reacción cognoscitiva del sujeto a la impresión sensorial e intelectual suscitada por la percepción inicial del problema. Se da con el uso inconsciente o semiconsciente de los patrones y paradigmas conceptuales que eventualmente posee el sujeto cognoscente, y con la cual se presenta una justificación subjetiva de la existencia del problema. En otras palabras, la respuesta constituye una primera impresión de aquella información

faltante que compensa la carencia o el desequilibrio cognoscitivo inicial, u otro tipo de información que emparentada con la primera guarde cierta relación de contigüedad o semejanza referencial con los presupuestos del problema. Por lo tanto, puede ser correcta o incorrecta, verdadera o falsa.

            La respuesta es correcta cuando ambos contenidos cognoscitivos, correspondientes a los estados inicial y final del problema, poseen una rigurosa compatibilidad estructural (sintáctica y semántica), y conforman una unidad ideativa autocontenida que por sí mismo se da a entender, y que además no posee presupuestos o datos que no resultan contradictorios entre sí. En caso contrario, la respuesta se considera incorrecta.

            La solución es siempre una respuesta correcta, sólo que es admitida como válida en un contexto determinado de justificación conceptual y metodológica. Por lo tanto, tiene validez sólo dentro de ciertos límites y condiciones contextuales, entonces puede llegar incluso a ser única. Basta que se cambien las condiciones a un problema para que la solución anterior deje de tener validez.

            Hay que hacer notar que los problemas de investigación por lo común poseen más de una solución. Todo depende del contexto de justificación teórica y de las condiciones bajo las cuales se presenta el problema. De manera que en esta materia no hay soluciones absolutas a los problemas que se estudian.

            Entre el planteamiento de un problema y su solución o soluciones, se establece siempre una rigurosa relación de compatibilidad referencial, coherencia sintáctica y de homogeneidad semántica en planos situacionales de una misma significación conceptual (Becerra, l989).

            EI resultado de una investigación es la conclusión cognoscitiva a la cual se llega como producto de todo los esfuerzos y procedimientos empleados para alcanzarlo. Puede ser numérico o en forma de texto corto sintético. Comprende, además, no sólo la respuesta correcta o solución, sino también una posible respuesta temporalmente incorrecta, mas todas aquellas reflexiones, inferencias y generalizaciones que de ella pudiesen derivarse, fueren o no correctas; por lo tanto, también podría ser correcto o incorrecto. Lo importante es que resulte un verdadero sistema de enunciados concluyentes.

TIPOLOGIA GENERAL DE PROBLEMAS

Carácter y referencia de los problemas

            Conviene señalar que por regla general los problemas científicos tienden a ser sistémicos, es decir, se tratan de presentar o de introducir en un sistema de problemas gnoseológicamente interconectados y en un sistema de conocimientos científicos admitidos y validados comunalmente. A dicho sistema, también se le conoce a veces como Programa de Investigación. Establezcamos que un sistema problematizador con carácter científico, según Bunge (1969), es un conjunto parcialmente ordenado de problemas; en otras palabras, una secuencia ramificada de problemas científicamente dispuestos en un orden de prioridad lógica. Mientras que en el caso educacional, los problemas se disponen de acuerdo con un orden de importancia puramente instruccional. Demás está mostrar que en educación los problemas deberían ser tanto o más sistémicos que los científicos. Baste decir que allí los problemas son más globales, integrales y de mayor dimensión manifestativa que en las ciencias; empero, en eso mismo radica la debilidad y dificulfad de su estudio, así como la poca garantía para un logro de resultados verdaderamente válidos y efectivos, ya que los problemas instruccionales se prestan menos, o es mucho más difícil su correcta formulación, formalización y verdadera resolución, que las de los problemas científicos Independientemente de cuál sea el tipo de sistema problematizador de que se trate, los problemas se pueden referir particular o globalmente a objetos, cosas, entidades, relaciones entre ellas, relaciones de relaciones, estructuras diversas, funciones y funcionalidades; a operaciones, procedimientos, modos de acción, fenómenos, procesos y hasta categorías diversas.

Tipología de problemas

            Hasta ahora casi todas las tipologías de problemas presentadas han resultado bastante convencionales; tal fue el caso de la expuesta al inicio de este trabajo. Siguiendo en esta misma dirección también se admite que los Problemas de investigación se pueden dividir en problemas científicos, tecnológicos e instruccionales.

            Los científicos son aquellos que se establecen y formulan sobre premisas estrictamente científicas, se investigan con técnicas y métodos científicos particulares, persiguen fines esencialmente gnoseológicos y admiten soluciones que, por una parte, tienden a ser únicas y, por la otra, constituyen la fuente de nuevos problemas científicos, de nuevas búsquedas y novedosos horizontes cognoscitivos. Entonces surgen a causa de exigencias básicamente cognoscitivas.

            Los problemas instruccionales, a diferencia de los científicos y al igual que los tecnológicos, aun cuando su carácter es cognoscitivo, son de naturaleza social, no cognoscitiva: son, pues, producto de una necesidad, discrepancia, dificultad o exigencia social; se establecen y formulan sobre bases (hechos, resultados y conjeturas), no necesariamente científicas, se pueden tratar y resolver con técnicas y métodos tanto generales como particulares -no obligatoriamente científicos-, persiguen fines educacionales que no tienen por qué ser coincidentes con fines puramente cognoscitivos, pueden tener muchas soluciones diferentes, y éstas no tienen por qué dar origen a problemas de carácter científico, ya que mayormente Ilegan a ser problemas cuyo carácter se refiere a asuntos de tipo tecnológico, educacional, axiológico, ético, humanista, económico y social. Usualmente surgen a causa de exigencias prácticas del quehacer instruccional productivo y social.

Diferencias metodológicas entre problemas científicos e instruccionales

            Apuntemos que un problema instruccional también puede ser tratado y resuelto con métodos científicos y no por ello se le calificará como científico, siempre seguirá siendo instruccional, precisamente, por su finalidad y naturaleza. La diferencia metodológica real entre ellos está en el comienzo y en el final de la cadena cognoscitiva, es decir, en las premisas y en las soluciones. Las premisas de un problema científico usualmente son: una teoría o un modelo científico preferentemente simbolizado de manera formal, un método científico particular, un material empírico del problema recopilado sistemáticamente, y una metódica general de proceder científico (método científico); mientras que las premisas de un problema instruccional comúnmente son: un modelo-esquema de orientación y referencia no formalizado, un cuerpo de tesis o hipótesis que anticipan la obtención de un resultado, un procedimiento general o enfoque del problema, con el cual éste se desarrolla, casi siempre un material de "campo" de carácter y naturaleza estadística, y una metodología general de proceder también científica. Las soluciones que ambos presentan igualmente resultan considerablemente diferentes, pues en el primer caso tienden a ser únicas, predecibles,  y se someten tanto a validación epistemológica como a comprobación experimental, mientras que en el segundo, ni son únicas ni son predecibles, y no se comprueban ni se someten a validación epistemológica alguna. .Por lo tanto, el hecho de que un problema cualquiera sea tratado con técnicas y métodos científicos no será razón suficiente para catalogarle a él ni al resultado como científicos. Incluso, ni el hecho de que se ocupen de ellos los propios investigadores científicos, por muy autorizados que sean, será condición "sine qua non" para catalogarles como tales; se requiere entonces que el problema también cumpla con aquellos requisitos epistémicos que sean inherentes eventualmente a su propia tipología particular y, en ambos casos, ella también es diferente. Lo único que aparentemente comparten los dos tipos de investigación aludidos es una significativa parte del esquema epistémico de composición.

            De acuerdo con el tipo de objeto y de la actividad que se despliegue en la investigación, los problemas tanto científicos como instruccionales, que son los que preferentemente ahora nos interesan, se pueden dividir fenomenológicamente en objetuales y procedimentales.

            Los objetuales, se refieren a algo concreto, a un objeto definido y precisamente establecido, a alguna propiedad o manifestación cualitativa o/y cuantitativa de ese algo; a relaciones entre propiedades, a relaciones entre relaciones, etc. En las ciencias de la naturaleza los objetos de investigación están generalmente bien definidos hasta para los principiantes y se diferencian debidamente de los problemas de investigación relacionados con ellos. En la Educación y en la Instrucción no están bien determinados los objetos y sus problemas asociados, más aún no se reconocen por todos como tales, y pocos se han ocupado de plantear problemas de demarcación clasificatoria y entitativa relacionados con ellos. Además, los problemas allí no se establecen y formalizan de acuerdo con criterios epistemológicos explícitamente conocidos y admitidos por una comunidad de investigadores, más que todo por no partir de premisas que poseen un carácter estrictamente científico, es decir, de premisas que se basen en teorías o modelos de las ciencias fácticas y formales, razones por las cuales en el sector educacional -en este asunto- el criterio prevaleciente es el de la convencionalidad.

            Los procedimentales se refieren a la forma de obtención y valoración del conocimiento acerca del objeto o problema en cuestión, En las ciencias estos problemas al estudiárseles resultan muy bien definidos, tanto en su formulación como en sus alcances, por lo que siempre son muy precisos y están circunscritos a una clase determinada de objetos. Mientras que en la educación este tipo de problemas resulta muy superficialmente determinado, de alcance sumamente general y de efectividad práctica considerablemente limitada.

            Los problemas objetuales se pueden dividir, a su vez, en: empíricos y conceptuales; mientras que los procedimentales se dividen en: metodológicos y axiológicos (Karpovich, 1980). Los empíricos s o n aquellos que se tratan y resuelven actuando directamente sobre el objeto, sobre la realidad de ellos o sobre el recurso instrumental material con el cual se estudie. Esto se hace siempre mediante el empleo de instrumentos materiales o conceptuales, que involucran operaciones de medición y registro de datos. Estipulan acciones cognoscitivas de descubrimiento, contradicción, contrastación, verificación y aplicación de conocimientos. Los conceptuales, son aquellos que aun cuando toman de la realidad premisas empíricas validadas científicamente, se tratan y resuelven sin afectar la realidad del objeto, por usarse esencialmente modelos de ella que no son más que aproximaciones o imágenes expresadas, a través de conceptos, esquemas o sistemas de conceptos. Son pues construcciones y creaciones del intelecto humano, cuyo tratamiento y resolución se basa en la realización de operaciones lógicas inductivas y deductivas, de cómputo, clasificación, sistematización y formalización. Los procedimentales son casi todos de carácter conceptual, pero se refieren básicamente a procesos, procedimientos, a algún tipo de actividad cognoscitiva. Los axiológicos son aquellos problemas de valoración ética y estética tanto de los resultados que se obtienen como de la actividad que se Ileva a cabo. Los metodológicos son también aquellos de carácter conceptual que, además de todo lo anteriormente expuesto, se tratan y resuelven de manera que sus soluciones no se presenten en forma de juicios de valor.

LA PROBLEMATIZACION

            La problematización es todo aquello cognoscitivo que se relaciona con la interacción cognoscente que en situación de problema involucra al estudioso o investigador. Se refiere a los problemas en sí, a las diferentes actividades que se realizan para tratar los problemas, a los recursos, medios e instrumentos de investigación, a la manera de comportarse y comunicar como investigador; a las condiciones y circunstancias bajo las cuales se Ileva a cabo la actividad investigativa, etc. Es también una manera de ver la realidad de un problema y de proceder con ella.

Estructuración formal de un problema

            Antes de pasar a describir los pasos aproximados que se requieren para descubrir o detectar, plantear y formular, resolver y solucionar, así como disolver problemas, es primero conveniente conocer cómo es su constitución estructural. Por ello no está demás señalar que como todo objeto material o conceptual, los problemas poseen ciertos componentes comunes ya sea desde un punto de vista de la información que contienen (Wickelgren, 1974), como de los procesos que les caracterizan (Newell y Simon, 1972). Sin embargo, por ahora nos acogeremos a una caracterización que se asemeja más a este planteamiento epistemológico (Bunge, 1969).

Componentes de un problema

            Según Bunge (1969), en todo problema se pueden distinguir los siguientes elementos:

1) Fondo. Repertorio cognoscitivo de presuposiciones específicas de naturaleza disciplinaria, constituido por afirmaciones y asunciones implícitas que dan origen a la detección del problema en el seno de algún contexto de descripción teórico-metodológica. Esto también ha sido señalado por Tarski (1968) , Hanson (1970) y Karpovich (1980) . De acuerdo con los fines de estudio e investigación, este elemento casi siempre recibe un tratamiento discursivo de carácter histórico-lógico. En las tesis de grado algunas veces se le conoce como: antecedentes cognoscitivos del problema.

2) Generador. Función propositiva que presenta el problema al aplicársele los operadores de interrogación "¿?", en la cual se implican presunciones acerca del contenido problemático, factibles formas de estructuración, condiciones de manifestación y formulación, y posibles vías de resolución. Se alimenta con datos e incógnitas que se identifican en el enunciado no necesariamente de manera operacional. En los trabajos de grado comprende las tesis e hipótesis y su desarrollo, el señalamiento de variables y su operacionalización, la elaboración y selección de instrumentos, métodos y demás procedimientos investigativos de campo, teóricos y metodológicos, condiciones de prueba, ensayo y laboratorio.

3) Solución. Procedimiento lógico estructurador de fórmulas bien formadas que, por una parte, le convierten en un enunciado válido, o de un determinado valor veritativo, y por la otra, conducen a la superación de la dificultad, carencia, contradicción y desconocimiento cognoscitivo. En los trabajos de grado constituyen la metodología empleada, el procesamiento de los datos registrados, los resultados, diversas interpretaciones de ellos y las conclusiones definitivas.

Etapas de la problematización

            A nuestro entender, la cuestión de la problematización normalmente pasa por las siguientes etapas, muchas de las cuales en cada caso se pueden presentar de una o varias maneras simultáneamente.

A) Percepción, Detección y Descubrimiento. Actos no triviales, ni puramente fortuitos, mucho menos antojadizos, que dan inicio a la actividad investigativa. En gran medida, responden más a una preparación o entrenamiento en los menesteres investigativos, implícita o explícitamente desarrollada, que al hecho puramente ocasional de enfrentarse a un problema, aun cuando reconocemos que algunas veces el instinto, sexto sentido y hasta el mismo sentido común especializado, también contribuyen a detectar prontamente alguna dificultad problemática (Bunge, 1986).

AI darse ciertas condiciones de maduración cognoscitiva creativa, este acto constituye un verdadero "insihgt” revelador una visión súbita o relampagueo, que repentinamente ilumina el entendimiento de los investigadores más curiosos y persistentes. Debemos hacer notar que una cosa es descubrir un problema mediante una actividad exploratoria experimental o conceptual, la cual casi siempre va cargada de mucha incertidumbre por los hallazgos inesperados y de un gran contenido heurístico, y otra cosa es detectar problemas mediante el empleo de técnicas e instrumentos de búsqueda y extracción de información, que condicionan de antemano la posible detección de un tipo muy específico de datos y problemas, es el caso de las encuestas y los cuestionarios.

Sin dejar de reconocer la utilidad de este tipo de instrumento y de actividad investigativa es recomendable no hacerlo solo sino combinándolo con las otras formas de obtención y procesamiento de información.

B) Planteamiento y Formulación. Son también dos momentos de manifestación similar a los anteriores, pero de diferente realización.

Luego de detectar, percibir o descubrir algo no normal, se puede plantear una situación de dificultad o un problema usando únicamente un lenguaje natural, como por ejemplo, el lenguaje común, o haciéndolo a través de nuestras propias palabras caracterizadoras. Así se podrá dar una idea medianamente inteligible de ambos, para lo cual podríamos valernos de alguna pregunta o de varias preguntas bien planteadas.

            Pero su correcta presentación investigativa y científica requiere siempre de un lenguaje más adecuado a la naturaleza de la situación o del problema, y al cuerpo de conocimientos al cual se adscriba. Entre ambos momentos puede haber incluso una significativa "distancia o longitud cognoscitiva" sólo superable mediante una investigación conceptual preliminar.

            A decir verdad, la formulación profesional de un problema requiere casi siempre de cierta competencia en el área de conocimiento involucrados en él.

            Por cierto, es bueno dejar sentado que existe una muy discutible creencia, difundida entre muchos investigadores, cual es la de admitir cual una verdad bien fundada cierto aforismo aristotélico que dice que “cuando una pregunta se enuncia claramente la mitad de su respuesta está garantizada”.  A partir de ella es costumbre inferir erróneamente que cuando un problema está bien formulado más de un 50% de la resolución está garantizada.

            A nuestro entender esto es consecuencia de no distinguir bien entre planteamiento y formulación de un problema, entre formulación, procedimientos y métodos o técnicas de resolución, entre resolución y solución, que como se vio, son las tres grandes partes estructurales de un problema.

C) La Resolución y Solución. Es un procedimiento y resultado operacionalizados con una profunda carga de incertidumbre y heurística inicial, no siempre algoritmizable, que además del método particular que se emplee en forma general, comprende un procedimiento general constituido por los siguientes pasos: una exploración conceptual preliminar vinculada inicialmente con la información de las hipótesis e incógnitas, luego sigue una descripción analítica de los pasos a seguir en término de lo que cognoscitivamente se necesite; después la interpretación normativa de los componentes de la situación o del problema con base en los datos que se suministran, continúa con la realización de operaciones empíricas y cuantificadoras a que hubiere lugar, teniendo como núcleo cognoscitivo regularidades y fórmulas relacionadas con las hipótesis e incógnitas en haber; prosigue la sistematización de resultados, y finalmente, se concluye con el control lógico de la solución.

No debe perderse de vista que la solución de los problemas, por lo común, también conduce a una reformulación cada vez mejor de él. Por lo tanto, es una sucesiva aproximación sistemática a la realidad inherente al problema en sí, Ilámese contexto de justificación (Hanson, 1977), espacio del problema, o espacio de movimientos cognoscitivos (Newell y Simon, 1959).

D) La Disolución y Aplicación. Por una parte, es un procedimiento que transforma una situación o un problema en nuevos subproblemas, o en problemas de mayor alcance y significación científica e instruccional, en particular, mediante el análisis de consecuencias y secuelas, implicaciones, generalizaciones y extrapolaciones de las soluciones halladas. Y por la otra, es la traducción del resultado o la solución, a hechos y acciones concretas conducentes a la satisfacción de necesidades cognoscitivas de cualquier carácter y naturaleza social. En conclusión, las grandes etapas de la problematización se muestran en la siguiente figura:  

 

 

Fig. 6: Etapas de la Problematización

            Por último, hay que hacer notar que cuando se estudia una problemática y se Ileva a cabo una investigación científica e instruccional no necesariamente se siguen estos pasos sistemáticamente, pues no son procedimientos metodológicos infalibles que siempre conducen a algún resultado previsto.

            Puede ocurrir que al realizarse el estudio, incluso, se intuya rápida y certeramente una solución a un problema, y entonces se obvien algunos pasos de ellos en virtud de presentarse el resultado en forma precisa y de manera entendible.

            A veces tal manera de proceder resulta. No obstante, a los que se inician en la actividad investigativa se les recomienda que se ajusten temporalmente a ellos hasta que adquieran una relativa habilidad, destreza y dominio, en el arte de investigar, ya que pueden surgir imprevistos que desvían significativamente de las búsquedas originalmente emprendidas y seguir por vías largas y complicadas; más aún, es muy frecuente que investigadores veteranos al confiarse en su sola experiencia también de pronto se encuentren en apuros, por obviar un paso o no utilizar un recurso que en determinado tipo de investigación se debía emplear. Casos como este son muy frecuentes en la ingeniería y en la tecnología.

            De aquí que sea muy cierto lo que se expresa al afirmar que: en la educación y hasta en las ciencias “muchas veces un espíritu mediocre guiado por un buen método, logra más progresos que otro más docto quien, por su sola experiencia, actúa al paso del tanteo y la intuición” (Cervo & Bervian, 1979) . En tanto se sea lo más metódico y consistente al trabajar, tanto más convincentes y firmes pueden ser los resultados de una investigación que se emprenda. Esto adquiere mayor sentido cuando se investigan problemas de gran interés profesional y de gran importancia social para lo cual se requiere tener una idea del tipo y nivel de la investigación que se realiza.

            Cabe agregar aquí, para finalizar, que el nivel de significación e importancia científica tecnológica y educacional de las investigaciones que se hacen usualmente en las ciencias se mide por la dimensión, complejidad, dificultad y variedad de los problemas que se estudian de manera formal, así como por la capacidad de los investigadores para transformar prontamente los resultados que obtienen en todo tipo de realizaciones tecnosociales. Por eso, al dedicarse alguien a la actividad investigativa es costumbre entonces, ocuparse unas veces de problemas prácticos de acción, diseño, movimiento y desarrollo; otras veces, de organización, planteamiento y proyectos de gran envergadura.

            Por lo común no conviene concentrarse en un sólo problema muy particular y en un mismo nivel pues casi siempre eso conduce a un estancamiento como investigador.

Pasos generales para percibir detectar y descubrir problemas

            Como no existe un método universal para solucionar problemas, a decir verdad, tampoco existen recomendaciones infalibles que nos permitan garantizar la percepción, detección y descubrimiento de problemas reales; siempre hay que estar preparado para ello. Empero, algunas veces se pueden seguir ciertos pasos y facilitar el proceso de reconocimiento y comprensión, a saber:

1) Identificar una posible región de problematización a partir del conocimiento pleno de algún o algunos problemas conocidos previamente por el estudioso o investigador, problemas pertenecientes o cercanos a la región cognoscitiva de la problemática en cuestión, para lo cual hay que valerse de asociaciones y analogías ideativas, simbólicas, nomológicas, metodológicas y formales, que pongan en correspondencia los componentes del problema conocido: datos, hipótesis, variables, incógnitas, planteamientos básicos y diversos resultados, así como las relaciones entre ellos, con los componentes y relaciones de algún problema en estudio o en referencia. Luego hay que fijarse en el método y procedimiento de resolución aplicado en el problema tomado como referencia. Después, a fin de concentrar el interés cognoscitivo en algún aspecto particular, se hace una extrapolación de ellos a través de preguntas como las que enunciamos anteriormente, de forma que se pueda habilitar la información que al respecto se tenga en consignación o a disponibilidad, y entonces se extrae aquello estructural que supuestamente pudiese ser útil o encajar en el contenido del enunciado del planteamiento de algún problema afín .

2) Detectar conceptos comunes y regularidades similares, esquemas y procedimientos empleados, puntos claves, elementos relevantes, conexiones conceptuales, materiales o energéticas, depósitos de cosas, flujos, interacciones y procesos presentes, e igualmente procedimientos empleados en el problema de estudio. Establecer luego una red de vínculos cognoscitivos entre ellos de acuerdo con los propósitos de la investigación que se siga; en lo posible, jerarquizando la información en orden de significación e importancia desde sus esquemas iniciales de conocimiento. Después, se deben usar replicativamente las analogías anteriormente establecidas, sobre todo, en las cuestiones relacionadas con conceptualizaciones, procesos y con procedimientos del problema.

3) Hacer seguimientos cognoscitivos a las ideas claves o relevantes de los hechos y procesos que caracterizan a otros problemas, objetos o sistemas de la región de problematización. Tratar de reconocer vínculos entre sus parámetros de diseño, variables operacionalizadas, y efectuar estimaciones cuantitativas de sus valores actuales. Asimismo, detectar instrumentos, artefactos, y demás recursos que en calidad de medios de diversa índole cognoscitiva han sido empleados o puedan ser empleados en una investigación tanto científica como instruccional que se emprenda.

4) Identificar y criticar soluciones conocidas de algún o algunos problemas, y hacer inferencias o generalizaciones que alteren deliberadamente condiciones de resolución, a fin de establecer puntos débiles y las limitaciones resolutivas que reimpulsen la continuidad de investigaciones supuestamente concluidas.

5) Aplicar replicativa y consistentemente, procedimientos y soluciones conocidas a situaciones nuevas; determinar el alcance y grado de validez que tengan; hacer analogías de posibles consecuencias e implicaciones, sobre la base de las soluciones ya conocidas.

6) Buscar relaciones generales o "macroestructurales", principios e ideas básicas compartidas, en problemas pertenecientes a otros campos o regiones cognoscitivas de estudio e investigación. Percatarse de las regularidades o leyes generales que les emparenten por su forma matemática o estadística particular.

7) Generalizar problemas conocidos, probando con nuevas variables y lo nuevos dominios para las mismas, a través de estudios de simulación, análisis de inferencias, estimación de predicciones y otras.

PASOS PARA PLANTEAR, FORMULAR Y RESOLVER BIEN UN PROBLEMA

            Esta parte se dividirá en los dos aspectos más importantes que permiten el planteamiento y la formulación de los Problemas: requisitos y condiciones

Requisitos que debe cumplir el planteamiento de problemas

1) Deben estar establecidos en forma accesible a un cuerpo de conocimientos bien fundados y colectivamente admitidos (datos, técnicas, teorías, proceso de resolución), de manera que pueda insertarse en ellos, y adquieran luego un sentido cognoscitivo que permita tanto su abordaje metodológico como su desarrollo consistente.

2 ) Deben estar bien concebidos: su enunciación ha de ser clara y no deben poseer presuposiciones falsas contradictorias, ni por decidir. Se trata de evadir ambigüedades que sean insuperables cognoscitivamente en ese momento, círculos viciosos, sofismas y tautologías indeseables, que resten valor, significación e interés investigativo al problema en cuestión.

3 ) EI alcance debe estar delimitado de manera progresiva en el seno de un cuerpo de conocimientos que sea sintáctica y semánticamente homogéneo en lo cognoscitivo así como también debe estar, establecido el dominio de valores de sus variables y parámetros intervinientes.

4 ) Deben fijarse concisamente las condiciones de existencia, bajo las cuales se produce la manifestación y formulación real de ellos.

5 ) Deben efectuarse anticipadamente estimaciones acerca de cómo sería un tipo deseable de resolución, solución y comprobación de los I mismos.

Condiciones de formulación de un problema

            Un problema estará bien formulado cuando:

a) El número de interrogantes sea igual al número de incógnitas implícitas.

b) A cada variable libre siempre se le asocia dubitativamente un operador de interrogación (¿?). Por lo tanto, su enunciado adquiere algunas de las fórmulas siguientes: (¿x?) (...x...), (¿p?) (... p ...). En ellas, como se expresó antes, x es una variable individual que se presenta en el generador propositivo (...x ...), y P es la variable predicativa que se presenta en el generador (... p ...), (Kolmogorov, 1932).

c) No siendo elemental sino compuesto, se puede descomponer o presentar como una combinación de problemas elementales bien formados. Según la lógica intuicionista de Kolmogorov (1932), la correcta construcción sintáctica de un problema compuesto de varios problemas, procede de la siguiente manera. Se forman disjunciones, conjunciones, negaciones e implicaciones, considerando, por ejemplo, que el sentido de la disjunción de las preguntas (¿x?) A(x) Ú (¿x?) B(x), consiste en tener la libertad de estudiar uno u otro problema, o ambos a la vez; correlativamente, el sentido de la conjunción de preguntas elementales (¿x?) A(x) Ù (¿x?) B(x), consiste en un estudio de ambas simultáneamente. La negación de las preguntas no se contempla como el rechazo a la solución, sino como el paso a la resolución de otro problema complementario con el problema en cuestión en el seno de regiones cognoscitivas con presupuestos afines.

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