Becerra, A. (1990): El Problema de Investigación. Caracas: UPEL. Mimeo.
En
Torno a la Idea General de Problema
Observemos que el Problema es el leit-motiv y punto de partida de toda
investigación, llámese teórica experimental o aplicada; más aún, casi
siempre resulta que la elección de un problema por un estudioso, es al mismo
tiempo la posible elección y
adquisición de un compromiso con una línea o programa de investigación. Por
cierto, lo usual en los seres humanos es también verse envueltos
permanentemente en todo género de problemas: disgustos personales,
insatisfacciones familiares, conflictos laborales, tensiones y búsquedas
profesionales, y otros. De allí que una constante de la personalidad humana,
profesional y social de un investigador, o de cualquier persona, lo sea su
actitud psicológica ante situaciones problemáticas, su manera de enfrentarse a
los hechos, a la realidad y a la fantasía. Todo lo cual se puede evidenciar
por:
1) Su disposición y capacidad
objetiva para detectar y reconocer situaciones problemáticas;
2) Su determinación para
enfrentar las situaciones problemáticas;
3) Su disposición a la
adquisición de compromisos y obligaciones;
4) La capacidad que tenga para
tomar decisiones autónomamente;
5) Su preparación y
competencia en la resolución de algún tipo de problemas;
6) Su competencia para evaluar
y criticar objetivamente soluciones propias; y
7) Su condición personal para
reconocer y asimilar soluciones ajenas
Rasgos y Objetividad de los
Problemas
Según Bunge (1968), los rasgos generales que caracterizan a un problema
de investigación son:
1. Su pertenencia a un objeto
de estudio e investigación identificado explícitamente, y su reconocimiento
ideativo en términos de enunciados interrogativos, dubitativos e imperativos,
es decir, de preguntas e interrogantes, o como hipótesis, que se formulan
debidamente;
2. EI acto psicológico de
actuar y proceder como genuina expresión de la necesidad de reconocer y
resolver una situación humana y profesionalmente fuera de lo común; y
3. EI carácter enunciativo lógico
del problema en cuanto tal como expresión de una actitud ante un hecho que
altera, distorsión, viola, afecta, cambia o modifica, algún aspecto de una
realidad concreta.
Por otra parte, se dice que una situación problemática es objetiva en
el sentido de que casi siempre ha de ser compartida por más de una persona. De
manera que no surge un problema por el mero capricho o decisión personal del
estudioso o investigador, sino como consecuencia de una situación o hecho
consecuencia de algo que se requiere conocer con propiedad. No obstante, todo
problema también Ileva en su seno una carga real de subjetividad social, sólo
que ha de ser compartida por algún otro humano interesado y/o afectado. Su
estudio ha de ser oportuno por
cuanto .la mayoría de los problemas existentes casi siempre depende de
condiciones y circunstancias propias de una época, de determinadas situaciones
y requerimientos dados cuyo valor está sujeto a una degradación progresiva.
Así pues, lo que constituye un problema en un momento dado podría no
serlo en otro momento, o en otras circunstancias. Por cierto que en la actividad
cotidiana y, en general, en la vida diaria, se tiene la costumbre dizque de
“resolver" problemas por transolapamiento
o evasión; es decir, por cambio de las condiciones o de la situación que
originan el problema -las reglas del juego-, o revistiéndola arbitrariamente de
alguna otra forma de manifestación no problemática. Tal práctica es
inadmisible en la Ciencia, más no así en educación donde no es raro encontrar
hechos como esos.
Advirtamos que algunas veces una situación normal e, incluso, irregular,
se extrapola impropiamente hacia otras regiones, dimensiones y magnitudes, o se
generaliza indebidamente hacia otros sectores del saber y del hacer,
pretendiendo con ello hacer estimaciones cuantitativas, o prever circunstancias
problemáticas, pero lo que resulta no necesariamente es un problema en sí,
para esa situación y circunstancias específicas, sino una suposición o
conjetura a la que se le atribuye convencionalmente el carácter de problema;
empero suele ocurrir que a la postre, bajo determinadas condiciones, se
transforme en una verdadera fuente de problemas. Tal es el caso, por ejemplo, de
estudios de fenómenos cuantitativos que experimentan variaciones cualitativas,
estudios de factibilidad, proyecciones de mercado, estimaciones de inversiones,
determinación de actitudes sociales, y otras. Esto también ocurre con mucho
mayor frecuencia en el campo de la investigación educativa que en el de las
ciencias fácticas y formales.
El Concepto Epistémico de
problema
Como la marcha. cognoscitiva en un problema es producto de una asimetría súbita y
temporal en el acto de conocer, entonces un problema
de investigación, epistemológicamente es
en sí mismo, el conocimiento de un
desconocimiento en algún asunto. Esto, traducido al lenguaje de la
investigación corresponde a un
desequilibrio cognoscitivo más una tensión intelectual interior
proveniente del componente sicológico personal.
La asimetría súbita es la que inicialmente evidencia en el sujeto
cierta diferencia informacional entre
dos estados cognoscitivos, aparentemente sin sentido conceptual ideativo: uno,
en el que se detecta, reconoce o desconoce lo que pasa es decir, en que se
percibe una rareza, anormalidad, irregularidad, imperfección e insatisfacción
personal o colectiva, pero en el que se puede entender o hasta desconocer en qué
consiste aquello y cómo tratarlo; y el
otro, en el que se cubre o proporciona una cantidad y tipo de información
que disipa la diferencia informacional inicial y completa el estado cognoscitivo
en el cual el sujeto ya no percibe problema(s), porque temporalmente todo
adquiere sentido cognoscitivo o carece de interés para él. Hay que agregar que
también está presente una relación de cognoscibilidad entre los dos estados,
la cual comprende los procesos de desarrollo, constructividad y transformación
de la apariencia inicial del problema (Fig. Nº 3).
En definitiva, un problema de investigación constituye, primeramente,
una situación objetiva que se presenta y evidencia como dificultades
cognoscitivas, carencias de información contradicciones ideativas, o
necesidades diversas, no solucionables espontánea y trivialmente, sino
superables sólo mediante un reflexivo estudio o investigación teórica, empírica
o aplicada, que se efectúe oportunamente.
Tal situación se propone o enuncia entre los operadores de interrogación:
‘¿?’. Su expresión formal es: (¿x?)(.....P(x)....).,
donde x es lo que se desconoce y P(x),
el predicado respectivo que le acompaña.
En este tipo de actividad intelectual se establecen dos tipos de cadenas
cognoscitiva y lógica. La cognoscitiva establece las secuencias de movimientos
cognoscentes que van desde lo que sea considerado como un objeto de conocimiento
hasta que se adquiera una concepción racional de él.
Objeto ® Problema ® Investigación ® Resolución ® Disolución |
Figura Nº 4: Cadena cognoscitiva de un Problema
La cadena lógica se fundamenta y consolida por medio de una secuencia de
pasos que se fijan por la estructura sintáctica del lenguaje, y en la cual se
ordenan sistemáticamente las ideas, conceptos, datos y concepciones del
quehacer científico.
PREDICADOS ® CONCEPTOS ®JUICIOS ®INFERENCIAS |
Figura Nº 5: Cadena lógica de un Problema
Finalmente, apoyándonos en las ideas de Piaget (1982), se puede
confirmar que un Problema es también en cierta medida, la expresión dialéctica
de un desequilibrio cognoscitivo en el conocimiento de la
identidad establecida de un hecho, objeto, fenómeno, proceso, etc., el cual
se establece por identificación de diferencias y por construcción de
falsas implicaciones, tiende a una normalización, o equilibración
cognoscitiva, lógica y semántica, mediante compensaciones y reequilibraciones
en toda la situación involucrada. Más precisamente, una asimetría en el conocimiento que circunstancialmente se tenga de
ellos, la cual se disipa parcialmente cuando en dicho proceso de equilibración
se supera el desconocimiento cognoscitivo
que le caracteriza en un momento dado.
El esquema Epistémico de una
Situación Problemática
Como muy acertadamente señalaron Polya, Newel, Simon, y otros
investigadores del programa de investigación en Resolución de Problemas, y
como ya se expuso, en una situación problemática están presentes, desde un
punto de vista informacional, tres partes bien diferenciadas: estado inicial
(planteamiento del problema), estado final (solución del problema) y
procedimiento de resolución (método o técnica de resolución).
EI estado inicial
contiene la información percibida súbitamente,
la dificultad racional, la tensión interior, es decir, lo dado o conocido al
sujeto cognoscente en el instante de la percepción. En él se presenta el
problema como un acto psico-lógico en forma de enunciado interrogativo o
dubitativo. Así mismo, en este estado se da una momentánea anticipación
resolutiva del problema que vislumbra aproximadamente cómo podría ser su
estado final o su posible solución. Por ello el siguiente paso está dado por:
EI estado final, el cual
contiene, además de lo intuido en el acto de la percepción como anticipación
resolutiva, la información inicialmente desconocida y la posteriormente
descubierta durante el proceso de resolución. Con esta última se cubre
convencionalmente el desequilibrio cognoscitivo inicial, debido a lo cual el
sujeto de pronto le ve sentido a las acciones y hechos cognoscitivos realizados;
entonces le atribuye a lo obtenido el carácter de solución
por lo que pareciera que desapareciera la situación de problema.
EI procedimiento de Resolución es la reacción cognoscente del sujeto al
desequilibrio cognoscitivo que se da en él al tomar conciencia plena de la
situación cognoscente en que se ve envuelto. Se expresa como una vía o camino
hacia algún estado de solución. Tal reacción cognoscente se manifiesta
inicialmente como una marcha cognoscitiva que se emprende en forma aleatoria,
titubeante, en zig zag, ensayando y errando, mediante preguntas y conjeturas que
acerca del problema se plantean. Y finalmente, como un conjunto de acciones
metodológicas que conectan estructuralmente los dos estados del problema hasta
convertirlo en una representación conceptual de él apta para emprender nuevas
marchas cognoscitivas y darles un uso no necesariamente gnoseológico.
También es bueno hacer notar que al percibirse un problema siempre se
establecen momentos cognoscitivos, entre los cuales hay una longitud o distancia
cognoscitiva que depende principalmente de la formación y preparación que
tenga el investigador para un momento y problema dados: será tanto más larga
cuanto mejor formado y preparado se esté, la distancia desaparecerá cuando
aparentemente no existan problemas.
La distancia cognoscitiva crece continua y progresivamente con la marcha
cognoscitiva que se emprende. Por lo tanto en cada investigación que se lleve a
cabo el individuo crece en lo cognoscitivo constantemente.
Problemas Reales y Problemas
de Investigación
Según esta interpretación epistémica del concepto de Problema, en una situación problemática se pueden encontrar Problemas
Reales que se presentan objetivamente, pues en ellos se manifiesta lo
que el problema es en sí, tal cual es, no lo que se cree ver; por lo tanto
son independientes del sujeto cognoscente. Y una o muchas versiones subjetivas
de su percepción, tratamiento y superación cognoscitiva, que inicialmente
muestran lo que se cree que es.
Entonces constituyen los Problemas de
Investigación.
Los primeros se dice que son problemas
reales por cuanto en un contexto de justificación cognoscitiva con vigencia
y validez colectiva o comunal, y bajo un sistema axiológico presente,
evidencian una auténtica diferencia
informacional entre dos momentos cognoscitivos: ( DI= Información
final - Información inicial).
Al principio, tal diferencia está asociada o es inherente al objeto de
interés o de estudio y no depende del sujeto en sí, sino de los patrones,
paradigmas y realizaciones conceptuales que al tratar de aprehender y concebir
la situación problemática dada, se emplean eventualmente en calidad de
instrumentos mentales del sujeto.
La percepción de este tipo de problemas, a nuestro entender, se debe a
dos razones: a) A la confrontación o “choque” repentino e imprevisto entre
los instrumentos mentales aludidos del sujeto investigador -en razón de las
imperfecciones momentáneas que posee- y la realidad en la cual de pronto se ve
inmerso, y
b) A la inconformidad del
sujeto con la realidad presente y su deseo de modificación o perfeccionamiento
creativo que se Ileva a cabo intencionadamente.
En relación con esto último nótese que incluso un problema real es un
aspecto parcial de una determinada realidad, tiene por lo tanto existencia por sí
mismo. En tal sentido, se puede estudiar en su manifestación, esencia y solución.
En los dos primeros casos:
manifestación y esencia, el estudio proporciona un conocimiento objetivo y
relativo, mientras que en el tercero,
como toda la acción racional que conduzca a la solución del problema llevará
impresa siempre una alta dosis de subjetividad personal y colectiva, entonces el
conocimiento que se produzca tendrá ese mismo carácter subjetivo. Nótese que
quien estudie la Naturaleza en sus múltiples formas de presentación, así
como algunos aspectos del
hombre y la sociedad, se ocupa de problemas reales y producirá un conocimiento
significativamente objetivo, mientras que quien realice investigaciones con
problemas inventados o con pseudo problemas, producirá conocimientos y
soluciones que siempre estarán impregnadas de una gran carga de subjetividad
social.
Los Problemas de Investigación,
en una primera aproximación, son cognoscitivamente relativos, ya que comprenden los esfuerzos conscientes o respuestas
y soluciones cognoscitivas del investigador a problemas reales que hayan
sido detectados por él, o que le hayan sido presentados por otros individuos y
que luego los haya reconocido como tales en el marco de sus adquisiciones
conceptuales previas.
El estudio de dichos problemas persigue la superación de brechas,
dificultades, necesidades o desequilibrios, entre los dos momentos cognoscitivos
en cuestión a través de la incorporación lógica de aquel conocimiento con el
cual se darán inicialmente en forma inductiva y luego de manera deductiva,
justificaciones razonables acerca de por qué eso resulta la posible
"solución" o superación del problema, o por que ya no habrá
problema en su versión original.
En el Problema de Investigación se indica lo
qué hay que hacer y cómo hacer, para ir metódica y consistentemente desde
la situación inicial percibida o dada, desde lo enunciado, hasta lo que
convencional o consensualmente sea admitido como solución de él.
Conviene advertir, por una parte, que cuando los Problemas de Investigación
no se asocian a problemas reales,
entonces se convierten en verdaderos pseudoproblemas pues no se orientan
tempranamente hacia la resolución de alguno de ellos en forma objetiva. En el
mejor de los casos la resolución de un problema conducirá al conocimiento
de un problema real y, por la otra, a que un problema real, por decisión
metodológica del investigador, también llegue a convertirse en un verdadero
problema de investigación. De esta manera la marcha cognoscitiva que se siga
tendrá una longitud mayor que en caso de asociarse tempranamente a un problema
real.
Lo característico del Problema de Investigación es el desarrollo de un proceso
de resolución, en el cual se dan los pasos de una marcha cognoscitiva que
se emprende por medio de preguntas y
supuestos que, conjuntamente con métodos,
técnicas y procedimientos racionales, penetra hacia el "interior" del problema, procesa la información que se recaba
durante la marcha, permite una organización compatible con la estructura del
problema, y finalmente, le da un acabado formal en término de una respuesta,
solución o resultado. Esta, por lo común, ha sido prevista
anticipadamente en forma aproximada en las preguntas
e hipótesis de trabajo. Cuando la longitud o distancia cognoscitiva entre
el estado inicial y final carece de incertidumbre cognoscitiva y resolutiva, es
decir, está compuesta de pasos algorítmicos que en forma segura conducen
siempre al mismo resultado, entonces no hay investigación en el estricto
sentido de la palabra, porque lo esencial es la aplicación efectiva del
procedimiento y no la generación de nuevo conocimiento. Lo que sí hay es pura
aplicación normativa de acciones procedimentales efectivas con ausencia de
incertidumbre cognoscitiva. No olvidemos que en cierto sentido un algoritmo es
una de las vías más cortas y seguras
para llegar siempre al mismo resultado, el cual puede ser correcto o incorrecto.
Por eso, cualquier trabajo que tenga esa forma de resolución es una investigación
trivial o simplemente de rutina.
La respuesta es la reacción
cognoscitiva del sujeto a la impresión sensorial e intelectual suscitada por la
percepción inicial del problema. Se da con el uso inconsciente o semiconsciente
de los patrones y paradigmas conceptuales que eventualmente posee el sujeto
cognoscente, y con la cual se presenta una justificación subjetiva de la
existencia del problema. En otras palabras, la respuesta constituye una primera
impresión de aquella información
faltante que compensa la
carencia o el desequilibrio cognoscitivo inicial, u otro tipo de información
que emparentada con la primera guarde cierta relación de contigüedad o
semejanza referencial con los presupuestos del problema. Por lo tanto, puede ser
correcta o incorrecta, verdadera o falsa.
La respuesta es correcta
cuando ambos contenidos cognoscitivos, correspondientes a los estados inicial y
final del problema, poseen una rigurosa compatibilidad estructural (sintáctica
y semántica), y conforman una unidad ideativa autocontenida que por sí mismo
se da a entender, y que además no posee presupuestos o datos que no resultan
contradictorios entre sí. En caso contrario, la respuesta se considera incorrecta.
La solución es siempre una
respuesta correcta, sólo que es admitida como válida en un contexto
determinado de justificación conceptual y metodológica. Por lo tanto, tiene
validez sólo dentro de ciertos límites y condiciones contextuales, entonces
puede llegar incluso a ser única. Basta que se cambien las condiciones a un
problema para que la solución anterior deje de tener validez.
Hay que hacer notar que los problemas de investigación por lo común
poseen más de una solución. Todo depende del contexto de justificación teórica
y de las condiciones bajo las cuales se presenta el problema. De manera que en
esta materia no hay soluciones absolutas a los problemas que se estudian.
Entre el planteamiento de un problema y su solución o soluciones, se
establece siempre una rigurosa relación de compatibilidad referencial,
coherencia sintáctica y de homogeneidad semántica en planos situacionales de
una misma significación conceptual (Becerra, l989).
EI resultado de una
investigación es la conclusión
cognoscitiva a la cual se llega como producto de todo los esfuerzos y
procedimientos empleados para alcanzarlo. Puede ser numérico o en forma de
texto corto sintético. Comprende, además, no sólo la respuesta correcta o
solución, sino también una posible respuesta temporalmente incorrecta, mas
todas aquellas reflexiones, inferencias y generalizaciones que de ella pudiesen
derivarse, fueren o no correctas; por lo tanto, también podría ser correcto o
incorrecto. Lo importante es que resulte un verdadero sistema
de enunciados concluyentes.
TIPOLOGIA GENERAL DE PROBLEMAS
Carácter y referencia de los
problemas
Conviene señalar que por regla general los problemas científicos
tienden a ser sistémicos, es decir, se tratan de presentar o de introducir en
un sistema de problemas gnoseológicamente interconectados y en un sistema de
conocimientos científicos admitidos y validados comunalmente. A dicho sistema,
también se le conoce a veces como Programa de Investigación. Establezcamos que
un sistema problematizador con carácter científico, según Bunge (1969), es un
conjunto parcialmente ordenado de problemas; en otras palabras, una secuencia
ramificada de problemas científicamente dispuestos en un orden de prioridad lógica.
Mientras que en el caso educacional, los problemas se disponen de acuerdo con un
orden de importancia puramente instruccional. Demás está mostrar que en
educación los problemas deberían ser tanto o más sistémicos que los científicos.
Baste decir que allí los problemas son más globales, integrales y de mayor
dimensión manifestativa que en las ciencias; empero, en eso mismo radica la
debilidad y dificulfad de su estudio, así como la poca garantía para un logro
de resultados verdaderamente válidos y efectivos, ya que los problemas
instruccionales se prestan menos, o es mucho más difícil su correcta formulación,
formalización y verdadera resolución, que las de los problemas científicos
Independientemente de cuál sea el tipo de sistema problematizador de que se
trate, los problemas se pueden referir particular o globalmente a objetos,
cosas, entidades, relaciones entre ellas, relaciones de relaciones, estructuras
diversas, funciones y funcionalidades; a operaciones, procedimientos, modos de
acción, fenómenos, procesos y hasta categorías diversas.
Tipología de problemas
Hasta ahora casi todas las tipologías de problemas presentadas han
resultado bastante convencionales; tal fue el caso de la expuesta al inicio de
este trabajo. Siguiendo en esta misma dirección también se admite que los
Problemas de investigación se pueden dividir en problemas científicos, tecnológicos
e instruccionales.
Los científicos son aquellos que se establecen y formulan sobre premisas
estrictamente científicas, se investigan con técnicas y métodos científicos
particulares, persiguen fines esencialmente gnoseológicos y admiten soluciones
que, por una parte, tienden a ser únicas y, por la otra, constituyen la fuente
de nuevos problemas científicos, de nuevas búsquedas y novedosos horizontes
cognoscitivos. Entonces surgen a causa de exigencias básicamente cognoscitivas.
Los problemas instruccionales, a diferencia de los científicos y al
igual que los tecnológicos, aun cuando su carácter es cognoscitivo, son de
naturaleza social, no cognoscitiva: son, pues, producto de una necesidad,
discrepancia, dificultad o exigencia social; se establecen y formulan sobre
bases (hechos, resultados y conjeturas), no necesariamente científicas, se
pueden tratar y resolver con técnicas y métodos tanto generales como
particulares -no obligatoriamente científicos-, persiguen fines educacionales
que no tienen por qué ser coincidentes con fines puramente cognoscitivos,
pueden tener muchas soluciones diferentes, y éstas no tienen por qué dar
origen a problemas de carácter científico, ya que mayormente Ilegan a ser
problemas cuyo carácter se refiere a asuntos de tipo tecnológico, educacional,
axiológico, ético, humanista, económico y social. Usualmente surgen a causa
de exigencias prácticas del quehacer instruccional productivo y social.
Diferencias metodológicas
entre problemas científicos e instruccionales
Apuntemos que un problema instruccional también puede ser tratado y
resuelto con métodos científicos y no por ello se le calificará como científico,
siempre seguirá siendo instruccional, precisamente, por su finalidad y
naturaleza. La diferencia metodológica real entre ellos está en el comienzo y
en el final de la cadena cognoscitiva, es decir, en las premisas y en las
soluciones. Las premisas de un problema científico usualmente son: una teoría
o un modelo científico preferentemente simbolizado de manera formal, un método
científico particular, un material empírico del problema recopilado sistemáticamente,
y una metódica general de proceder científico (método científico); mientras
que las premisas de un problema instruccional comúnmente son: un modelo-esquema
de orientación y referencia no formalizado, un cuerpo de tesis o hipótesis que
anticipan la obtención de un resultado, un procedimiento general o enfoque del
problema, con el cual éste se desarrolla, casi siempre un material de
"campo" de carácter y naturaleza estadística, y una metodología
general de proceder también científica. Las soluciones que ambos presentan
igualmente resultan considerablemente diferentes, pues en el primer caso tienden
a ser únicas, predecibles, y se
someten tanto a validación epistemológica como a comprobación experimental,
mientras que en el segundo, ni son únicas ni son predecibles, y no se
comprueban ni se someten a validación epistemológica alguna. .Por lo tanto, el
hecho de que un problema cualquiera sea tratado con técnicas y métodos científicos
no será razón suficiente para catalogarle a él ni al resultado como científicos.
Incluso, ni el hecho de que se ocupen de ellos los propios investigadores científicos,
por muy autorizados que sean, será condición "sine qua non" para
catalogarles como tales; se requiere entonces que el problema también cumpla
con aquellos requisitos epistémicos que sean inherentes eventualmente a su
propia tipología particular y, en ambos casos, ella también es diferente. Lo
único que aparentemente comparten los dos tipos de investigación aludidos es
una significativa parte del esquema epistémico de composición.
De acuerdo con el tipo de objeto y de la actividad que se despliegue en
la investigación, los problemas tanto científicos como instruccionales, que
son los que preferentemente ahora nos interesan, se pueden dividir fenomenológicamente
en objetuales y procedimentales.
Los objetuales, se refieren a algo concreto, a un objeto definido y
precisamente establecido, a alguna propiedad o manifestación cualitativa o/y
cuantitativa de ese algo; a relaciones entre propiedades, a relaciones entre
relaciones, etc. En las ciencias de la naturaleza los objetos de investigación
están generalmente bien definidos hasta para los principiantes y se diferencian
debidamente de los problemas de investigación relacionados con ellos. En la
Educación y en la Instrucción no están bien determinados los objetos y sus
problemas asociados, más aún no se reconocen por todos como tales, y pocos se
han ocupado de plantear problemas de demarcación clasificatoria y entitativa
relacionados con ellos. Además, los problemas allí no se establecen y
formalizan de acuerdo con criterios epistemológicos explícitamente conocidos y
admitidos por una comunidad de investigadores, más que todo por no partir de
premisas que poseen un carácter estrictamente científico, es decir, de
premisas que se basen en teorías o modelos de las ciencias fácticas y
formales, razones por las cuales en el sector educacional -en este asunto- el
criterio prevaleciente es el de la convencionalidad.
Los procedimentales se refieren a la forma de obtención y valoración
del conocimiento acerca del objeto o problema en cuestión, En las ciencias
estos problemas al estudiárseles resultan muy bien definidos, tanto en su
formulación como en sus alcances, por lo que siempre son muy precisos y están
circunscritos a una clase determinada de objetos. Mientras que en la educación
este tipo de problemas resulta muy superficialmente determinado, de alcance
sumamente general y de efectividad práctica considerablemente limitada.
Los problemas objetuales se pueden dividir, a su vez, en: empíricos y
conceptuales; mientras que los procedimentales se dividen en: metodológicos y
axiológicos (Karpovich, 1980). Los empíricos s o n aquellos que se tratan y
resuelven actuando directamente sobre el objeto, sobre la realidad de ellos o
sobre el recurso instrumental material con el cual se estudie. Esto se hace
siempre mediante el empleo de instrumentos materiales o conceptuales, que
involucran operaciones de medición y registro de datos. Estipulan acciones
cognoscitivas de descubrimiento, contradicción, contrastación, verificación y
aplicación de conocimientos. Los conceptuales, son aquellos que aun cuando
toman de la realidad premisas empíricas validadas científicamente, se tratan y
resuelven sin afectar la realidad del objeto, por usarse esencialmente modelos
de ella que no son más que aproximaciones o imágenes expresadas, a través de
conceptos, esquemas o sistemas de conceptos. Son pues construcciones y
creaciones del intelecto humano, cuyo tratamiento y resolución se basa en la
realización de operaciones lógicas inductivas y deductivas, de cómputo,
clasificación, sistematización y formalización. Los procedimentales son casi
todos de carácter conceptual, pero se refieren básicamente a procesos,
procedimientos, a algún tipo de actividad cognoscitiva. Los axiológicos son
aquellos problemas de valoración ética y estética tanto de los resultados que
se obtienen como de la actividad que se Ileva a cabo. Los metodológicos son
también aquellos de carácter conceptual que, además de todo lo anteriormente
expuesto, se tratan y resuelven de manera que sus soluciones no se presenten en
forma de juicios de valor.
LA PROBLEMATIZACION
La problematización es todo aquello cognoscitivo que se relaciona con la
interacción cognoscente que en situación de problema involucra al estudioso o
investigador. Se refiere a los problemas en sí, a las diferentes actividades
que se realizan para tratar los problemas, a los recursos, medios e instrumentos
de investigación, a la manera de comportarse y comunicar como investigador; a
las condiciones y circunstancias bajo las cuales se Ileva a cabo la actividad
investigativa, etc. Es también una manera de ver la realidad de un problema y
de proceder con ella.
Estructuración formal de un
problema
Antes de pasar a describir los pasos aproximados que se requieren para
descubrir o detectar, plantear y formular, resolver y solucionar, así como
disolver problemas, es primero conveniente conocer cómo es su constitución
estructural. Por ello no está demás señalar que como todo objeto material o
conceptual, los problemas poseen ciertos componentes comunes ya sea desde un
punto de vista de la información que contienen (Wickelgren, 1974), como de los
procesos que les caracterizan (Newell y Simon, 1972). Sin embargo, por ahora nos
acogeremos a una caracterización que se asemeja más a este planteamiento
epistemológico (Bunge, 1969).
Componentes de un problema
Según Bunge (1969), en todo problema se pueden distinguir los siguientes
elementos:
1) Fondo.
Repertorio cognoscitivo de presuposiciones específicas de naturaleza
disciplinaria, constituido por afirmaciones y asunciones implícitas que dan
origen a la detección del problema en el seno de algún contexto de descripción
teórico-metodológica. Esto también ha sido señalado por Tarski (1968) ,
Hanson (1970) y Karpovich (1980) . De acuerdo con los fines de estudio e
investigación, este elemento casi siempre recibe un tratamiento discursivo de
carácter histórico-lógico. En las tesis de grado algunas veces se le conoce
como: antecedentes cognoscitivos del problema.
2) Generador.
Función propositiva que presenta el problema al aplicársele los operadores de
interrogación "¿?", en la cual se implican presunciones acerca del
contenido problemático, factibles formas de estructuración, condiciones de
manifestación y formulación, y posibles vías de resolución. Se alimenta con
datos e incógnitas que se identifican en el enunciado no necesariamente de
manera operacional. En los trabajos de grado comprende las tesis e hipótesis y
su desarrollo, el señalamiento de variables y su operacionalización, la
elaboración y selección de instrumentos, métodos y demás procedimientos
investigativos de campo, teóricos y metodológicos, condiciones de prueba,
ensayo y laboratorio.
3) Solución.
Procedimiento lógico estructurador de fórmulas bien formadas que, por una
parte, le convierten en un enunciado válido, o de un determinado valor
veritativo, y por la otra, conducen a la superación de la dificultad, carencia,
contradicción y desconocimiento cognoscitivo. En los trabajos de grado
constituyen la metodología empleada, el procesamiento de los datos registrados,
los resultados, diversas interpretaciones de ellos y las conclusiones
definitivas.
Etapas de la problematización
A nuestro entender, la cuestión de la problematización normalmente pasa
por las siguientes etapas, muchas de las cuales en cada caso se pueden presentar
de una o varias maneras simultáneamente.
A) Percepción,
Detección y Descubrimiento. Actos no triviales, ni puramente fortuitos,
mucho menos antojadizos, que dan inicio a la actividad investigativa. En gran
medida, responden más a una preparación o entrenamiento en los menesteres
investigativos, implícita o explícitamente desarrollada, que al hecho
puramente ocasional de enfrentarse a un problema, aun cuando reconocemos que
algunas veces el instinto, sexto sentido y hasta el mismo sentido común
especializado, también contribuyen a detectar prontamente alguna dificultad
problemática (Bunge, 1986).
AI darse ciertas condiciones
de maduración cognoscitiva creativa, este acto constituye un verdadero
"insihgt” revelador una visión súbita o relampagueo, que repentinamente
ilumina el entendimiento de los investigadores más curiosos y persistentes.
Debemos hacer notar que una cosa es descubrir un problema mediante una actividad
exploratoria experimental o conceptual, la cual casi siempre va cargada de mucha
incertidumbre por los hallazgos inesperados y de un gran contenido heurístico,
y otra cosa es detectar problemas mediante el empleo de técnicas e instrumentos
de búsqueda y extracción de información, que condicionan de antemano la
posible detección de un tipo muy específico de datos y problemas, es el caso
de las encuestas y los cuestionarios.
Sin dejar de reconocer la
utilidad de este tipo de instrumento y de actividad investigativa es
recomendable no hacerlo solo sino combinándolo con las otras formas de obtención
y procesamiento de información.
B) Planteamiento
y Formulación. Son también dos momentos de manifestación similar a los
anteriores, pero de diferente realización.
Luego de detectar, percibir o
descubrir algo no normal, se puede plantear una situación de dificultad o un
problema usando únicamente un lenguaje natural, como por ejemplo, el lenguaje
común, o haciéndolo a través de nuestras propias palabras caracterizadoras.
Así se podrá dar una idea medianamente inteligible de ambos, para lo cual podríamos
valernos de alguna pregunta o de varias preguntas bien planteadas.
Pero su correcta presentación investigativa y científica requiere
siempre de un lenguaje más adecuado a la naturaleza de la situación o del
problema, y al cuerpo de conocimientos al cual se adscriba. Entre ambos momentos
puede haber incluso una significativa "distancia o longitud
cognoscitiva" sólo superable mediante una investigación conceptual
preliminar.
A decir verdad, la formulación profesional de un problema requiere casi
siempre de cierta competencia en el área de conocimiento involucrados en él.
Por cierto, es bueno dejar sentado que existe una muy discutible
creencia, difundida entre muchos investigadores, cual es la de admitir cual una
verdad bien fundada cierto aforismo aristotélico que dice que “cuando una pregunta se enuncia claramente la mitad de su respuesta está
garantizada”. A partir de
ella es costumbre inferir erróneamente que cuando un problema está bien
formulado más de un 50% de la resolución está garantizada.
A nuestro entender esto es consecuencia de no distinguir bien entre
planteamiento y formulación de un problema, entre formulación, procedimientos
y métodos o técnicas de resolución, entre resolución y solución, que como
se vio, son las tres grandes partes estructurales de un problema.
C) La
Resolución y Solución. Es un procedimiento y resultado operacionalizados
con una profunda carga de incertidumbre y heurística inicial, no siempre
algoritmizable, que además del método particular que se emplee en forma
general, comprende un procedimiento general constituido por los siguientes
pasos: una exploración conceptual preliminar vinculada inicialmente con la
información de las hipótesis e incógnitas, luego sigue una descripción analítica
de los pasos a seguir en término de lo que cognoscitivamente se necesite; después
la interpretación normativa de los componentes de la situación o del problema
con base en los datos que se suministran, continúa con la realización de
operaciones empíricas y cuantificadoras a que hubiere lugar, teniendo como núcleo
cognoscitivo regularidades y fórmulas relacionadas con las hipótesis e incógnitas
en haber; prosigue la sistematización de resultados, y finalmente, se concluye
con el control lógico de la solución.
No debe perderse de vista que
la solución de los problemas, por lo común, también conduce a una reformulación
cada vez mejor de él. Por lo tanto, es una sucesiva aproximación sistemática
a la realidad inherente al problema en sí, Ilámese contexto de justificación
(Hanson, 1977), espacio del problema, o espacio de movimientos cognoscitivos
(Newell y Simon, 1959).
D)
La Disolución y Aplicación. Por una
parte, es un procedimiento que transforma una situación o un problema en nuevos
subproblemas, o en problemas de mayor alcance y significación científica e
instruccional, en particular, mediante el análisis de consecuencias y secuelas,
implicaciones, generalizaciones y extrapolaciones de las soluciones halladas. Y
por la otra, es la traducción del resultado o la solución, a hechos y acciones
concretas conducentes a la satisfacción de necesidades cognoscitivas de
cualquier carácter y naturaleza social. En conclusión, las grandes etapas de
la problematización se muestran en la siguiente figura:
Fig. 6:
Etapas de la Problematización
Por último, hay que hacer notar que cuando se estudia una problemática
y se Ileva a cabo una investigación científica e instruccional no
necesariamente se siguen estos pasos sistemáticamente, pues no son
procedimientos metodológicos infalibles que siempre conducen a algún resultado
previsto.
Puede ocurrir que al realizarse el estudio, incluso, se intuya rápida y
certeramente una solución a un problema, y entonces se obvien algunos pasos de
ellos en virtud de presentarse el resultado en forma precisa y de manera
entendible.
A veces tal manera de proceder resulta. No obstante, a los que se inician
en la actividad investigativa se les recomienda que se ajusten temporalmente a
ellos hasta que adquieran una relativa habilidad, destreza y dominio, en el arte
de investigar, ya que pueden surgir imprevistos que desvían significativamente
de las búsquedas originalmente emprendidas y seguir por vías largas y
complicadas; más aún, es muy frecuente que investigadores veteranos al
confiarse en su sola experiencia también de pronto se encuentren en apuros, por
obviar un paso o no utilizar un recurso que en determinado tipo de investigación
se debía emplear. Casos como este son muy frecuentes en la ingeniería y en la
tecnología.
De aquí que sea muy cierto lo que se expresa al afirmar que: en la
educación y hasta en las ciencias “muchas
veces un espíritu mediocre guiado por un buen método, logra más progresos que
otro más docto quien, por su sola experiencia, actúa al paso del tanteo y la
intuición” (Cervo & Bervian, 1979) . En tanto se sea lo más metódico
y consistente al trabajar, tanto más convincentes y firmes pueden ser los
resultados de una investigación que se emprenda. Esto adquiere mayor sentido
cuando se investigan problemas de gran interés profesional y de gran
importancia social para lo cual se requiere tener una idea del tipo y nivel de
la investigación que se realiza.
Cabe agregar aquí, para finalizar, que el nivel de significación e
importancia científica tecnológica y educacional de las investigaciones que se
hacen usualmente en las ciencias se mide por la dimensión, complejidad,
dificultad y variedad de los problemas que se estudian de manera formal, así
como por la capacidad de los investigadores para transformar prontamente los
resultados que obtienen en todo tipo de realizaciones tecnosociales. Por eso, al
dedicarse alguien a la actividad investigativa es costumbre entonces, ocuparse
unas veces de problemas prácticos de acción, diseño, movimiento y desarrollo;
otras veces, de organización, planteamiento y proyectos de gran envergadura.
Por lo común no conviene concentrarse en un sólo problema muy
particular y en un mismo nivel pues casi siempre eso conduce a un estancamiento
como investigador.
Pasos generales para percibir
detectar y descubrir problemas
Como no existe un método universal para solucionar problemas, a decir
verdad, tampoco existen recomendaciones infalibles que nos permitan garantizar
la percepción, detección y descubrimiento de problemas reales; siempre hay que
estar preparado para ello. Empero, algunas veces se pueden seguir ciertos pasos
y facilitar el proceso de reconocimiento y comprensión, a saber:
1) Identificar una posible
región de problematización a partir del conocimiento pleno de algún o algunos
problemas conocidos previamente por el estudioso o investigador, problemas
pertenecientes o cercanos a la región cognoscitiva de la problemática en
cuestión, para lo cual hay que valerse de asociaciones y analogías ideativas,
simbólicas, nomológicas, metodológicas y formales, que pongan en
correspondencia los componentes del problema conocido: datos, hipótesis,
variables, incógnitas, planteamientos básicos y diversos resultados, así como
las relaciones entre ellos, con los componentes y relaciones de algún problema
en estudio o en referencia. Luego hay que fijarse en el método y procedimiento
de resolución aplicado en el problema tomado como referencia. Después, a fin
de concentrar el interés cognoscitivo en algún aspecto particular, se hace una
extrapolación de ellos a través de preguntas como las que enunciamos
anteriormente, de forma que se pueda habilitar la información que al respecto
se tenga en consignación o a disponibilidad, y entonces se extrae aquello
estructural que supuestamente pudiese ser útil o encajar en el contenido del
enunciado del planteamiento de algún problema afín .
2) Detectar conceptos comunes
y regularidades similares, esquemas y procedimientos empleados, puntos claves,
elementos relevantes, conexiones conceptuales, materiales o energéticas, depósitos
de cosas, flujos, interacciones y procesos presentes, e igualmente
procedimientos empleados en el problema de estudio. Establecer luego una red de
vínculos cognoscitivos entre ellos de acuerdo con los propósitos de la
investigación que se siga; en lo posible, jerarquizando la información en
orden de significación e importancia desde sus esquemas iniciales de
conocimiento. Después, se deben usar replicativamente las analogías
anteriormente establecidas, sobre todo, en las cuestiones relacionadas con
conceptualizaciones, procesos y con procedimientos del problema.
3) Hacer seguimientos
cognoscitivos a las ideas claves o relevantes de los hechos y procesos que
caracterizan a otros problemas, objetos o sistemas de la región de
problematización. Tratar de reconocer vínculos entre sus parámetros de diseño,
variables operacionalizadas, y efectuar estimaciones cuantitativas de sus
valores actuales. Asimismo, detectar instrumentos, artefactos, y demás recursos
que en calidad de medios de diversa índole cognoscitiva han sido empleados o
puedan ser empleados en una investigación tanto científica como instruccional
que se emprenda.
4) Identificar y criticar
soluciones conocidas de algún o algunos problemas, y hacer inferencias o
generalizaciones que alteren deliberadamente condiciones de resolución, a fin
de establecer puntos débiles y las limitaciones resolutivas que reimpulsen la
continuidad de investigaciones supuestamente concluidas.
5) Aplicar replicativa y
consistentemente, procedimientos y soluciones conocidas a situaciones nuevas;
determinar el alcance y grado de validez que tengan; hacer analogías de
posibles consecuencias e implicaciones, sobre la base de las soluciones ya
conocidas.
6) Buscar relaciones generales
o "macroestructurales", principios e ideas básicas compartidas, en
problemas pertenecientes a otros campos o regiones cognoscitivas de estudio e
investigación. Percatarse de las regularidades o leyes generales que les
emparenten por su forma matemática o estadística particular.
7) Generalizar problemas
conocidos, probando con nuevas variables y lo nuevos dominios para las mismas, a
través de estudios de simulación, análisis de inferencias, estimación de
predicciones y otras.
PASOS PARA PLANTEAR, FORMULAR
Y RESOLVER BIEN UN PROBLEMA
Esta parte se dividirá en los dos aspectos más importantes que permiten
el planteamiento y la formulación de los Problemas: requisitos y condiciones
Requisitos que debe cumplir el
planteamiento de problemas
1) Deben estar establecidos en
forma accesible a un cuerpo de conocimientos bien fundados y colectivamente
admitidos (datos, técnicas, teorías, proceso de resolución), de manera que
pueda insertarse en ellos, y adquieran luego un sentido cognoscitivo que permita
tanto su abordaje metodológico como su desarrollo consistente.
2 ) Deben estar bien
concebidos: su enunciación ha de ser clara y no deben poseer presuposiciones
falsas contradictorias, ni por decidir. Se trata de evadir ambigüedades que
sean insuperables cognoscitivamente en ese momento, círculos viciosos, sofismas
y tautologías indeseables, que resten valor, significación e interés
investigativo al problema en cuestión.
3 ) EI alcance debe estar
delimitado de manera progresiva en el seno de un cuerpo de conocimientos que sea
sintáctica y semánticamente homogéneo en lo cognoscitivo así como también
debe estar, establecido el dominio de valores de sus variables y parámetros
intervinientes.
4 ) Deben fijarse concisamente
las condiciones de existencia, bajo las cuales se produce la manifestación y
formulación real de ellos.
5 ) Deben efectuarse
anticipadamente estimaciones acerca de cómo sería un tipo deseable de resolución,
solución y comprobación de los I mismos.
Condiciones de formulación de
un problema
Un problema estará bien formulado cuando:
a) El número de interrogantes
sea igual al número de incógnitas implícitas.
b) A cada variable libre
siempre se le asocia dubitativamente un operador de interrogación (¿?). Por lo
tanto, su enunciado adquiere algunas de las fórmulas siguientes: (¿x?) (...x...), (¿p?) (... p ...). En ellas, como se expresó antes, x es una variable
individual que se presenta en el generador propositivo (...x ...), y P es la
variable predicativa que se presenta en el generador (... p ...), (Kolmogorov,
1932).
c) No siendo elemental sino
compuesto, se puede descomponer o presentar como una combinación de problemas
elementales bien formados. Según la lógica intuicionista de Kolmogorov (1932),
la correcta construcción sintáctica de un problema compuesto de varios
problemas, procede de la siguiente manera. Se forman disjunciones, conjunciones,
negaciones e implicaciones, considerando, por ejemplo, que el sentido de la
disjunción de las preguntas (¿x?) A(x) Ú
(¿x?) B(x), consiste en tener la libertad de estudiar uno u otro problema, o
ambos a la vez; correlativamente, el sentido de la conjunción de preguntas
elementales (¿x?) A(x) Ù
(¿x?) B(x), consiste en un estudio de ambas simultáneamente. La negación de
las preguntas no se contempla como el rechazo a la solución, sino como el paso
a la resolución de otro problema complementario con el problema en cuestión en
el seno de regiones cognoscitivas con presupuestos afines.
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