(Fragmento del Capítulo 2, "Área Empírica del Estudio")
La importancia que tiene el lenguaje en la vida del
ser humano es conocida y apreciada por todos; el lenguaje ha sido el vehículo de
comunicación determinante en el desarrollo de la humanidad. A través de los
tiempos el hombre se ha preocupado por establecer una comunicación o un contacto
claro con sus semejantes, intentando hacerse comprender de la manera más simple
posible. En sus primeros desarrollos, el hombre se valía de señales de humo y
gestos para poder comunicarse. Progresivamente aumentan los niveles de
comunicación y surgen medios como el telégrafo y las cartas, hasta llegar a
instrumentos cada vez más perfectos y novedosos como la comunicación vía
satélite que permite unir a grandes grupos de personas en un mismo momento desde
diferentes puntos del mundo y, a menor escala, y las computadoras personales que
constituyen instrumentos poderosos de comunicación desde el sitio de trabajo o
vivienda de cada usuario, por vía de la Internet.
El lenguaje como sistema de comunicación es un
proceso complejo que exige importantes condiciones: unos órganos que se combinan
para producir sonidos de habla (diferente de los animales que producen otro tipo
de sonidos), una estructura gramatical que permite relacionar los sonidos para
darles sentido y una intención o finalidad que está presente en el acto
comunicativo según sea el caso, comunicación para: hacer un reclamo, cerrar un
negocio, dar una opinión, etc.
Estas condiciones son indispensables para que exista
comunicación por medio de la lengua hablada. Claro está, existen ciertas
variantes en cuanto a la estructura gramatical para el caso de los idiomas,
lenguas especiales o jergas, donde las diferencias gramaticales hacen que estas
lenguas tengan una estructura particular. En todo caso, siempre ha existido, y
existirá, la comunicación como medio de hacerse comprender.
Los estudios acerca del lenguaje tienen variadas
motivaciones. En ocasiones, el interés se centra en el uso que el hombre hace
del lenguaje; este es el campo de estudio, por ejemplo, de la comunicación.
Otras veces las investigaciones abordan su estructura; este es el campo de la
gramática y la lingüística. En ambos casos, los estudios varían desde los medios
que el hombre usa para comunicarse hasta las formas como construye sus
comunicaciones.
Haciendo referencia a los elementos que forman parte
del modelo tradicional de comunicación, se tiene que las vías o canales son
variadas: orales, escritas, gestuales, etc., según el interés o la necesidad del
interlocutor. Lo importante para todos es, en todo caso, que el destinatario
reciba el mensaje que se le envía, es decir, descifre lo que se le quiere decir.
A esto se suma un elemento importante en este proceso, como lo es el contexto o
espacio donde se realizan los procesos de comunicación en general: hablados o
escritos.
De manera especial para
esta investigación, interesan los
procesos de comunicación escrita que se dan como producto de haber realizado un
proceso de investigación. Lo que ocurre en la práctica es que todo proceso de
investigación, tanto su producto como su resultado debe, necesariamente, ser
transcrito o reproducido en un documento para su posterior diseminación y
divulgación. En este proceso de comunicar lo investigado a través de un texto,
se cumplen ciertas pautas de ordenamiento o disposición del material, bajo
ciertas reglas que hasta ahora no parecen estar muy claras o, en todo caso, no
parece existir alguna información al respecto. Es decir, hasta ahora no está muy
claro el proceso por el cual el investigador pasa para construir su texto de
investigación. Además de ello, en el proceso mismo de investigar ocurren ciertos
eventos que finalmente son incluidos en dicho informe o texto pero que,
igualmente, no han sido hasta ahora suficientemente revisados y sistematizados,
lo que dificulta su explicación, independientemente del éxito de todo el
proceso. Por supuesto, la idea no es sostener que todo proceso de investigación
y el consecuente reporte del mismo es una receta que debe estar rigurosamente
ordenada y sistematizada para facilitar su transmisión a otros investigadores
con el objetivo de alcanzar niveles de excelencia. La idea es, más bien,
explicar dicho proceso.
Cuando el investigador examina
una realidad y se plantea solucionar un problema encontrado o simplemente se
plantea el problema y luego revisa la realidad que es afectada, inicia un
proceso de búsqueda y solución, comúnmente conocido como investigación. En ese
proceso de búsqueda el investigador, necesariamente, debe comunicar tanto lo que
hizo como lo que encontró (procesos y resultados), para lo cual se sirve de los
reportes escritos que son los documentos que sostienen todo el trabajo
realizado. Dichos documentos son los textos de investigación, también conocidos
como reportes, tesis, trabajos de grado, ponencias, trabajos de ascenso,
monografías, según la situación en que se produzcan. Luego de producidos pasan a
ser propiedad de una comunidad o grupo interesado en conocer los resultados
encontrados para aplicarlos o para someterlos a revisión nuevamente. Pero, en
todo caso, es a partir del texto que surge de la investigación, que se logra ese
intercambio comunicacional.
La producción de dicho texto pasa, como la
investigación misma, por varios procesos y en su construcción final convergen
distintos elementos tales como: el lugar donde se produce, la empresa o
institución que la respalda o patrocina, el tipo de investigación, el tipo de
realidad, los conceptos seleccionados, los pasos que se dieron para poder hacer
el estudio, en fin, este texto se diferencia sustancialmente del resto de los
documentos tanto por su contenido como por la forma como se presenta y, el
interés de esta investigación es
abordar el estudio de dichos textos, indagar cómo se construyen, cuándo se
comienzan a elaborar, cómo y cuál es el contenido de los mismos, cuál es la
intención, etc., para de esta manera, intentar explicar los componentes que
están presentes en ellos y la forma cómo se relacionan dichos entre sí.
A partir de la descripción del
espacio de investigación queda
claro que el objeto de estudio son los textos que se producen como resultado de
los procesos de investigación, con especial referencia a aquellos que proceden
de las áreas de postgrado, tanto en la instancia de maestría como de doctorado
de cualquier universidad, siempre que dichos textos surjan como resultado de una
investigación y, además, entendiendo investigación como el proceso dirigido a
producir conocimientos y tecnologías.
Definido el objeto de estudio, lo que sigue es la
descripción de las áreas observacionales de
esta investigación, lo que
constituye la estructura empírica delimitada desde su instancia más general
hasta la más específica.
Las investigaciones y el texto
o reporte de investigación se desarrolla dentro de un contexto específico de
investigación. Por contexto de investigación se puede entender el lugar, la
situación, el momento y la intención escogidos para realizar cualquier
investigación. El lugar representa el espacio físico donde se realiza el
estudio. Este lugar puede ser una institución o academia, como la Universidad
Experimental Simón Rodríguez, el CONICIT o cualquier institución interesada en
promover investigaciones. Esto es en general para cualquier institución y
cualquier investigación es decir, las investigaciones se realizan dentro de una
institución independientemente del área a que correspondan (educativas,
económicas, sociológicas, médicas, etc.) y en función de estas instituciones es
que tienen validez y reconocimiento.
En los contextos académicos es
donde pueden observarse hechos como: estudios, seminarios, jornadas,
confrontaciones, intercambios investigativos, publicaciones, etc. Casi siempre
estos contextos van definidos física o institucionalmente por ser universidades
o centros de investigación no universitario. Sayago (1998), en su trabajo
acerca de las Tendencias Actuales de la Investigación en Venezuela. Un
estudio de 108 casos, describe importantes datos acerca de la cantidad de
tesis producidas en las universidades nacionales. En el mismo se indica que la
UNESR, en el lapso comprendido entre 1990 y 1996, tiene el mayor porcentaje de
investigaciones producidas con total de 41,6%, seguida por el IUP de Caracas con
un 17,6%, aunque la autora aclara que las cifras no son muy significativas pues
un estudio acerca del incremento (o decremento) de la cantidad de
investigaciones, exigiría aumentar tanto el corpus como el tiempo de estudio de
dicho corpus.
La situación dentro de la cual
se realiza una investigación tiene que ver con los requerimientos y necesidades
tanto de la institución como del investigador. Así, se encuentran
investigaciones para alcanzar un título (de Magister o Doctor, por ejemplo),
para obtener ascensos (de Asociado a Titular) o simplemente para mejorar los
ingresos económicos, sin que ello pueda implicar ascensos dentro de la
estructura de la organización. En el trabajo de Sayago se encontró que el 72,2%
de las investigaciones corresponden al nivel de maestría y el 17,59% a los
trabajos de ascenso, siendo los estudios de doctorados los que menor porcentaje
representan: un 10,18% del total de los casos.
También están las
investigaciones subvencionadas por empresas cuyo interés es promocionar los
productos que representan; este el caso de los estudios pagados por el Centro de
Tecnología Colgate-Palmolive (1993) o las investigaciones realizadas a título
personal, como es el caso de historiadores que tienen intereses particulares por
averiguar, por ejemplo, datos de tipo familiar. De acuerdo a esto, las
investigaciones varían en función de los diseños curriculares de cada
institución y de las instancias en que se ofrecen los niveles de cursos, como en
el caso de los postgrados donde los niveles van desde especialización hasta
doctorado. También varían de acuerdo a las necesidades de la institución y se
tienen entonces, investigaciones para promover un producto, para chequear la
efectividad de un material, etc. En estos casos la acreditación por título no es
lo más importante sino las ganancias o el prestigio que los resultados puedan
tener para quien promueve el estudio.
Ciertas investigaciones se realizan dentro de lapsos
o momentos que, a diferencia de los programados por una institución (entregas en
función de semestres o años, por ejemplo), son previamente establecidos y deben
ser cumplidos a cabalidad pues, de lo contrario, el estudio prescribe o
simplemente ya deja de tener el interés inicial, sobre todo cuando se trata de
lanzar un producto al mercado. En otras ocasiones las investigaciones no
dependen de lapsos o momentos específicos y sólo están supeditadas a los
cronogramas que el mismo investigador le asigna o que asigna la institución,
especialmente para el caso de los estudios subvencionados por empresas donde los
lapsos de entregas son importantes en función de la promoción de sus resultados
hacia el mercado. Aquí se incluyen también aquellos estudios cuyo financiamiento
está en función de los lapsos de entrega.
Así mismo, en toda
investigación está presente la intención del investigador lo que se manifiesta
en los propósitos, deseos, creencias y la información, previa al estudio, que ha
obtenido de otras experiencias o estudios realizados. Dada estas condiciones, el
investigador lo que hace es combinar la investigación, específicamente el
problema de investigación, con sus propias convicciones. En ocasiones dicha
combinación no afecta el desarrollo de la investigación por la coincidencia de
acuerdos. Son los casos en que al investigador le gusta el tema, tiene un
interés particular en el mismo, está de acuerdo con la filosofía de la
institución que respalda el estudio (estos es: forma de trabajar, lineamientos a
seguir, acuerdo con los objetivos, etc.). En otros casos el investigador debe
apartar, de alguna manera, sus propias creencias, valores y pre-supuestos ya que
no coinciden con la línea de trabajo de la institución y no le queda otra opción
que realizar el estudio. Ello es muy corriente en las investigaciones pagadas
por empresas o en el caso de las instituciones que imponen reglas diferentes a
las comúnmente conocidas dentro de las comunidades académicas. Pero,
fundamentalmente, en las universidades y centros de investigación, la intención
es la de producir conocimientos y tecnologías dentro de diferentes niveles y
esta producción se manifiesta como trabajos de ascenso, ponencias, conferencias,
tesis de grado, etc. Claro está, no escapan de este renglón los investigadores
que adquieren el compromiso de investigar complaciendo a un tutor o un programa
por la conveniencia de culminar lo más rápido posible una carrera y poder
graduarse. En estos casos, se da paso a un interés personal que quizás tenga
poco que ver con el deseo y la voluntad de investigar a gusto.
Se tiene entonces una
descripción empírica del área más general con los siguientes componentes:
-
El conjunto de los
textos investigativos I (al cual pertenecen i1, i2...,
in).
-
El conjunto de los
contextos C al
cual pertenecen c1, c2..., cn).
-
El conjunto de las
situaciones S (al cual pertenecen s1, s2..., sn).
-
El conjunto de lo
momentos M (al cual pertenecen m1, m2..., mn).
-
El conjunto de las
intenciones N (al cual pertenecen n1, n2..., nn).
Entre estos conjuntos se
postula una única relación r, según la cual todo i que pertenece a
I se vincula a cada uno de los elementos de los restantes conjuntos. Esto
significa que toda investigación adquiere diferentes valores según los elementos
contextuales C, situacionales S, de momento M y de
intención N, con los cuales se asocia gracias a la función r.
De acuerdo a esto la estructura
empírica se escribe del siguiente modo:
< I, C, S, M, N, r >
Esto significa que toda investigación I
adquiere diferentes valores según los elementos contextuales C,
situacionales S, de momento M y de intención N, entre los
cuales se establece un relación única r que tiene carácter de función.
En el área intermedia están
todos aquellos hechos (algunos de naturaleza cognitiva, no observable
directamente) referidos a búsquedas y hallazgos empírico-teórico-metodológicos:
exploraciones de campo, construcción de teorías, experimentaciones, etc., y que
se manifiestan en una reproducción textual a través de un medio físico definido
y transmisible: documentos, disquettes, multimedia (páginas Webb, CD Rom). La
intención es explorar las distintas formas cómo el investigador aborda el
proceso de producción investigativa desde el contexto empírico donde se
encuentra el hecho o conjunto de hechos del estudio; las formas de captarlos,
organizarlos, relacionarlos, etc.; las instancias que lo llevan a seleccionar
teorías, conceptos teóricos, leyes, hipótesis, como base de toda investigación
y, finalmente, los métodos seleccionados para resolver el problema. Aquí se
podrían responder interrogantes tales como: ¿Qué áreas de impacto se seleccionan
para investigar? ¿Cómo se asocian los problemas a la estructura diacrónica y
sincrónica de la investigación? ¿Existe relación entre el tipo de investigación
y método declarado? ¿Es relevante el problema? En fin, lo que se intenta es
determinar el proceso de búsqueda y hallazgos típico de los procesos de
investigación.
Este proceso de búsqueda y hallazgos se identifica
como la forma de producción textual, entendida como el conjunto de herramientas
que el investigador selecciona para abordar la realidad que será objeto de
estudio, los conceptos con los que designa dicha realidad y los métodos de que
se vale el investigador para resolver el problema de investigación. En este
aspecto Sayago ofrece cifras importantes: encontró que el 61,11% de las tesis
están orientadas a caracterizar la realidad, mientras que el 29,62% se orientan
a investigar relaciones entre variables y el 90,74% de las tesis son
descriptivas. En cuanto a los métodos, la autora señala que el 75,92% de las
tesis son del tipo situacional o de campo; son las investigaciones que
buscan los datos en el ambiente o contexto mismo donde se ubica la
investigación.
Del concepto forma de producción textual, se
obtienen los elementos como la realidad donde se ubica la investigación,
representada por el conjunto de hechos, datos, sucesos o eventos que son
observables y por tanto posibles de ser abordados y tomados como referencias
para un estudio. Por ejemplo: los alumnos, los docentes, el proceso
instruccional y, en el caso de esta
investigación, las tesis o informes de investigación. Estas realidades
son variadas y están muy ligadas a lo que se va a investigar. En el caso de las
investigaciones educativas, los estudios son de tipo organizacional o
administrativo; instruccional, abarcando la planificación y evaluación del
proceso, así como los protagonistas del proceso: alumnos y docentes, en fin, la
realidad educativa ofrece a los investigadores de esta área una gran cantidad de
aspectos que investigar. En el caso de las investigaciones de medicina
experimental la realidad abarca el estudio de los efectos de medicamentos en el
organismo, el control de métodos específicos en las intervenciones quirúrgicas.
Así, cada investigación responde a una realidad a la que se da respuesta.
Una vez que se tiene delimitada y clara la realidad
que se estudiará, el investigador se vale de los conceptos y las teorías que
están a su alcance y que se adecuan a sus necesidades, para sustentar o
justificar los hechos que seleccionó. Por ejemplo, los procesos instruccionales
se asocian a las teorías del aprendizaje y del currículo, los procesos
administrativos y de organización de una escuela, a las teorías de la
administración y de la organización, los procesos quirúrgicos a la aplicación de
modelos y técnicas quirúrgicas, en fin, cada aspecto por investigar no se queda
en la simple selección y observación de hechos, sino que se sustenta en los
conceptos que las teorías ofrecen.
También están presentes los pasos que se usan en la
investigación para abordar el problema. Estos varían de acuerdo al tipo de
problema planteado, al tipo de investigación o según la institución en la cual
se respalda el estudio. Así se tienen investigaciones que solucionan los
problemas buscando resultados en la práctica y aplicación de ciertos
instrumentos como encuestas, situaciones simuladas con grupos, entrevistas,
conversaciones libres para buscar más información de la esperada, revisión de
documentos y archivos, búsqueda de respuesta en las teorías, etc.
Hasta aquí se tiene una descripción empírica del
área intermedia con los siguientes componentes:
- El conjunto de elementos E (al cual
pertenecen e1, e2, e3..., en), que
describen la realidad de donde parte la investigación y que constituyen los
hechos observables o empíricos.
- El
conjunto de elementos F (al cual pertenecen f1, f2,
f3..., fn), que designan las teorías y conceptos sobre los
cuales se analizan los hechos observables.
- El
conjunto de elementos G (al cual pertenecen g1, g2,
g3..., gn ) que definen los hallazgos de investigación,
las soluciones al problema o las respuestas a la pregunta de trabajo.
- La
relación metodológica s que vincula entre sí a los elementos de los tres
conjuntos anteriores.
Al final esta subestructura empírica quedaría así:
En el área específica está la redacción de los
textos investigativos, objetos materiales perceptibles y tangibles, los cuales
constituyen el núcleo de esta
investigación. Dentro de esa área están las tesis de postgrado, que
vienen a ser los objetos más específicos de estudio, aquellos de donde se tomó
el corpus de investigación o más específicamente el conjunto de hechos
observacionales de este estudio. La razón para identificar o nombrar los objetos
de estudio como textos se debe a que la misma remite a una teoría
específica, como lo es la Teoría del Texto. Otra razón para utilizar este
término es que el texto es el producto final observable de la producción de
conocimiento, por esta razón, el campo empírico específico se circunscribe, con
especial referencia, a las tesis de postgrado, independientemente del alcance
global del modelo producido.
Entonces, por configuración textual se entiende la
manera de disponer la información en el texto, a partir de la organización o
disposición de un conjunto de signos en los que se estructura el contenido
(palabras, frases, oraciones, párrafos, etc.) y un significado asignado a dichos
símbolos y que además son transferidos a un medio físico (papel y tinta)
observable, comúnmente conocido como tesis de grado.
De esta área específica se desprenden otros
importantes componentes:
- Un
conjunto de elementos H (al que pertenecen h1, h2,
h3..., hn ) que definen los signos de la escritura, a
distintos niveles (oraciones, párrafos, secciones, capítulos..., para el nivel
macro-textual y letras, sílabas, palabras y frases para el nivel micro-textual,
interno a la oración).
- Un
conjunto de elementos J (al que pertenecen j1, j2,
j3..., jn) que designan significados, tanto a nivel macro
(que cubre todo el texto completo) como a nivel micro (que cubre el interior de
una oración).
- Un
conjunto de elementos K (al que pertenecen k1, k2,
k3..., kn) que definen el medio físico del texto
investigativo y que hace del cuerpo informacional un objeto posible de tocar.
- Una relación estratégica p según la cual se dispone coherentemente toda la información, es decir, una relación que acomoda entre sí a los elementos de J, que los asocia con lo elementos de H, también previamente acomodados, y que finalmente asocia los elementos JxH con los elementos de K.
Esta relación designa las estrategias de escritura
en el texto investigativo, de donde se observan las preferencias por comenzar
exponiendo un aspecto y no otro, luego continuar con otro aspecto y no con otro,
hasta finalizar con ciertos aspectos y no con otros.
Esta subestructura sería:
Las tres subestructuras empíricas que soportan el
conjunto de hechos observacionales de este estudio quedan constituidas así:
Área
General |
< < I,
C, S, M, N, r > |
El
texto de la investigación |
Área Intermedia |
< E,
F, G, s >, |
La
producción de conocimiento |
Área Específica |
< J,
H, K, p > > |
La configuración textual de las investigaciones |