García Barroso, Gertrudis (2000): Un Modelo de las Competencias del Docente-Investigador. Tesis Doctoral. Caracas: USR-LINEA-I

 

Competencias del Docente Investigador

El análisis anterior nos permite concebir una interacción entre acciones investigativas y acciones docentes, bajo un sistema relacional en el cual dado un conjunto S de actores (interactuantes) se desarrollan ordenadamente cuatro (4) grandes grupos de relaciones internas que denominaremos competencias: e (competencias de entrada o iniciales) p (competencias de procesamiento o construcción) s (competencia de salida o evaluación) y  r ( competencia de retroalimentación o transmisión).

Las competencias de entrada o iniciales e, vinculan a los elementos de S (actores o interactuantes) a una red pragmática (que llamaremos estructuras empíricas) de acuerdo a un contexto o situación socio – espacio – temporal, a una red presuposicional (cognitiva – actitudinal de los actores) a unas intenciones ú objetivos y a unas convenciones de acción (Padrón, 1992). Las competencias de procesamiento o construcción  p,  por su parte, vinculan a los elementos de S de acuerdo a una red teórica o representacional de  la cual se destaca como elementos más importante de interacción a la abstracción, el concepto o explicación. En la competencia de salida o evaluación, s o elaboraciones lingüística, vinculan a los elementos S en el uso de un lenguaje o gramática, formulaciones que le permiten a los actores rescribir clases derivadas  de las interacciones con la red empírica y la red representacional. Finalmente, las competencias de retroalimentación o transmisión,        r conectan entre sí a los actores S con el discurso final o soporte material elaborado y que permite realimentar o transmitir la red representacional y la red de elaboración lingüística con la red de empírica.

Todo estas estructuras que conforman el universo del sistema o modelo de competencias se esquematizaría:

<S, e, p, s, r>

Se puede apreciar el orden de la relación de los cuatro tipos de estructuras de competencias y que sería el siguiente: Las competencias r de realimentación  o transmisión están condicionadas por las competencias s  de elaboración lingüística o lenguaje, en la medida que todo discurso acabado depende de un lenguaje y de un tipo de formulación lingüística previamente construida ( s ®r), pero a su vez, este primer duplo de relaciones están condicionadas directamente, por la red representacional o construcción mental  p, en la medida que todo lenguaje depende de la explicación semántica o significados producto de la interacción representación/interpretación. (p®(s®r). Finalmente, los tres tuplos considerados como una subclase ampliada, están condicionadas directamente por la red pragmática o estructuras empíricas e, en virtud de que toda representación mental, lingüística y de transmisión dependen de los datos observacionales del contexto de acción marcados por el espacio – socio – temporal; y de conjunto de elementos presupocionales de los actores S (cognitiva – actitudinal). Todo esto quedaría esquematizado así:

S (e®            (p®(s®r)))

Todo este sistema de estructuras se traduce en un sistema de competencia o modelo de competencias. Una estructura de competencia es el producto de la interacciones relacionales entre la clase universal de acción y las subclases particulares de acción investigativas y de acción docente, las cuales reflejan el resultado de cuatro tipos de competencias del Docente – Investigador: estructuras empíricas o entrada, estructuras de construcción o procesamiento, estructuras de contrastación o salida y estructuras  de transmisión o retroalimentación que interactuan a su vez sobre el conjunto S o actores. El sistema o campo de acción ejerce un dominio sobre el conjunto de elementos o individuos que ocupan el primer lugar o primer orden (referente) y el condominio, o el dominio converso, es el conjunto de los elementos segundos o de segundo orden y tercer orden, estos constituyen otro término de la relación  (relato),  y así sucesivamente. En general, la extensión de una relación n-adica/ o-naria, es la clase constituida por todas las n duplas ordenadas que satisfacen al sistema. De estos conjuntos de dominios y rangos o relatos se establecen a través de reglas precisas, sistemas formales o teoremas generados por el sistema.

Los axiomas, son símbolos, son los esquemas de enunciados. Pueden recibir una interpretación refiriéndolos al universo del sistema o universo del discurso. Si tal interpretación hace verdadero para cualquier caso al conjunto de axiomas, tal interpretación es un modelo de la teoría. La interpretación lógica se lleva a cabo mediante la asignación de un referentes o valores de verdad. Sí una interpretación, o asignación, hace verdadera a una fórmula, la satisface para cualquier asignación de valor, entonces es una fórmula universalmente válida, verdadera en cualquier mundo posible.

Como se observa la teoría debe ser capaz de a partir de un discurso investigativo – Docente cualquiera, reconstruir los datos particulares de la red pragmática o entrada que genero la interacción relacional de todos los elementos de la estructura (retroalimentación) y viceversa, además de predecir las estructuras de competencias de Investigación – Docencia de manera que se puedan generar los datos contextuales bajo ciertas condiciones predefinidas. El esquema para una teoría de competencias sería:

(S (e®(p®((s®r))))«  C

Este modelo teórico se puede desglosar en cuatro estructuras o componentes:

El Componente de las Estructuras de Competencias de Entrada o Iniciales:

Explica las relaciones contextuales que generan la interacción relacional del conjunto de estructuras de competencias. Como se expresó anteriormente los términos o predicados de esta clase la conforman las situaciones iniciales tanto de la acción general, las acciones investigativas y las acciones docentes. Los datos de este componente se subcategorizan en datos situacionales, datos presuposicionales (cognitivo – actitudinales) , datos intencionales (objetivos o propósitos).

            En todo proceso de investigación – docencia este componente resulta como el tratamiento de los hechos que el investigador - docente enfrenta inicialmente. En esta fase inicial la generación de la secuencia de interacciones relacionales de competencias de D – I  comienzan por tres operaciones sucesivas: i) los actores seleccionan el sector de la realidad (límites entre los espacios específicos y generales de investigación). ii) Los actores perciben los hechos ubicados en los espacios específicos de investigación, los observan y los describen, identifican sus elementos y les asignan propiedades, lo que le permite distinguir clases, caracterizarlas y clasificarlas. iii) En virtud de las propiedades asignadas se formulan colecciones de datos o lo que suele llamarse categorías observacionales de datos. Estas tres operaciones es lo que permite elaborar las estructuras empíricas.

Ahora bien, estas estructuras empíricas pudieran elaborarse en dos niveles a saber: un nivel global entendida como competencias globales que pueden descomponerse en varias subcompetencias o nivel específico:

Macro Competencia

[Percibir - Describir]

Micro Competencia

[Atender]o1 + [Observar]o2 + [Imaginar]03

Macro Competencia

[Identificar - Categorizar]o

Micro Competencia

[Asimilar]01 + [Compar]02 + [Caracaterizar]03

[Clasificar]04 + [Categorizar ]05

La percepción es la acción de recoger, de apoderarse de algo. Es un proceso psicofísico por el que el sujeto transforma las diversas impresiones sensoriales previamente transportada a los centros nerviosos, en objeto sensible conocido. Es esencial en la percepción la aprehensión de la realidad no como una impresión sensorial  aislada a un haz de impresiones sensoriales, sino como un conjunto global organizado, o una totalidad.

Los factores que influyen en la percepción no son meramente las impresiones sensoriales transportarlas a los centros nerviosos, sino todos aquellos elementos que, perteneciendo al sujeto consciente, colaboran en la constitución del objeto: los recuerdos de la memoria, la experiencia anterior, conceptos previos, el aprendizaje, etc., que sirven para el reconocimiento del objeto, pero además, y sobre todo, las leyes estructurales de la percepción o de la configuración del objeto, denominadas leyes de la forma, propias de la mente o consciencia; el enfoque, o la propia perspectiva del sujeto ante las cosas, así como sus expectativas, y hasta sus acondicionamientos sociales y culturales influyen en la conformación del objeto.

Ahora bien,  cuando el sujeto detiene su enfoque en un objeto, se dice que atiende. Atender, es la acción de detenerse con cierto grado de esfuerzo, el sujeto se detiene y atiende. El tercer paso de la captación intelectual de los objetos es la observación, al observar el sujeto se fija ya en detalles, partes o características.

El siguiente paso mental es imaginar; la imaginación es la capacidad de construir imágenes mentales a partir de, y en relación mediata con, las percepciones. En este proceso mental, se evocan las ideas o imágenes de objetos, sucesos, relaciones, atributos o procesos nunca antes experimentadas ni percibidos. La imagen es el acto, o el producto de la imaginación, se distingue de los conceptos o de las ideas porque en estos la representación es de carácter abstractos, mientras que las imágenes son  concretas y mantienen una relación directa con los objetos o datos observacionales.

El próximo proceso mental, es la descripción, a través de este proceso se explican las características que posee una cosa concreta. En lógica, la descripciones actúan como nombres, designaciones, a través de las descripciones podemos enumerar todas las características observables, o la mayor parte de ellas, lo que permitirá luego, construir definiciones.

Al respecto Bertrand Russell (1978), en su teoría acerca de las descripciones cosidera que:

Por «descripción» entiendo toda frase de la forma «un esto o aquello» o «el esto o aquello» [the so-and-so]. Denominaré descripción «ambigua» a la frase de la forma «un esto o aquello», descripción «definida» a la frase de la forma «el esto o aquello» (en singular). Así, «un hombre» es una descripción ambigua, y «el hombre de la máscara de hierro» es una descripción definida. [...] Diremos que un objeto es «conocido por descripción» cuando sabemos que es «esto o aquello», es decir, cuando sabemos que hay un objeto, y no más, que tiene una determinada propiedad, y generalmente se sobreentenderá que no tenemos un conocimiento directo del mismo objeto. Sabemos que el hombre de la máscara de hierro ha existido y sabemos quién era. Sabemos que el candidato que obtenga mayor numero de votos será elegido, y en este caso es muy posible que conozcamos directamente (en el único sentido en que es posible conocer directamente al otro) al hombre que es, de hecho, el candidato que obtendrá mayor número de votos; pero no sabemos cuál de los candidatos es, es decir, no conocemos ninguna  proposición de la forma «A es el candidato que obtendrá mayor número de votos», en la cual A represente el nombre de uno de los candidatos. [...] Cuando decimos «esto o aquello existe» queremos decir que hay justamente un objeto que es esto o aquello. La proposición «a es esto o aquello» significa que a tiene esta propiedad determinada (esto o aquello) y que nadie más la posee. «A es el candidato unionista por esta circunscripción» significa «A, y no otro, es el candidato unionista por esta circunscripción». «El candidato unionista por esta circunscripción existe» significa «alguien es el candidato unionista por esta circunscripción. y no otro que él». Así, cuando tenemos un conocimiento directo de un objeto que es esto o aquello, sabemos que esto o aquello existe.( p. 52-53).

 

En este primer bloque de competencias I – D, se pueden observar una macro competencia:  percibir – describir, donde se puede establecer una relación p R d  o f(x)p®d, donde los elementos p se proyectan en d, es decir que para poder describir, es necesario percibir los objetos, al atrapar los objetos se destacan, se observan, se representan imágenes, se realizan las designaciones o nombran los objetos. Las micro acciones mentales o micro competencia serían los actos de atender, observar e imaginar.

El otro bloque de procesos mentales o micro competencia de entrada, la constituye:  identificar - categorizar. Se identifican, se reconocen los objetos presentes, se conoce que es, o si existen otros con características comunes se identifica la clase a la que pertenece. Si dicho objeto no se reconoce, no es común, no pertenecen a ninguna clase, el sujeto asimila,  al asimilar se incorporan datos que ofrece la experiencia en el marco de una estructura de conocimientos, según Piaget (1978), es un proceso de adquisición de conocimiento; de acuerdo a ello, el desarrollo del conocimiento consiste en una sucesión de adaptaciones del objeto al sujeto.

Luego al identificar y/o asimilar, el sujeto comienza a comparar. Se compara, se distingue las cualidades o características del objeto: formas, colores, tamaños, partes comunes, partes diferentes. Se verifican que los objetos tienen partes comunes se forman clases. Una clase es un conjunto de cosas que tienen algo en común. Clasificar es la agrupación de los elementos de un conjunto en subconjuntos, clases o conceptos; Es por tanto, dividir en grupos de forma tal que ningún grupo sea vacío, ningún elemento pertenezca a más de un grupo y la suma de los elementos de todos los grupos, equivalga a la extensión total del conjunto. Se dice que los conceptos clasificatorios constituyen la partición de un conjunto.

A continuación citamos a Jesús Mosterín (1984), quien expresa que:

Un concepto clasificatorio sirve para referirnos a un grupo determinado de objetos o sucesos que tienen algo en común. Los sustantivos y adjetivos del lenguaje ordinario suelen corresponder a conceptos clasificatorios: hombre, mujer, árbol, camión, azul, puntiagudo, muerto. Algunos de los conceptos clasificatorios del lenguaje ordinario -bicho, pájaro, enorme- son demasiado vagos para poder ser incorporados al lenguaje científico, pues no determinan unívocamente la clase de cosas a las que se aplican. Sin embargo otros, más precisos -como urraca, olmo o hirviente- pueden ser incorporados sin más trámite que el de la explicitación de las notas comunes a todos los objetos a los que se aplican. De todos modos, el repertorio de conceptos clasificatorios de un lenguaje natural determinado -sea el náhuatl o el inglés, el swahili o el italiano- es siempre muy limitado y claramente insuficiente para las necesidades de la ciencia. [...] En la ciencia, los conceptos clasificatorios no suelen introducirse aisladamente, sino en conjuntos llamados clasificaciones. Para que una clasificación -o sistema de conceptos clasificatorios- sea aceptable ha de cumplir dos tipos de condiciones de adecuación. Por un lado, unas condiciones formales de adecuación, comunes a todas las ciencias y, por otro, ciertas condiciones materiales de adecuación peculiares de la ciencia de que se trate. En una de sus obras el escritor argentino Jorge Luis Borges cita una imaginaria enciclopedia china, según la cual «los animales se dividen en (a) pertenecientes al Emperador, (b) embalsamados, (c) amaestrados, (d) lechones, (e) sirenas, (f) fabulosos, (g) perros sueltos, (h) incluidos en esta clasificación, (i) que se agitan como locos, (j) innumerables, (k) dibujados con un pincel finísimo de pelo de camello, (l) etcétera, (m) que acaban de romper el jarrón, (n) que de lejos parecen moscas». Esta presunta clasificación nos choca y sorprende porque viola completamente las condiciones formales de adecuación que esperamos satisfaga. En efecto, aunque el ámbito de objetos a clasificar parece ser el de los animales, algunos de los conceptos no se refieren a animales (como los dibujados con un pincel o las sirenas), otros no se sabe a qué se refieren (etcétera), los mismos animales caen bajo varios de estos conceptos (pertenecientes al Emperador, amaestrados), hay animales que no caen bajo ninguno de esos conceptos, etc. En general, cuando hablamos de una clasificación esperamos que esté perfectamente delimitado cuál sea el ámbito o dominio de individuos que vamos a clasificar, que a cada concepto clasificatorio corresponda al menos un individuo de ese ámbito, que ningún individuo caiga bajos dos conceptos clasificatorios distintos y que todo individuo del ámbito en cuestión caiga bajo alguno de los conceptos de la clasificación. La extensión de un concepto es la clase de cosas a las que ese concepto se aplica. Si identificamos los conceptos clasificatorios con sus extensiones, entonces podemos resumir las condiciones formales de adecuación de una clasificación (no solapante) diciendo que la clasificación debe constituir una partición, en el sentido matemático de este término. Sea A una clase de objetos. Una colección de conjuntosconstituye una partición de A si y sólo si (1) cada uno de esos conjuntos es un subconjunto no vacío de A, (2) no hay ningún elemento común a dos de esos conjuntos, y (3) cada elemento de A está en alguno de esos conjuntos.[...] Así, la clasificación de los mamíferos en órdenes (monotremas, marsupiales, insectívoros, dermópteros, quirópteros, primates, etcétera) constituye una partición del conjunto de los mamíferos.( p. 13-15.)

Al captar la posibilidad de clasificar un objeto en varias clases no incluidas entre sí, se distingue de criterio de categorías. Las categorías son grandes conceptos géneros o clase con la que se constituyen la realidad. Ellas suponen la partición de la realidad en diversos niveles o categorías observacionales de análisis que luego sé constitucionaran en conceptos.

            Este segundo bloque de competencias I –D, se puede observar una macro competencia: Identificar – Categorizar, donde se establece una relación  iR c  ó Fx(r®c), donde los elementos  de i si proyectan en c; es decir que para poder conformar las categorías observacionales de análisis es necesario identificar los objetos, así comparar y clasificar. Por tanto, los micro actos o acciones específicas de esta macro competencia  son: asimilar, comparar, caracterizar y clasificar.

Esta primera estructuras de competencias de entrada o iniciales, establecen un nexo global como generadores de la red de interacciones relacionales de competencias  y específicamente, el nexo relevante entre las estructuras empíricas y las estructuras teóricas o representacionales y las lingüísticas.

El componente de las estructuras de competencias de procesamiento o construcción

Este componente da cuenta de las interacciones entre, el concepto la abstracción  y la explicación, es decir, entre los procesos mentales de representación mental y las modelaciones que se hacen de la realidad.

Todo esto supone que al definir las categorías de análisis observacional el criterio que sigue es el concepto. Los S o actores interactuantes han adquirido información de los objetos, de contexto socio - espacio - temporal, de la sociedad, de la cultura, de la red presuposicional (cognición-actitud). Ocurre aquí, que estas informaciones básicas originan conceptos o idea general,  o idea abstracta, es decir, es el resultado del proceso de abstracción, por el cual el sujeto, logra una representación mental del objeto, de un modo general y abstracto. Un concepto se distingue de una imagen en que ésta posee características concretas   comunes con algún objeto determinado mientras que el concepto solo contiene características generales, esenciales y definitorias, obtenidas por abstracción.

La abstracción es analizada por Jordi Cortés Morató y Antonio Martínez Riu.(1996) como:

La operación de la mente que tiene por objeto separar, de lo que se hace presente intuitivamente a los sentidos, una característica, esencial o accidental, que no existe independientemente del todo de donde se ha separado, pero que representa o bien la naturaleza de un objeto o una propiedad suya, o bien lo que de común hay entre varios objetos, y por cuyo medio decimos que entendemos qué son aquellas cosas. El resultado de la abstracción, lo abstraído o lo abstracto, es el concepto o la idea en sentido tradicional; aquello de donde se abstrae es el objeto o los objetos percibidos por los sentidos. La primera teoría de la abstracción la hallamos en Aristóteles, quien la opone a la intuición de las esencias o captación directa de las ideas por la mente, tal como hace Platón; puesto que toda idea o todo concepto universal de la ciencia debe provenir de algún modo de la experiencia, los conceptos universales se obtienen a partir de la inducción esto es, observando lo que hay de común o semejante en varios individuos, o bien son resultado de la actividad iluminadora del entendimiento agente, que capta la esencia del objeto en lo que llama imagen sensible. La escolástica medieval recurre a la abstracción para dar fundamento al realismo de los conceptos, destacando el poder de la mente para captar esencias, y distingue dos clases de abstracción: la formal, que abstrae una perfección o característica de un individuo concreto (por ejemplo, la belleza a partir de un cuerpo bello) y la total, que abstrae la naturaleza o esencia de algo físico. En la escolástica tardía se valora de nuevo el aspecto aristotélico de la abstracción obtenida por inducción, con lo que se valora más el papel del objeto individual que el poder de abstracción de la mente. Guillermo de Occam rechaza incluso todo conocimiento que se deba a la abstracción. El empirismo del siglo XVII destaca este mismo aspecto. Locke, por ejemplo, afirma que las ideas simples, que él distingue en «sensaciones» y «reflexiones», son recibidas pasivamente por el entendimiento que las convierte en generales y abstractas cuando separa de ellas las diversas circunstancias concretas en que se han producido (tiempo, lugar y otras ideas concomitantes); con ello, las ideas tomadas de las cosas particulares representan a todas las cosas de la misma clase, con lo que abstraer no representa otra operación mental que la de otorgar un mismo nombre a todo lo que se asemeja. La abstracción, por tanto, se ha entendido en la tradición de dos maneras principales: como un poder del entendimiento, con el que se capta la naturaleza de una cosa, o como operación mental con la que se dejan de lado las características individuantes de varias cosas para tomar en consideración sólo lo que es común a todas ellas. En ambos casos, el resultado de la abstracción es algo general, común a muchos objetos, que suele denominarse concepto. En lógica, la abstracción es vista como una operación con la que, a partir de una función proposicional, de una expresión predicativa o de un enunciado abierto, se obtiene una nueva expresión que suele interpretarse como una clase. Así, del enunciado abierto «x es una persona simpática» se obtiene la clase de «las personas simpáticas», o «la clase de los x que satisfacen la función proposicional 'ser una persona simpática' ». 

 El sujeto abstrae  los conceptos de lo sensible o percepción, pasa así de lo sensible a lo inteligente, es decir de lo individual a lo universal.

Todo esto supone entonces un proceso comunicacional del Actor S personas, individual o emisor a los actores S general universal o receptores que interpretaran. Todo este proceso se observa también unas macro estructura de competencias y unas micro estructuras de competencias:

Macro Competencias

[ Conceptualizar - Explicar]o

            Micro Competencias

[Abstaer]01 [ Comprender]02 [Interpretar]03

            Macro Competencias

[Razonar - Deducir]o

Micro Competencias

[Enunciar]o1 [Inferir]o2

Al conceptualizar vehiculizamos los mensajes verbales, se procesan de varios niveles de decodificación es decir, comprensión e interpretación. Para pasar de lo sensible (individual) a lo inteligible (lo universal) los sujetos construyen enunciados o proposiciones que permiten alcanzar el nivel de raciocinio o inferencia.

Cortés Morató y  Martínez Riu. (1996), definen Inferencia como:

La operación mental por la que de una verdad conocida se pasa a otra no conocida.  Esta operación mental consiste en un proceso psicológico según el cual nos creemos justificados a admitir una conclusión por el mero hecho de haber aceptado una o varias premisas. Cuando la inferencia se realiza mediante reglas de lógica, recibe el nombre de razonamiento deductivo (o deducción), o razonamiento inductivo (o inducción), según si la verdad de las premisas exige, o no, respectivamente, la verdad de la conclusión. La  deducción es la operación mental, llamada inferencia, por la que afirmamos la verdad de un enunciado partiendo de la verdad de enunciados conocidos. Una deducción toma la forma expresa de un razonamiento, o secuencia de fórmulas que o son axiomas, o teoremas, o premisas o fórmulas derivadas de otras mediante reglas de inferencia. A toda deducción formal le corresponde una estructura, o forma. Los razonamientos, por razón de esta forma, pueden ser válidos, o correctos, o inválidos e incorrectos. Una deducción formal consta de una secuencia finita de fórmulas que o son supuestos iniciales, axiomas o teoremas, o bien fórmulas que se siguen lógicamente de los supuestos iniciales por aplicación de reglas. El último elemento de la secuencia es la conclusión del razonamiento. No es raro, en la lógica moderna, preferir el término derivación al de deducción. [...]  Inferencia inductiva, opuesta a la inferencia deductiva, y que no se caracteriza, al contrario que ésta, por ser una argumentación válida, que hace verdadera la conclusión. En una inferencia inductiva, la conclusión se apoya en las premisas, pero éstas en el mejor de los casos sólo la hacen probable. De (1) «Todos los cuervos son negros» y (2) «en tu casa tienes un cuervo» es posible inferir válidamente que (3) «el cuervo que tienes en casa es negro». Pero la premisa (1) no es absolutamente cierta: ha sido obtenida por generalización tras una cuidadosa y continuada observación de casos repetidos en los que se presentan cuervos negros, es decir, por inducción, o inferencia inductiva. La repetición de casos de «cuervos negros» observados hasta el presente, por muy probable que haga la próxima observación de un cuervo también negro, no hace que tal observación sea cierta. Desde siempre la inferencia inductiva se fundamenta en la confianza de la mente humana en la uniformidad de la naturaleza: en la creencia en que lo que ha sucedido hasta este momento no es más que un caso particular de una ley general de la naturaleza que no admite excepción alguna; por tanto, el futuro deberá conformarse al pasado. Ya Hume hizo ver la debilidad de este modo de razonar: un razonamiento circular de hecho, puesto que nuestra confianza en la uniformidad de la naturaleza no puede lograrse más que por la misma inducción. Russell ejemplificó la debilidad de esta creencia recordando que el hombre que da cada día de comer al pollo al final acaba retorciéndole el pescuezo, con lo que rompe definitivamente la confianza que el animal haya podido poner en una supuesta uniformidad de los fenómenos. Por ello se afirma que la inferencia inductiva sólo genera conocimiento probable y, en algunos casos, casi cierto. El fundamento en que suele apoyarse la inferencia inductiva se denomina principio de inducción. El positivismo lógico, por obra sobre todo de Carnap y Reichenbach, intentó desarrollar una lógica inductiva, en que pudiera fundamentarse el uso de las generalizaciones que se hacen a partir de la experiencia.

El nexo con las estructuras de competencia de entrada o iniciales o estructura empírica (pragmática) radican, en que cada objeto percibido y descrito le corresponde un concepto o significado. Es decir cada categoría observacional de análisis se define, interpreta y explica. A su vez al establecer relaciones entre los distintos elementos de las diferentes categorías de análisis obtendremos deducciones o derivaciones que serán  los elementos del sistema que se quiere representar.

 

El Componente de las Estructuras de Salida o Evaluación.

Al  realizar las relaciones entre las diferentes categorías del modelo  se construye un sistema de signos que se caracterizan por una serie de reglas de generación, que no es más que los enumerados categóricos de las intersecciones  entre clases. A través de toda esta simbología se seleccionan los enunciados que aportan información significativa al modelo que se quiere representar (no redundancia  o coherencia), que cada elemento del sistema tenga relación respecto a otro (no contradicción o completitud) y que cada elemento de las clases que conforman al sistema,  indique las relaciones homogénea entre dos o más términos consistente en la correspondencia entre término y término (aplicaciones biyectivas) cada uno de sus elementos (x1,x2,x3, etc..) es sustituido a partir de un modelo definido por los elementos de otro grupo. En general, designa la propiedad de los sistemas que tienen la misma estructura. Un sistema, A, tiene idéntica estructura que otro, B, con lo que A y B son isomórficos o isomorfos, si y sólo si existe una correspondencia uno-a-uno entre las propiedades de A y B, de modo que a cada elemento de A corresponde uno y sólo uno en B. Por ello, dos sistemas isomórficos tienen igual número de elementos, es decir, poseen igual cardinalidad. (isomorfismo o independencia):

a)     Ubicar el universo del discurso.

b)     Representar las relaciones entre los términos de los enunciados categóricos.

c)      Selecionar la validez de los razonamientos silogísticos.

d)     Selecionar los enunciados válidos o que aportan información al sistema.

e)     Definir las formulas universalmente validas (adecuación) formales consistencia, consecuencia e independencia lógica.

Se observan aquí otro bloque de macro competencias y micro competencias

Macro Competencia

[ Formalizar – Validar]o

MicroCompetencias

[ Ubicar universo de discurso]01

[ Representar relaciones entre términos de los enumerados categóricos]o2

[ Seleccionar enunciados válidos]03

[ Definir fórmulas de adecuación]04

Luego de todo este proceso, se procede a generar el sistema de reglas que regirán el lenguaje del discurso de la investigación I-D.

Ahora bien cabe destacar que para la generación de este componente es necesario aclarar que este componente lingüístico puede responder a infinidad de lenguajes: lógica de enunciado, preposicional, clases, relaciones, modal, etc. Igualmente puede variar en cuanto al tipo de inferencia o interpretación que se realice: lenguaje aritmético, estadístico o la interpretación hermenútica.

Lo que se pretende expresar es que los componentes anteriores responden si se quiere a unos procesos mentales básicos para cualquier tipo de I-D, solo que al satisfacer los tipos de inferencias (deductiva o inductiva) la generación de lenguaje estará condicionado al tipo de inferencia que se utilice. (Véase a Padrón estilo de pensamientos y enfoques investigativos).

El Componente de las Estructuras de Realimentación o Transmisión.

Da cuenta de las interacciones entre el discurso final obtenido en los componentes anteriores y la transmisión del mismo a un conjunto de elementos de S (actores) más amplios. Este componente aporta realimentación a las estructuras empíricas de donde partió todo el sistema interaccional de competencia. Estos nuevos insumos a las estructuras empíricas vienen a su vez cargados de la percepción empírica, de significados, de un lenguaje y una validez del modelo representado que permiten al mismo investigador y a nuevos investigadores realimentar sus procesos de enseñanza de aprendizaje o la apertura de nuevas redes de problema a partir de los insumos elaborados. Estos insumos pueden también aplicarse a otros espacios – socios – temporales como instrumento teórico – metodológico de aplicación práctica.

En este componente se observan también los macro competencias:

 

Macro Competencias

            [ Expresar – Transmitir]o

[ Recibir – Procesar]o

[ Aplicar – Realimentar]o

 

Al expresar el discurso final de la I-E, estamos enviando, transmitiendo los resultados o las representaciones construidas y validadas a un conjunto de receptores que reciben dichas elaboraciones, estos procesan o consumen la información a distintos niveles de expectativas, que después pueden aplicarlas en la práctica.

Este componente  reviste de gran importancia, pues a través del mismo, no solo se culmina la interacción relacional de competencias, sino que de él se partiría para aplicaciones futuras del modelo, como también de punto de arranque para la construcción de nuevos modelos teóricos o redes de problemas.