NÚÑEZ BURGOS, Lucy (2002): Los Procesos de Investigación como Procesos Organizacionales. Tesis Doctoral. Caracas: USR, LINEA-I.


 

 

 

 

CAPÍTULO 1

 

PLANTEAMIENTOS CENTRALES DEL ESTUDIO

 

 

1. Los Hechos bajo estudio

2. El Problema

3. Objetivos  

4. Justificación, Alcances y Limitaciones  

5. Esquema metodológico  


 

Este Capítulo está dedicado a exponer los aspectos centrales que orientaron la búsqueda pretendida en este estudio: la clase de eventos que ameritan una explicación (y que constituyen el dominio observacional de los hallazgos teóricos señalados en el Capítulo 4), el problema que surge del análisis de esa clase de eventos (la pregunta a responder), los objetivos de trabajo, los alcances y limitaciones implícitos en esos objetivos y el esquema metodológico utilizado para construir una respuesta al problema.

La estructura del capítulo se rige por esa misma lista de aspectos, en ese mismo orden en que acaban de señalarse, a cada uno de los cuales corresponde una sección. Estos aspectos, que fueron ya definidos y discutidos en el momento del respectivo Proyecto de Investigación, constituyeron la pauta para todo el trabajo subsiguiente y ahora ofrecen la referencia principal para evaluar los resultados.

 

1. Los Hechos bajo estudio

En general, los eventos considerados en este trabajo pueden concebirse bajo la clase general de las ‘acciones o actividades investigativas en cuanto  fenómenos grupales’, pero más en concreto interesa la subclase que se define por el contexto universitario y por las relaciones de cohesión interpersonal (grado de organización).  En el Gráfico 1 se visualizan estas delimitaciones.

 

 

Dicho esto, se hace necesario ahora definir los conceptos globales que están encerrados en esa conceptuación, sin olvidar que ninguno de esos conceptos es de naturaleza propiamente teórica, sino que todos ellos pertenecen a la esfera del lenguaje ordinario. Aunque luego se hayan usado ciertas bases teóricas para obtener categorías de agrupación de esos eventos (como se ve en el Capítulo 2), por ahora la conceptuación general de unas ciertas ‘clases’ empíricas no tiene carácter teórico, sino observacional (en el sentido de que tiene un carácter adscrito al lenguaje común y no al mundo de las teorías científicas).

Cuando se usa el término “Acción” o “Actividad” se está haciendo referencia a todos aquellos hechos en que aparecen las personas haciendo algo intencionalmente, sea cual fuere el nivel de generalidad en que pueda describirse: divertirse o ver un film, negociar o comprar algo, instruirse o memorizar un mapa, etc.

El término “Investigar” y sus asociados (“investigativo”, ‘investigador’, ‘investigación’…) se refiere a cierto tipo de acción o actividad en que los actores se conciben a sí mismos como ‘investigadores’ y conciben su propia acción o actividad como ‘investigación’, al igual que también las demás personas del entorno, independientemente de cuál sea la naturaleza real o el carácter cognitivo y epistemológico intrínseco que de hecho pueda tener esa acción o actividad (nótese que esta definición observacional se basa en el nivel declarativo-institucional, o sea, en lo que las personas declaran que hacen, independientemente de si eso coincide o no con ciertas condiciones de otra naturaleza, como las de tipo lógico o metodológico, por ejemplo). Las acciones investigativas son, entonces, acciones declaradas institucionalmente como tales.

Respecto a la expresión “en cuanto fenómenos grupales”, el término ‘fenómeno’ se usa en el sentido de evento observable, mientras que el término ‘grupal’ se usa en el sentido de evento que es atribuible a entidades colectivas y no a individuos. Por eso, al hablar de la clase de las acciones investigativas “en cuanto fenómenos grupales”, se quiere decir que esas acciones podrían ser observadas desde múltiples puntos de vista, pero que la atención de este estudio se centra sólo en su apariencia grupal, en el hecho de que aparecen como acciones colectivas.

Dentro de esa clase, es posible discriminar una subclase: aquella que se observa típicamente en contextos universitarios y que, además, se muestra a través de interacciones entre individuos en relación con objetivos de acción, es decir, que se muestra según diferentes niveles de cohesión grupal o, también, según diferentes niveles de ‘organización’.

En resumen, los hechos que se plantean para este estudio pertenecen a la clase de las acciones investigativas universitarias vistas desde su mayor o menor grado de organización y en el marco más general de las acciones intencionales.

Es de esperar que tanto el producto teórico de este estudio (expuesto en el Capítulo 4) como el producto aplicativo (las sugerencias de aplicación práctica expuestas en el Capítulo 5), logren cubrir esta clase de eventos que se acaba de delimitar.

En el Capítulo 3 se verá con mayor acercamiento el tipo de hechos que están bajo esta referencia. Por lo pronto, se transcriben a continuación las descripciones de algunos casos típicos:

- Scientific research has been termed as a marginal activity in the sense that it does not play a significant role in national development - researchers' contributions have never been indispensable for the evolution of the country in spite of the fact that the characteristics of the present development in Venezuela necessitate the use of the results for scientific and technological research (…)

At the same time, the above-mentioned works and other studies agree on the existence in Venezuela of a small but significant group of researchers who are doing first quality research in different Venezuelan institutions. Some of these researchers have sufficient administrative competence to carry out the task of organizing the development of science in the country. However, it has also been suggested that scientific research in Venezuela shows the same anachronism existing in the country as a whole - researchers undertaking research comparable in quality to the best research carried out in foreign centers, while other researchers perform low quality investigations. In more general terms, it has been said that Venezuelan scientific research presents features attributed to "research and development" systems of developing countries; namely, weak potential for scientific research, lack of articulation among its components, weak relationships with the national environment and, to a great extent, dependent on foreign resources and foreign expertise. Picón (1978), págs. 46-47

 

- (…) This leads to the interpretation that the general dissatisfaction expressed by researchers is related to the lack of organizational and procedural elements as well as to the lack of supportive academia atmosphere. (Op. Cit, p. 172)

 

- Hay dos maneras de impedir el desarrollo integral de la ciencia. Una es la política del laissez faire científico, que deja librada toda iniciativa a los investigadores individuales, sin importarle los claros que queden en el mapa de la ciencia. La otra es la política dirigista cara al desarrollismo económico, que lo subordina todo a la industrialización. La primera política, que ha dado excelentes resultados en los países desarrollados, ha conducido, en los subdesarrollados, al crecimiento desigual de la ciencia: al desarrollo de unas pocas ramas a expensas de las demás, en las que, en el mejor de los casos, se ha importado conocimiento. La segunda política también ha conducido al desarrollo desigual de la ciencia: a la hipertrofia de las aplicables a expensas de las puras, de las naturales a costa de las sociales. Y, debido al culto del desarrollo por cualquier medio, ha conducido también a la importación de expertos sin desarrollar la fuerza de trabajo intelectual del país. Tanto el dirigismo de inspiración economicista como el mecenazgo elitista han sido, pues, desfavorables al desarrollo científico. (Bunge, 1985, p. 257).

 

- Tampoco parece aconsejable bajo ningún concepto que la investigación siga como hasta ahora, y que se midan los logros obtenidos en función de criterios como el número de investigadores, tesis o tesinas, que no suponen sino una atomización de la investigación y, en muchas ocasiones, un despilfarro presupuestario. En ese sentido, sería conveniente que la organización de la investigación universitaria se realizase en función de un proyecto general que garantizase la existencia de centros apropiados y medios suficientes, estableciendo objetivos y valorando resultados en función de incrementos de rentas por tecnología, lo cual permitiría reducir las importaciones de carácter tecnológico. En suma, sólo un análisis responsable de todas esas cuestiones hubiera servido para plantear soluciones reales y establecer nuevas pautas de actuación. (García Fogeda, 2001).

 

- Podemos decir que la máxima aspiración de un investigador o el destino final de un trabajo de investigación está en la publicación del reporte en una revista indexada. Nada más. Según esto, las investigaciones sólo sirven para acumular méritos académicos individuales a favor de quien las realiza. Esta característica queda parcialmente evidenciada en los famosos estímulos y premios académicos (PPI, Conaba, etc.) que siempre han sido individualistas. En efecto, hasta donde sé, no existen premios para grupos de investigadores, sino sólo para las personas, con lo cual se profundiza el sentido de competencia aislante y desvinculante.

Pero tanto el conjunto de investigadores y de académicos, así como la institución universitaria y el entorno social carecen de la más mínima idea acerca de las investigaciones que están siendo llevadas a cabo. Aparentemente, sólo el investigador sabe qué está investigando y cómo lo está haciendo (...)

Es obvia la desarticulación de la IU a esos tres niveles: desarticulada con respecto a otras investigaciones posiblemente contiguas, desarticulada con respecto a la propia universidad y desarticulada con respecto a las áreas de demanda social de conocimientos y tecnologías (…) La IU, tal como se ve actualmente, es un hecho individualizado y, por tanto, socialmente desarticulado y, por tanto, ‘no-organizado’ (Padrón, 2001, pp.4-6).

 

2. El Problema

Al considerar esa clase de hechos que acaba de señalarse (la investigación universitaria en su faceta organizacional), llama la atención el sistema de relaciones que pueda haber entre los distintos factores incluidos en esa faceta organizacional y las distintas variaciones (resultados, modalidades, etc.) que puedan observarse en los mismos procesos de producción de conocimientos y tecnologías, es decir, en los mismos procesos de investigación.

Parece muy improbable que los aspectos organizacionales de la investigación universitaria no tengan nada que ver con los modos en que ésta se comporta en las demás facetas, a tal punto que esos aspectos organizacionales podrían influir significativamente en la efectividad de los procesos de investigación universitaria.

Por ejemplo, el hecho de que los investigadores estén más o menos cohesionados alrededor de un mismo programa de trabajo podría ser determinante sobre los tiempos de logro, sobre la capacidad de producción investigativa, sobre la adecuación de los recursos y estrategias y, en fin, sobre el nivel de éxito general de la investigación universitaria. Otro tanto podríamos suponer por parte de otros aspectos organizacionales, tales como el clima de trabajo, la cultura organizacional, las actitudes grupales, etc.

Si esto es así, entonces el mayor o menor control que se ejerza sobre esa faceta organizacional de los procesos de investigación redundará en el éxito de éstos. Pero, entonces, es necesario saber antes, cuáles son esos aspectos organizacionales que están implícitos en la investigación universitaria y que podrían actuar significativamente sobre ella, con el objeto de poder, posteriormente, controlarlos.

Aquí radica, entonces, el problema de este estudio, el cual puede revelarse de múltiples formas, tal como puede verse en las siguientes preguntas, todas con significados aproximadamente equivalentes entre sí:

- ¿Qué factores organizacionales están implícitos en la investigación universitaria?

- ¿Qué factores organizacionales explican parcialmente la investigación universitaria, al lado de factores de otro tipo?

- ¿Qué factores organizacionales promueven variaciones en la ejecución de la investigación universitaria?

- ¿Cuáles son los factores organizacionales que condicionan los procesos de investigación en contextos universitarios?

- ¿Qué relaciones existen entre factores organizacionales contextuales y factores procesales específicos en la investigación universitaria?

- ¿Qué es la investigación universitaria desde un punto de vista organizacional?

Aun cuando la forma lingüística de todas estas preguntas pueda hacer creer que se trata, aparentemente, de estudios diferentes u objetivos de análisis distintos, en realidad todas ellas apuntan a un mismo problema: el de las relaciones entre organización e investigación o entre factores organizacionales generales y factores investigativos específicos.

En el fondo, todas estas preguntas conducen a dos componentes problemáticos esenciales, pasando ya a una visión lógica del problema (no lingüística):

Primero, lo que cada investigador universitario hace en cuanto investigador (como se definió antes: lo que declaradamente dice que hace, en coincidencia con lo que también los demás reconocen que hace o, desde otro criterio, lo que cada investigador produce en materia de conocimientos y tecnologías científicas). Podemos llamar ‘I’ (Investigación) a este primer componente problemático.

Segundo, las relaciones de cohesión del trabajo de cada investigador con respecto al trabajo de otros investigadores sobre la base de unos mismos objetivos y dentro de un mismo marco local de procesos, recursos, estrategias, cultura, etc. Podemos llamar ‘O’ (Organizacional) a este segundo componente problemático.

Cada uno de estos dos componentes es una variable, en el sentido de que cada uno puede tener múltiples valores según el criterio que se elija. Por ejemplo, el trabajo de los investigadores (I, primer componente) puede ser más o menos efectivo, más o menos exitoso, más o menos potente, etc. Por su parte, las relaciones de cohesión (O, segundo componente) pueden ser más o menos estrechas, más o menos adecuadas al entorno, más o menos impuestas desde los núcleos de autoridad, etc. Nótese que, bajo el enfoque epistemológico seleccionado para este trabajo, se deja expresamente abierto el criterio de variabilidad de esos dos componentes problemáticos. En realidad, para este estudio no interesa cuál sea ese criterio de variabilidad. Lo que importa es la relación amplia que podría darse entre esos dos componentes variables, bajo el criterio que sea. Es decir, importa saber si, bajo el criterio que sea, los cambios en una de esas variables promueven cambios en la otra. Ésta es la relación de búsqueda para este estudio.

Estos dos componentes, constatables observacionalmente y cuya validez no se discute en este estudio, se vinculan a través de una relación problemática (‘r’), que es la generadora de este estudio: la relación de dependencia que pueda ejercer el segundo de estos componentes (‘O’) sobre el primero (‘I’). Al preguntarnos por la incidencia que tiene O sobre I, nos estamos preguntando hasta qué punto I resulta explicada por O. Todo esto lleva a una única formulación lógica del problema de estudio, que es como sigue.

Llamando I a los procesos de investigación universitaria, previamente definidos, y llamando O a los factores organizacionales, previamente definidos, ¿depende I de O? (o también: ¿es I explicable a partir de O?, ¿es I una clase particular de O?).

Siendo éste el problema o la pregunta de estudio, conviene ahora contextualizarlo en una cierta red de problemas, considerando que ningún problema es aislado y tampoco puede ser comprendido fuera de la red de problemas a la que pertenece. En este sentido, este estudio toma en cuenta las concepciones manejadas dentro de la Línea de Investigaciones en Enseñanza/Aprendizaje de la Investigación (LINEA-I) a la que está suscrito este estudio:

La RED DE PROBLEMAS es un concepto lógico que parte de la idea de que:

a) las sociedades, en cada uno de sus momentos históricos, confrontan determinadas necesidades de conocimientos teóricos y aplicativos (tecnológicos);

b) estas necesidades son traducibles en PROBLEMAS de investigación;

c) estos problemas de investigación mantienen entre sí distintas relaciones de inclusión y complementariedad.

Entonces, una Red de Problemas es un ARTIFICIO LÓGICO que intenta traducir las interconexiones que se dan dentro de un cierto conjunto de problemas de investigación, a un cierto nivel de segmentación conceptual, problemas que a su vez traducen las demandas de una sociedad en un cierto momento y en un determinado sector.

Desde un punto de vista lógico, las Redes tienen forma de "árbol" (de grafo arbóreo), con sus diferentes niveles jerárquicos y puntos de inclusión y complementariedad entre los problemas que pertenecen al conjunto.

Ninguna Red es completa. Sólo revela un cierto sector de la compleja demanda social. En consecuencia, una Red debe ser entendida por relación con ciertos criterios de análisis conceptual.

Además, ninguna Red es aislada (así como tampoco lo son los problemas de investigación). Una Red suele, a su vez, ser parte de una Red más amplia o general y suele contener redes más reducidas o específicas. Una vez más, resalta la importancia de los puntos de vista conceptuales y de los criterios de segmentación en el diseño de una Red de Problemas. Queda implícito que las Redes no existen en la naturaleza ni en la sociedad, sino que siempre son diseñadas por alguien. Son artificios lógicos, construcciones mentales que pueden ser más o menos eficientes para expresar la problemática de una sociedad en un cierto sector y momento histórico (LINEA-I, 2001).

 

Tomando eso en cuenta, el problema antes formulado pertenece a una clase más amplia de problemas que podría ser resumida bajo la pregunta “Qué son los Procesos de Investigación”. Otros problemas dentro de esa clase más amplia, que son contiguos al de este estudio, son, por ejemplo, ¿depende I de factores lingüísticos y discursivos? ¿Depende I de factores cognitivos? ¿Depende I de factores psico-emocionales? ¿Depende I de factores psico-sociales? ¿Depende I de factores lógico-epistemológicos?, etc.

Como se ve, el problema de si la Investigación depende de factores Organizacionales, que es el planteado en este estudio, se vincula muy estrechamente a los demás problemas que están emparentados entre sí dentro de la misma clase amplia de problemas definida por la pregunta “qué son los procesos investigativos”. Este estudio constituye un esfuerzo particular por aclarara qué es la Investigación en cuanto hecho Organizacional, pero sus resultados nunca serán tan eficientes mientras no se pongan al lado de los resultados de otros estudios ubicados en la misma clase de la red problemática.

Debe haber factores organizacionales estrechamente unidos a factores discursivos, a factores lógico-epistemológicos, a factores cognitivos, etc., de modo que esos factores organizacionales no pueden ser esclarecidos por completo hasta que no se revelen sus conexiones con otros factores no organizacionales. Es por eso que este problema formulado en este estudio debería ser considerado a la luz de los otros estudios que fueron o están siendo resueltos dentro de esa clase problemática amplia.

Como se ha insistido varias veces a lo largo de este documento, esta clase de problemas es una de las que ha asumido la Línea de Enseñanza/Aprendizaje de la Investigación (LINEA-I), dentro de la cual se han producido y se están produciendo estudios contiguos a éste, bajo la expectativa de que, dentro de algunos años, todos esos estudios permitan generar una sola gran teoría que explique qué son los procesos de investigación desde el punto de vista de muchos tipos de factores que inciden sobre ellos.

Por encima de esa clase de problemas, también se podría pensar en una super-clase todavía más amplia, que incluiría otras clases de la misma dimensión de la que se mencionó antes: ¿cómo se aprende a investigar? Y, luego, ¿cómo se debería enseñar a investigar? Y luego, ¿cómo se vincula la investigación con la Docencia?

Es indiscutible que un problema de estudio como el que aquí se formula no puede ser considerado en forma aislada ni su solución puede ser evaluada al margen de las soluciones a los demás problemas de su misma clase inmediata y ni siquiera al margen de las soluciones a los problemas que se ubican en clases problemáticas de mayor jerarquía.

Luego surgen también las vinculaciones de red con los estudios orientados a tecnologías e intervenciones. Se supone que una solución teórica al problema de los factores Organizacionales que inciden sobre los procesos Investigativos, tal como aquí se plantea, debería emparentarse con las soluciones aplicativas y prácticas al modo en que se podría organizar la investigación o al modo en que la investigación podría gestionarse, mercadearse, financiarse, promoverse, etc.

Todo esto lleva a considerar que el problema formulado en este estudio, visto aisladamente, sería realmente pobre y escaso, pero que la medida de su trascendencia y de la profundidad de su comprensión depende de que se le considere dentro de una red problemática, en estrecha sintonía con otros estudios y en función de programas de investigación a corto, mediano y largo plazos. Esta es, precisamente, la filosofía organizacional investigativa planteada en la LINEA-I, en cuyas agendas se inscribe este estudio. En el Gráfico 2 se muestra la Red de Problemas en que se ubica la pregunta de trabajo aquí formulada.

 

 

 

No hace falta decir que también los objetivos de este estudio, formulados a continuación, se engloban dentro una red de objetivos, estrictamente correspondiente con esta red de problemas que se acaba de señalar.

 

3. Objetivos

 

En general, este estudio busca explicar la INVESTIGACIÓN UNIVERSITARIA a partir de un conjunto de factores organizacionales, concluyendo en una propuesta aplicativa para los Postgrados venezolanos.

En la sección anterior se definió la relación problemática entre Investigación Universitaria (I) y factores Organizacionales (O), de modo que este objetivo general debe entenderse en el marco del problema de trabajo formulado antes. Se persigue, entonces, esclarecer la relación existente entre factores Organizacionales y Procesos de Investigación en contextos universitarias, o sea, se busca una más amplia comprensión de los procesos investigativos universitarios desde la perspectiva de los factores organizacionales que están implícitos en esos procesos.

El término “explicar” se emplea aquí en la acepción más corriente que tiene den­tro del enfoque racionalista-deductivista (“explicación”): dar razón de una clase de hechos a partir de sus vínculos abstractos y universales con otra clase de hechos. Como se ve en Hernández Rojas, 2000, la palabra “explicar” define, desde el punto de vista pragmático, una intención de construcción teórica, por lo cual este objetivo caracteriza este estudio como de tipo explicativo y teórico.

Al final de la formulación de este objetivo aparece también la intención subordinada o secundaria de derivar de esa explicación una propuesta sobre uno de los modos en que dicha explicación pudiera ser aplicada a la práctica de los postgrados universitarios, concebidos en sí mismos como instituciones de investigación.

A este objetivo se asocia un cierto producto de trabajo: en primer lugar, como producto principal, un MODELO teórico de los Procesos Investigativos como Procesos Organizacionales (o, que es lo mismo, un modelo de las dependencias de los Procesos Investigativos con respecto a factores Organizacionales). El término ‘Modelo’ se usa aquí en idéntico sentido al que se ha venido usando durante todos estos años en los trabajos de investigación producidos dentro de la LINEA-I (ver una definición extensa en Padrón, 1992). Este producto se muestra en el Capítulo 4 (hallazgos teóricos). En segundo lugar, como producto secundario o derivado, unos lineamientos de aplicación práctica a los postgrados. Este producto se muestra en el Capítulo 5 (hallazgos aplicativos).

El anterior Objetivo General quedó desagregado en cuatro objetivos específicos:

- Analizar teorías y hechos relativos a los procesos organizacionales.

- Analizar teorías y hechos relativos a los procesos investigativos.

- Inter-relacionar los resultados de los dos objetivos anteriores en un modelo.

- Derivar del modelo anterior un conjunto de lineamientos para la práctica de los postgrados universitarios.

 

4. Justificación, Alcances y Limitaciones

 

Este estudio queda justificado, localmente, en los intereses planteados dentro de la Línea de Investigación a la que pertenece, uno de cuyos subprogramas atiende a explicar los procesos investigativos desde múltiples perspectivas, siendo una de ellas la perspectiva Organizacional.

Se espera, en tal sentido, que este estudio permita un avance de ese subprograma y, por tanto, una más profunda comprensión de los procesos de Investigación, de modo que luego puedan derivarse aplicaciones hacia la formación de investigadores y hacia la gestión de esos procesos.

Una reseña de los programas y subprogramas de desarrollo investigativo contemplados por la LINEA-I puede verse en su propia página web, disponible en http://www.lineai.org, donde podrá entenderse la justificación de este estudio por relación con las expectativas y planes de esa Línea de Investigación. En palabras breves, este estudio queda plenamente justificado por sus posibilidades de hacer avanzar todo el subprograma de teorización acerca de la naturaleza de los procesos de investigación, tales que luego permitan derivar tecnologías e intervenciones en el área de la formación de investigadores y de la “masificación de la investigación” para los países subdesarrollados (ver LINEA-I, 2001).

Otros argumentos que justifican este estudio por su relación con otros estudios dentro de esa Línea de Investigación han sido ya expuestos en muchas otras Tesis Doctorales adscritas a la misma Línea (Sánchez, 2002; Camacho, 2001; Rivero, 2000; García Barroso, 2000; Hernández Rojas, 2000, etc.).

 Más allá del ámbito local de LINEA-I, este estudio se justifica ante los requerimientos nacionales e internacionales por una mayor productividad en la generación de conocimientos y tecnologías, productividad que depende estrechamente de la capacidad organizativa.

Además, en el contexto de los estudios mundiales acerca de la Ciencia y la Investigación, este estudio se justifica a partir de los planteamientos de Kuhn (1975), según los cuales las explicaciones lógico-metodológicas no bastan para un cabal entendimiento de los procesos de la Ciencia y la Investigación, sino que, además, se requieren explicaciones de tipo socio-histórico, como es el caso de la perspectiva Organizacional.

Finalmente, en el ámbito práctico se requieren pautas para organizar más eficientemente la investigación universitaria. Pero esas pautas no deberían provenir de ensayos empíricos ni de intentos dispersos, sino más bien de esquemas teóricos confiables y suficientemente evaluados, generados a su vez por programas de trabajo como los que propone la Línea de Investigación a la que pertenece este estudio (LINEAI, 2001).

Dentro de esa idea, este estudio ofrece un beneficio potencial a las organizaciones cuyos procesos se orienten a la producción de conocimientos, a los investigadores interesados en formar equipos de trabajos y a los docentes responsables de la formación de investigadores. 

Pasando ahora a las limitaciones de este estudio, hay que considerar las siguientes:

- El producto de este estudio es esencialmente explicativo (teórico). No se plantea la oferta de análisis descriptivos, históricos ni documentales. Por tanto, no está dentro de las expectativas de logro el tipo de reseñas históricas especializadas ni el hallazgo de documentos interesantes, etc. Aunque en el Capítulo 3 (datos observacionales) se presentan datos históricos y descriptivos en cierta abundancia, sin embargo esos datos tuvieron la función exclusiva de soportar la construcción teórica definida en el objetivo general. Tampoco se ofrecen resultados aplicativos exhaustivos. Sólo se derivan algunos lineamientos prácticos que luego fueron puestos a prueba en el Postgrado de la Universidad Nacional Experimental de Guayana (UNEG), tal como se expone en el Capítulo 5. La idea fue la de probar hasta qué punto el modelo teórico permitía derivaciones prácticas y hasta qué punto esas derivaciones permitían validar el modelo.

- La validación de los resultados teóricos fue esencialmente lógica, bajo los principios clásicos de consistencia, completitud e independencia de las proposiciones que constituyen el modelo teórico. Por encima de eso, el modelo también fue validado a través de los ensayos prácticos expuestos en el Capítulo 5. No hubo una contrastación empírica basada en diseños cuasi-experimentales.

- Este estudio no contempló trabajo de campo sistemático en las fases de recolección de datos ni de construcción teórica. El mecanismo básico para ello fue la consulta histórico-documental y el análisis teórico. En cambio, para la derivación de lineamientos prácticos, aplicativos, sí se hizo un trabajo de campo durante seis meses, aproximadamente, tal como se expone en el mismo Capítulo 5.

- Dado que el enfoque epistemológico seleccionado fue el deductivismo o racionalismo, este estudio no contempla entrevistas ni diseños etnográficos ni fuentes biográficas o autobiográficas ni, en general, ninguna de las técnicas utilizadas en el tipo de investigación llamado “cualitativo”.

- Una visión organizacional de la Investigación no agota toda su expli­cación, sino que es una explicación parcial, desde un sistema de referencia teórica, que, si se suma a otros estudios al modo de una sola macro-inves­tigación, entonces sí se evidencia su valor. Para ampliar esta idea, a conti­nuación se transcribe uno de los párrafos del Capítulo 4 de este documento:

Según esto, al decir que los procesos Investigativos son procesos Organizacionales, se está diciendo que los procesos Investigativos son funcionalmente idénticos a los procesos, por ejemplo, Docentes, Hospitalarios, Cinematográficos…, y, en general, a todos los demás procesos que se definen como Organizacionales. No hace falta decir que existen muchas otras perspectivas según las cuales los procesos Investigativos son totalmente diferentes a los procesos Docentes, Hospitalarios, etc., cosa que no es del interés de este estudio.

 

- Este estudio es un primer acercamiento al problema planteado. Por tanto, sus resultados son de carácter provisional, hipotético e incompleto, como suele ocurrir con todos los estudios de primer acercamiento, aquellos que Bunge (citado por Padrón, 2001) llama “teorías poco profundas”:

 

TIPOS DE TEORÍA SEGÚN EL NIVEL DE ELABORACIÓN, DE MADUREZ O DE APROXIMACIÓN: este criterio parece haber sido propuesto originalmente por Mario Bunge, basado en el hecho real de que las investigaciones no son desde el principio perfectas ni logran plenamente su objetivo de una sola vez. Más bien, las teorías nacen imperfectas y progresivamente van madurando en el tiempo a través de sucesivos reajustes, cada vez con mayor elaboración y aproximaciones crecientes. Bunge propuso el término de "Profundidad", para referirse a este criterio, al cual corresponden los siguientes tipos de Teoría:

- Teorías Profundas: las de mayor elaboración.

- Teorías Semi-Profundas: de un grado intermedio de crecimiento y reajuste

- Teorías Poco profundas: las de primer acercamiento.

Esto quiere decir que no todas las investigaciones están obligadas a generar Teorías Profundas. Algunas pueden válidamente orientarse a reajustar Teorías previas de menor grado de profundidad y otras a construir teorías de primer acercamiento. Precisamente, todo esto es absolutamente necesario para poder, gracias a la Crítica y a la Evaluación, ir generando conocimiento científico de calidad.

Hay numerosos ejemplos históricos que dan fe de esto. Parsons, por ejemplo, construyó su Teoría de la Acción en unos cuatro pasos progresivos a lo largo de su vida y Chomsky elaboró su Modelo Tranformacional en tres versiones sucesivas. (Padrón, 2001)

 

Una de las limitaciones más importantes de este estudio es su carácter de aproximación inicial, el cual supone un esfuerzo por explicar los procesos investigativos como procesos organizacionales, pero también supone el inicio de toda una trayectoria de revisiones, pruebas y reajustes a partir del final de este estudio. Como ventaja, el hecho de que este estudio esté ubicado dentro de una agenda de trabajo colectivo (LINEA-I), permite suponer que otros investigadores abordarán también este mismo problema y estos mismos resultados aquí presentados, hasta que, colectivamente, todos estos estudios puedan llegar hasta el nivel de “teorías profundas” en esta área problemática.

 

5. Esquema metodológico

 

El esquema de trabajo para lograr los objetivos del estudio está fundamentado en el enfoque epistemológico racionalista-deductivo, con las características que se mencionaron en muchos otros estudios producidos en LINEA-I. De todos esos estudios, hay uno en particular que contiene una serie de proposiciones caracterizadoras de este enfoque, en términos de un sistema de convicciones personales que no se discute (aunque la cita es larga, vale la pena su trascripción completa):

1. Investigar no es necesariamente medir y contar ni tampoco es sólo experimentar. Investigar es, esencialmente, razonar: dados unos hechos y dado un cuerpo de conocimientos previos en torno a los mismos, todo en una relación problemática, confusa o dudosa, el científico formula grandes suposiciones o conjeturas que aclaren el problema y que expliquen los hechos, conjeturas a partir de las cuales realizará luego el trabajo de ir derivando proposiciones cada vez más finas, siempre dentro de toda una cadena de argumentaciones y razonamientos sistemáticamente controlados tanto por reglas lógicas como por evidencias observacionales. El papel de las teorías y del desarrollo teórico deductivo es, pues, lo fundamental en el proceso de investigar. Los conteos, mediciones y experimentaciones son apenas un trabajo auxiliar que sólo tiene sentido dentro de un proceso general de teorización y, eventualmente, en ciertas fases del desarrollo de los programas de investigación. Este rasgo es sintetizado en el siguiente pensamiento de Popper: “Mi epistemología implica que las ciencias no comienzan con ‘mediciones’, sino con grandes ideas y que el progreso científico no consiste en acumulación ni clarificación de hechos, sino en ideas intrépidas y revolucionarias, que entonces son sometidas a aguda crítica y examen”.

2. Investigar no es necesariamente determinar probabilidades sobre la base de técnicas estadísticas. No todos los hechos se someten al marco de las probabilidades (no todos los problemas tienen naturaleza probabilística) ni tampoco se llega a adecuadas explicaciones analizando la frecuencia en que ocurren los hechos sobre la base de unas hipótesis alterna y nula. Investigar es intentar descubrir aquellas estructuras abstractas de proceso, de donde se generan los hechos particulares o que son responsables del modo en que los hechos se producen y se repiten.

3. Investigar no es necesariamente hacer trabajo de campo. Una gran parte de los fenómenos estudiados por la ciencia resultan ya conocidos por el investigador, bien sea porque están cotidianamente a su alcance o bien porque han sido ya registrados en los trabajos descriptivos de otros investigadores. Más importante que la recolección de observaciones y datos observacionales es la decisión de explicarlos mediante la argumentación y el razonamiento, vale decir, mediante la formulación de teorías, que siempre serán hipotéticas y provisionales. El razonar sobre los hechos es más importante que el operar directamente con ellos. El investigador no es esencialmente aquél que se mueve entre personas, cosas y experiencias, sino, sobre todo, el que se mueve entre ideas. La deducción, y no la inducción, es la clave del descubrimiento.

4. Investigar no es necesariamente abordar hechos que sólo sean observables directamente. La evidencia empírica no es la única garantía de la ciencia. También es posible estudiar procesos no observables (del tipo de la llamada “caja negra”), mediante la formulación de modelos que imiten el funcionamiento del proceso, aun cuando éste jamás pueda estar a la vista. La evidencia racional, aquella que se estructura en forma de argumentaciones y razonamientos, es un elemento primordial para el avance de la ciencia.

5. Investigar no es dilucidar concluyentemente un problema ni agotar exhaustivamente sus posibilidades de estudio. Más bien, las investigaciones particulares son aportes pequeños y modestos que, en conjunto, van promoviendo aproximaciones cada vez más estrechas hacia la solución. El valor de cada trabajo individual depende de la medida en que arroje alguna luz sobre el problema y en que contribuya al avance del programa de investigación en que está ubicado. En ese sentido, las conquistas y logros de la investigación serán siempre provisionales, hipotéticas, graduales y relativas a un programa o agenda colectiva de trabajo.

6. Investigar no es reflexionar libremente, sin control, ni hacer retórica persuasiva. La investigación no es especulación anárquica, aquélla respecto a cuyo contenido nadie podría decidir si es erróneo o inválido ni entender en concreto a qué realidades se está haciendo referencia. Es teorización controlada por reglas lógicas, totalmente evaluable y criticable, cuyo contenido sea falseable y cuyos errores sean detectables. La retórica, los discursos eminentemente estéticos y literarios, las intenciones de persuadir ideológicamente y de lograr comportamientos convenientes, todo ello queda excluido del trabajo investigativo. Aun cuando hay la convicción de que la ciencia ha de estar al servicio de la felicidad humana y del bienestar, su trabajo se limita a proveer las bases para ello, en forma de explicaciones y aplicaciones exitosas, pero el resto queda en manos de quienes administran el progreso social y de quienes participan en la toma de decisiones concernientes a grandes grupos humanos. En esto, la investigación tiene una naturaleza bien distinta a la del arte, la religión, el activismo social o la política.

7. La investigación no es una actividad regulable por un único e inflexible esquema de desarrollo. Los problemas de la ciencia son tan variados y pueden ser enfocados de modos tan diferentes que resulta absurdo pensar en un algoritmo de resolución, no sólo en el nivel del trabajo de búsqueda y de configuración de soluciones, sino también en el trabajo de comunicación de resultados, donde también resultan absurdos los esquemas documentales que indican qué ha de colocarse en el capítulo 1, qué en el capítulo 2, etc. Tanto los procesos de descubrimiento y justificación, así como los procesos de escritura y de comunicación de resultados, ambos constituyen invenciones particulares, diseños humanos específicos, donde lo que cuenta es la eficiencia del abordaje con respecto al problema y a los objetivos de trabajo. Una investigación será de mayor o menor calidad en la medida en que sea coherente con sus lineamientos y eficiente para unos logros planteados, pero no en la medida en que se acoja rígidamente a un determinado patrón específico previamente establecido.

Dentro de esta referencia, la investigación se entiende como un proceso de razonamiento (que resulta controlado por la lógica y la experiencia) en una fase previa a la transformación de la realidad y perfectamente delimitada con respecto a este último proceso. Además, se asume que el valor del conocimiento radica en su poder generalizante y universal, mucho más que en la consideración de situaciones particulares e históricamente circunstanciales. En consecuencia, se postula que es la vía deductiva la que apoya la validez de los hallazgos teóricos logrados (Camacho y Padrón, 2000: 317-319)

 

El esquema de trabajo aquí utilizado puede describirse brevemente como ‘argumental’ o ‘de razonamientos’ a partir de datos teóricos que luego se asocian a datos observacionales.

Consiste, primero, en analizar el problema y los objetivos de estudio; segundo, en formular unas hipótesis generales, de carácter teórico, de las que se pueda derivar, por vía de razonamientos y argumentos, una solución al problema; tercero, en analizar las teorías que estén implícitas en esas hipótesis o que estén asociadas a las mismas; cuarto, en analizar un corpus de datos empírico-descriptivos lógicamente representativos de la clase de hechos planteada en el problema; quinto, en construir un modelo que constituya una respuesta al problema, partiendo de los resultados de todos los pasos anteriores; sexto, en validar el modelo según criterios lógicos; y, finalmente, en derivar posibilidades de aplicación práctica que no sólo permitan contrastar empíricamente el modelo, sino que también acerquen los resultados teóricos al terreno de la investigación tecnológica o de intervención. En el Gráfico 3 se muestra esta secuencia procedimental.

 

 

Una vez analizado el problema y el objetivo, se procedió a formular las hipótesis teóricas, que luego de muchos ensayos, lecturas y consultas, quedaron definidas bajo el siguiente sistema deductivo:

(H1) Todo proceso Investigativo (I) es un proceso Organizacional (O).

Esta fue la hipótesis básica, que luego fue necesario prolongarla en estas otras dos:

(H2) Todo proceso Investigativo (I) tiene la estructura I’

(H3) Todo proceso Organizacional (O) tiene la estructura O’

Ahora, como consecuencia lógica de estas tres hipótesis, se derivó la cuarta y última:

(H4) La estructura I’ (la estructura de los procesos investigativos I) se rige según la estructura O’ (según la estructura de los procesos Organizacionales O).

La forma lógica de este sistema es el siguiente:

H1: Todo I es O

H2: Todo I es I’

H3: Todo O es O’

-----------------------

H4: Toda I’ es O’

Si se traduce este sistema de hipótesis al cálculo de predicados, se tendría entonces la siguiente forma lógica para el trabajo deductivo, forma que resume toda la estructura deductiva y toda la estrategia de este estudio:

[("x, Ix ® Ox) Ù ("x, Ix ® I’x) Ù ("y, Oy ® O’y)] ® "x, I’x ® O’x

Estas hipótesis tienen implícitas dos Teorías generales: una Teoría de la Investigación (para el sistema I’) y una Teoría de la Organización (para el sistema O’). Por tanto, se seleccionaron y analizaron dichas teorías y se tomó de ellas lo que era suficiente para pasar al trabajo de derivación (los resultados de este análisis aparecen en el Capítulo 2, “Bases Teóricas”).

Aparte de este análisis teórico, se hizo un registro de datos observacionales de procedencia documental para efectos de disponer de referencias empíricas asociables a las bases teóricas y útiles para la construcción del modelo (los resultados de este registro aparecen en el Capítulo 3 (“Datos Observacionales”).

Con todo esto a mano, el trabajo de construcción teórica consistió en buscar las correspondencias desde los elementos de los Procesos Organizacionales (estructura O) hacia los elementos de los Procesos de Investigación (estructura I).

La estrategia deductiva esencial consistió en suponer que la estructura I pertenece a la familia de isomorfismos de la estructura O, de modo que la expresión toda I’ es O’ equivale a decir que I’ es un isomorfismo en O’ (en Stahl, 1977, aparecen exposiciones detalladas acerca del concepto de isomorfismo).

Sobre esta base, se fueron aislando los rasgos más importantes de las Estructuras Organizacionales y luego se fueron buscando aquellos rasgos de las Estructuras Investigativas que se comportaran isomóficamente con respecto a las primeras. Todo ello se muestra en la primera parte del Capítulo 4, donde se establece toda una serie de proposiciones cada una de las cuales revela una correspondencia de algún rasgo de la Estructura Organizacional con algún otro rasgo de la estructura Investigativa.

Una vez halladas esas correspondencias isomórficas, se obtuvo el modelo que explica los Procesos de Investigación Investigativos en cuanto Procesos Organizacionales y que, de ese modo, responde a la pregunta de investigación y al objetivo general del estudio.

Este modelo comienza con un sistema de conceptos teóricos asociados a las proposiciones que expresan correspondencias Organización-Investigación, sistema que se expone en la segunda parte del Capítulo 4, y luego sigue a la postulación de un sistema de relaciones entre esos conceptos (tercera parte del Capítulo 4). Todo esto se sintetiza en un constructo de componentes y relaciones a diferentes niveles de generalidad, el cual es también presentado en lenguaje gráfico-diagramático.

Posteriormente a eso, se planifico y ejecutó una experiencia de campo en la Coordinación de Postgrado de la Universidad Nacional Experimental de Guayana, orientada a implantar en la práctica los mismos conceptos del Modelo, con lo cual no sólo se evaluó empíricamente este modelo, sino que además se definieron lineamientos de aplicación y de estudios subsiguientes.

Dicha experiencia consistió en un programa de talleres-encuentros de análisis y discusión con una gran parte de los profesores de la Universidad, divididos en áreas departamentales y bajo la asesoría del Dr. Padrón, Tutor de este estudio. A raíz de esos talleres-encuentros se nombraron comisiones de trabajo, cada una con responsabilidades diferentes, pero todas encaminadas a diseñar un esquema de organización de la Coordinación de Postgrado en torno a la función de Investigar y sobre la base del modelo teórico construido en este estudio.

Como resultado de esta experiencia, hubo un acuerdo y un apoyo total por parte del personal académico, tanto a los aspectos conceptuales como a los mecanismos y estrategias de reajuste de la Investigación de Postgrado en torno a los elementos organizacionales provistos por el modelo. Luego de más de un semestre de distancia de esa experiencia, los cambios aplicados siguen siendo valorados positivamente en el seno universitario. Todo esto se expone en el Capítulo 5.

Las fases de trabajo que orientaron este estudio fueron las siguientes:

Fase 1. Análisis preliminares. Consistió, por una parte, en recopilación y revisión de materiales bibliográficos, tanto de orden teórico como de orden descriptivo-documental y, por otra parte, en consultas con especialistas en Investigación y en Organización.

Fase 2. Planteamientos hipotéticos. Consistió en probar distintas conjeturas amplias que pudieran contener en sí mismas la solución al problema de estudio.

Fase 3. Selección y Análisis de Teorías. Consistió en examinar las teorías que estuvieran implícitas en esas hipótesis formuladas en la Fase 2, en revisar muchas de sus diferentes versiones, en elegir dos de ellas (ver las Bases Teóricas, Capítulo 2) y, finalmente, en estudiarlas a fondo. Uno de los resultados de esta fase fue la definición de ciertas categorías de ordenamiento de datos empíricos, mediante las cuales se abordó la Fase 4.

Fase 4. Constitución de un corpus de datos observacionales. Consistió en revisar numerosos documentos históricos y descriptivos acerca de la historia de la investigación universitaria, acerca de la formación e institucionalización de centros, grupos y líneas de investigación en Venezuela, América Latina y el mundo. Toda esta revisión fue filtrada según las categorías observacionales obtenidas en la Fase 3 y derivadas de las Teorías de base.

Fase 5. Construcción del Modelo. Consistió, primero, en buscar correspondencias entre componentes estructurales Organizacionales y componentes estructurales Investigativos. Luego, en formular Conceptos Teóricos que expresaran esas correspondencias. Después, en postular relaciones que unieran entre sí esos conceptos y, finalmente, en agrupar todos esos conceptos y relaciones en términos de componentes del Modelo a distintos niveles lógicos.

Fase 6. Validación lógica. Consistió en poner a prueba el modelo obtenido, examinando sus posibles inconsistencias, sus posibles fallas de exhaustividad y la medida en que sus elementos pudieran repetirse o solaparse entre sí.

Fase 7. Derivación de lineamientos prácticos. Consistió en deducir del modelo las principales pautas de aplicabilidad, examinando las posibilidades de reajustar los procesos de investigación universitaria desde la perspectiva organizacional implícita en el modelo teórico. Una vez obtenidas esas pautas, se diseñó la experiencia de campo en la UNEG, arriba mencionada.

Fase 8. Redacción final. Consistió en preparar el documento definitivo que reporta todo el trabajo y sus resultados, integrando todos los reportes escritos parciales que se habían ido redactando progresivamente y añadiendo nueva información.