En: Beveridge, W. I. B. (1966): El Arte de la Investigación Científica. Caracas: UCV, Cap. XI, pp. 224-228

 

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DIFERENTES TIPOS DE MENTES CIENTÍFICAS

 

No todas las mentes trabajan igual. Se ha intentado a veces dividir los científicos en dos grandes tipos; pero la clasificación es arbitraria y probablemente la gran mayoría está ubicada entre ambos extremos y posee características de ambos.

W. D. Bancroft denomina a uno de estos tipos el “conjeturador” (utilizando la palabra conjetura en el sentido de elaborar juicios o hipótesis perspicaces, adelantándose a los hechos) ; este tipo sigue principalmente el método deductivo o aristotélico, forman primero la hipótesis y luego tratan de comprobarla mediante la experimentación. Al otro tipo lo denomina “acumulador”, debido a que acumula datos hasta que las generalizaciones o hipótesis son obvias; -siguen el método inductivo o método de Bacon. Sin embargo, los términos inductivo y deductivo o aristotélico y baconiano, pueden prestarse a confusión y a veces han sido mal utilizados. Henri Poincaré y Jacques Hadamard clasifican a los matemáticos, bien sea como “intuitivos” o “lógicos”, según trabajen basándose en intuiciones o mediante pasos graduales sistemáticos.

Esta clasificación parece concordar con la de Bancroft. Utilizaré la terminología “especulativo” y “sistemático”, ya que esta parece ser la manera más simple de indicar la diferencia entre ambos tipos.

Charles Nicolle distinguía: a) El genio inventivo, quien no sirve para almacenar conocimientos y quien no es necesariamente inteligente en el sentido usual de la palabra, y b) El científico dotado de una fina inteligencia, quien clasifica, razona y deduce, pero el cual, según Nicolle, es incapaz de la originalidad creadora o de llevar a cabo descubrimientos originales. El primero utiliza la intuición y sólo emplea la razón y la lógica para confirmar sus hallazgos. El último adelanta los conocimientos de igual modo que un albañil al colocar ladrillo sobre ladrillo hasta terminar toda la estructura. Nicolle dice que las intuiciones fueron tan fuertes en Pasteur y Metchnikoff que a veces ellos casi llegaron a publicar antes de obtener los resultados experimentales. Los experimentos fueron realizados principalmente para contestar a sus críticos.

Bancroft cita los ejemplos -siguientes para demostrar los diferentes tipos de científicos. Al tipo sistemático pertenecen Kelvin y sir W. Hamilton, quienes dijeron:

“Los procedimientos minuciosos y precisos parecen al empírico un trabajo menos elevado y digno que la búsqueda de algo nuevo; sin embargo casi todos los grandes descubrimientos se han efectuado de este modo”.

“El descubrimiento de un nuevo hecho en las ciencias físicas está al alcance de cualquier tonto dotado de paciencia y habilidad manual”.

En contraste con esta última declaración podemos citar una hecha por Davy:

“Doy gracias a Dios que no me hizo un hábil manipulador; mis más importantes descubrimientos me han sido sugeridos por mis fracasos”.

La mayor parte de los matemáticos pertenecen al tipo especulativo. Las observaciones siguientes se atribuyen a Newton, Whewell y Gauss, respectivamente:

“Ningún descubrimiento importante se ha llevado a cabo sin una osada conjetura”.  “Los adelantos en los conocimientos no se efectúan a menudo sin la osadía y libertad de conjeturar”.  “Tengo el resultado, pero aún no sé cómo obtenerlo”.

También en Biología, la mayoría de los grandes descubridores han sido del tipo especulativo. Huxley escribió:

“Es un error popular creer que el investigador científico está obligado a no ir más allá de la simple generalización de los hechos observados... sin embargo, cualquier persona familiarizada con el trabajo científico, se da cuenta que aquellos que se oponen a ir más allá de los hechos, no logran ni siquiera llegar a estos”.

Los siguientes comentarios nos revelan el punto de vista de Pasteur:

“Si alguien me dice que al sacar estas conclusiones he ido más allá de los hechos, le contesto: es verdad, he puesto mucho de mí mismo en esas ideas que no pueden probarse rigurosamente. Este es mi modo de ver las cosas. Sólo la teoría puede producir y desarrollar el espíritu de la invención”.

W. Ostwald, clasifica los científicos de un modo ligeramente diferente. El distingue entre el clásico, quien es básicamente sistemático y cuya característica principal consiste en llevar hasta la perfección cada descubrimiento, y el romántico, quien posee una multitud de ideas, pero las trata de una manera superficial y rara vez las trabaja exhaustivamente. Ostwald dice que el clásico es un mal maestro y no puede hacer nada en frente de otros, mientras que el romántico entrega sus ideas libremente y tiene una enorme influencia sobre el estudiante.

Puede producir algunos discípulos sobresalientes, pero a veces perjudica la originalidad de los mismos. Por otra parte, como hace notar Hadamard, las mentes muy intuitivas, pueden ser muy oscuras. Kenneth Mees considera que los descubrimientos científicos prácticos y tecnológicos comprenden tres métodos diferentes de trabajo: a) Síntesis teórica, b) Observación y experimento, y c) Invención. Según él, es muy difícil que una sola persona se distinga en más de una de esas actividades, ya que cada una de ellas requiere un tipo mental diferente.

El tipo sistemático de científico, tal vez está mejor adaptado para desarrollar, mientras que el tipo especulativo lo está para explorar; el primero se ajusta mejor al trabajo por equipo, y el último está mejor dotado para el trabajo individual o para ser conductor de un equipo.

El doctor E, L, Taylor describe una gran organización de investigación comercial, la cual utilizaba hombres del tipo especulativo para que jugaran con las ideas que quisieran; pero tan pronto como obtenían algo promisorio, se les quitaba de las manos por completo y se entregaba a los investigadores del tipo sistemático, para su comprobación y desarrollo ulterior.

Sin embargo, los tipos especulativo y sistemático representan los extremos y, probablemente, la mayoría de los científicos combinan características de ambos, El estudiante puede hallar por sí mismo su natural tendencia hacia uno u otro de estos tipos. Bancroft opina que difícilmente un tipo pueda convertirse en el otro. Probablemente, lo mejor es que cada quien siga su tendencia natural y a uno le gustaría saber cuántos científicos no han sido indebidamente influenciados por el maestro con quien comenzaron, Lo realmente importante es no esperar que todo el mundo piense del mismo modo que nosotros. Es una gran desgracia para un joven científico del tipo especulativo natural, caer bajo la influencia de un tipo Sistemático y que éste llegue hasta el extremo que por tratar de reprimir su imaginación logre aniquilarla por completo.

 El hombre que produzca ideas propias y esté deseoso de comprobarlas, es más probable que sea atraído por la investigación, contribuya más a ella, y obtenga de la misma más beneficios que aquel a quien le falte curiosidad e imaginación. Este último, tal vez pueda hacer trabajo útil en la investigación pero probablemente no lo disfruta. Ambos tipos son necesarios para el adelanto de la ciencia, porque tienden a complementarse.

Tal como se ha mencionado en otra parte, es un error muy común entre los filósofos y los escritores de libros sobre métodos científicos, considerar que los descubrimientos se llevan a cabo mediante la sistemática acumulación de datos hasta que la generalización sólo sea un asunto de simple lógica; de hecho, esto probablemente sólo sea cierto en la minoría de los casos.